una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
DECIMOSEXTA ENTREGA
61 / MOZART
El Negro Piedra golpeó en lo de Mariana Ventura y encontró nada más que a Lucía, porque la bailarina / actriz / prostituta y el Pato se habían ido a San Carlos a tramitar un préstamo y volvían recién a la hora del ensayo.
-Me quedé a repasar el papel tranquila porque en casa mi abuela está muy difícil -resplandeció turgentemente la muchacha. -¿No almorzás un guisito conmigo?
-Especial. Le vine a regalar a Mariana un San Jorge que le pirograbé en Las Rosas. Opa. Tienen La noche oscura.
-Aproveché para escucharla anoche con la guía de Leonardo, cuando se fue la negra. Ella odia esas películas.
-Me imagino las visiones que habrás tenido. ¿Y qué estabas cantando cuando golpeé?
-El Andante del Concierto 21 para piano y orquesta de Mozart. Leonardo le puso letra.
-Dale, cantameló.
Entonces Lucía bastoneó hasta la guitarra con la voladora inseguridad del que domina su tercer ojo y empezó a clarinar sobre un arpegio de 6 / 8:
-No podrá el horror / hundir la piel del cielo / porque habrá un mar / bajo tu vuelo. / Hoy / voy / hoy / soy / hoy sé / quien soy / y hoy doy / mi fe / y hoy sé / que no sabrá la belleza / dolernos / porque nunca podrá el sol del agua clara / morir.
Y el muchacho tuvo tiempo de arrodillarse y aplastarse las rastas antes que Ojos de Plata lo encandilara con la segunda parte:
-No podrá el dolor / hundir la piel del alma / porque habrá un pez / bajo tu calma. / Hoy / voy / hoy / soy / hoy sé / quien soy / y hoy doy / mi fe / y hoy sé / que no sabrá la tristeza vencernos / porque nunca podrá el sol del hombre nuevo / morir.
-Qué hermoso -le relampaguearon las córneas al preso con el mismo agradecimiento que agiganta a San Juan de la Cruz en la película. -Qué hermoso.
-Ahora quiero que me guíes por el dibujo de tu San Jorge -levantó un índice la muchacha.
El Negro Piedra sacó el conglomerado ostentando con total libertad su risa rota aunque antes de agarrarle la muñeca a Lucía murmuró:
-Primero quiero contarte algo que es muy secreto.
-Yo también.
-Anoche me fumé mal y de golpe se me apareció un dragón de verdad pidiéndome que matara al boxeador que me violó en Las Rosas. Yo allá tengo una espada. Y casi me enloquezco hasta que me acordé de la pantalla donde te filmó Zen. Y zafé, Ojos de Plata.
-Y yo me imaginaba que el actor de La noche oscura eras vos.
-Justo anoche.
-Sacame la camisa.
-¿Te contó León que San Juan se acercaba a la muchacha como si ella fuera un helado?
-¿No te podrás callar?
Y el Negro Piedra puso en el suelo el San Jorge y empezó a desnudarla.
62 / EL MURAL
Aquella noche el hermano de Lucía les trajo una maqueta de mural constructivo y se sentaron en el fondo con Leonardo a tomar un Santa Teresa frutal mientras el Pato estudiaba Hanon.
-Qué lo parió: la luna está más dorada que el vino -se entusiasmó Horacio, que le llevaba quince años a Ojos de Plata y había empezado a pintar con el padre de Franco en San Carlos.
-Y este mural va a tener ángel, Mono. ¿No te animás a darte una vuelta mañana por lo de Naná para vicharnos la escenografía?
-Cómo no. Y además así conozco el Señor de la Paciencia que pintaste a los cuatro años, carajo. Me acabo de enterar por la televisión.
-Lo que pasa es que don Hugo se presentó a un concurso de vitrales con un Cristo constructivo y a mí me dio por copiar la estampita. Pero ya cuando entré a la escuela me taré completamente.
-Me copó lo que dijo Naná de que en el Laboratorio trabajan demostrando que la muerte no existe.
-Porque la multimedia que hacemos en laTorre es como una reprogramación del barroco horadante. Un día estaba estudiando la mística circense de la Contrarreforma y me di cuenta que lo nuestro también podía llegar a ser un theatrum sacrum con garra celeste. Tanto a lo Artigas como a lo Zitarrosa.
-Sí. Estoy leyendo el blog.
-La consigna es que para un gran arte popular no hay nada imposible. Y después de la cagada que me mandé enganchándome con una productora psicótica posmo terminamos por armar una trinchera estrellada en el queco.
-Hanon ya me pudrió -apareció el Pato, triste.
-Seguí con Schumann.
-Prefiero a Bartok.
-Entonces hacé lo que quieras. Poné a Tinelli, loco.
-¿Y vos podés tomar? -refugió una mirada-raja profesional en la luna que ya se iba acalaverando Horacio.
-Son días de mucha mierda. ¿Te imaginaste lo que es vivir con una mina que changa nada más que para reventar?
-Siempre fue igual.
-¿La humanidad? ¿Y qué? Yo no preciso creer porque sé. Y hasta que no termine de dejar bizca a la gente con la eyaculación del Faro no me importa más nada. Ya llegué, Mono.
-Tenés veinticinco años.
-Y una Costilla Celeste que no se va a pudrir. ¿Sabías que mi tío-bisabuelo Sabino murió en un manicomio pintando una pared donde un hombre-buzo viajaba desde el Fondo del Mundo al Sol Eterno? Y don Hugo me contó que cuando Onetti andaba derecho salía al balcón a mirar los barcos y decía que la muerte era un detalle.
63 / WHISKY
Juana terminó de hablar por teléfono sentada en el water y mientras se sacaba la bombacha ensangrentada escuchó llegar a Leonardo al dormitorio donde funcionaban las computadoras y comentarle a Zen:
-Paco se jodió mal. Está tirado en la cama y dice que solamente Alfredo lo podría convencer de que vale la pena hacer el espectáculo.
-Pánico.
-Ahora se jodió del todo. Vamos a tener que postergar el ensayo y esperar a mañana.
-Pero mañana es el estreno, maestro.
Entonces la muchacha accionó asqueadamente la cisterna y salió del bañito del galpón ordenando:
-Llevá un Johnnie y hielo al cuarto de Paco, Leonardo. Después te explico. Y perdonen, pero tuve que dejar una bombacha remojándose en la palangana.
-¿Qué vas a hacer?
-Actuar.
El barman dormía en uno de los altillos, y Juana entró sin pedir permiso y después que le trajeron el whisky pidió por señas que la dejaran sola y preparó dos copas:
-Un Johnnie, flaco.
-No insistan, por favor.
-Te lo dejo en la mesa de luz. ¿Por casualidad te acordás de la letra de Canción para un niño?
El hombre purulento de gomina reseca dejó de mirar la pared y le habló al cielorraso:
-Nunca pude aguantar esa canción.
-Pero era tu hijo, Alfredo. El mes pasado aborté para poder ir a Buzios y ahora vivo echando coágulos y preciso que me aconsejes cómo le digo a los muchachos que con el Laboratorio tampoco va más.
-No hagas eso.
-Es que a esta altura yo tampoco sé quién soy.
-Sos una artista y punto. ¿Por qué me trajiste whisky si hoy tenemos ensayo general? Los de hígado graso nos chupamos todo.
-Disculpame.
-De lo único que hay que acordarse a cada momento es que vivimos en una celda que tiene la puerta abierta.
-Es verdad.
-Mi pajarita se llamaba Juanita. Y cada vez que salgo a escena siento que no se sigue muriendo.
-¿Cuántas personas habrá que nos conozcan de verdad?
-Mi corazón te vigila.
Después la muchacha se fue con la bandeja y cuando encontró a Leonardo y a Zen en la barra murmuró sonriendo:
-Gente de poca fe.
64 / COUNTRY
-¿Así que la revolución multimedia del Laboratorio terminó siendo un musical teatral de quilombo entreverado con clips y el divino ni actúa? -aceleró por Roosevelt Federica sin darse cuenta que le aplastaba el último resplandor a un gato caído entre los semáforos. -¿Y cuántas funciones puede durarles?
-Mucho no -chistó Franco. -Pero la estrategia de laTorre es popularizar un multidiscurso multidisciplinario difundido por los blogs. Y eso no es nada utópico. Ya tienen un largometraje en pre-producción hace tiempo y Leonardo va a seguir grabando, por supuesto.
-¿Y la negra va a seguir changando?
-El gran tema es la negra.
-Eso me sobrepasa.
-Eso lo sobrepasa a Leonardo. Y estoy seguro que ni cojen, además. Y la Punta Ballena lo trata mucho peor que a su propio culo. Pero yo te aseguro que hasta que el Flaco Jefe no le gane la final de Maracaná a Satanás y la haga creer en Cristo a ella no va a parar. Aunque le cueste todo.
-¿Pero por qué? ¿La adora?
-Sí. Es lo más raro que vi en mi vida. Che: me imagino que hoy me vas a invitar con una paella como la gente.
-Estás loco.
-No. Estoy muerto de hambre y podrido de ser pobre -se enguantó las zarpitas con los bolsillos para rascarse canallescamente la entrepierna el gnomo. -Y capaz que acepto ser un masajeador intensivo del Rey.
-¿Lo podrás entusiasmar de verdad con Artigas?
-La semana que viene el Laboratorio empieza a ensayar un espectáculo titulado 1818: Artigas y el alma cimarrona. Está escrito por Juana para los mismos actores de El alma de Alfredo. Y yo ya me ofrecí de pinche de producción, como siempre. Así que te paso a leer la sinopsis que va a llevar el programa, repartida esta misma tarde:
La acción transcurre en noviembre de 1818, en Maldonado. El departamento, al igual que Montevideo, ya está bajo el control de las tropas portuguesas invasoras comandadas por Lecor. La Liga Federal y el nuevo sistema propuesto por el protectorado tambalean, acorralados. Ya a partir de 1816 Artigas recurre a la formación de una flota de barcos corsarios que tendrá vigencia hasta 1821 y recorrerá el mundo defendiendo al País confederado de los Pueblos Libres. El irlandés Pedro Campbell (a quien los criollos llamaban Peitro Canbél), era desertor del ejército de Beresford y se constituyó en la figura más importante de los centauros marinos artigueños.
-Vamos al country ya. ¿El guión está terminado?
-Todos los borradores.
-No te vas a arrepentir.
-Cualquier cosa que salga mal me mato. No te preocupes.
61 / MOZART
El Negro Piedra golpeó en lo de Mariana Ventura y encontró nada más que a Lucía, porque la bailarina / actriz / prostituta y el Pato se habían ido a San Carlos a tramitar un préstamo y volvían recién a la hora del ensayo.
-Me quedé a repasar el papel tranquila porque en casa mi abuela está muy difícil -resplandeció turgentemente la muchacha. -¿No almorzás un guisito conmigo?
-Especial. Le vine a regalar a Mariana un San Jorge que le pirograbé en Las Rosas. Opa. Tienen La noche oscura.
-Aproveché para escucharla anoche con la guía de Leonardo, cuando se fue la negra. Ella odia esas películas.
-Me imagino las visiones que habrás tenido. ¿Y qué estabas cantando cuando golpeé?
-El Andante del Concierto 21 para piano y orquesta de Mozart. Leonardo le puso letra.
-Dale, cantameló.
Entonces Lucía bastoneó hasta la guitarra con la voladora inseguridad del que domina su tercer ojo y empezó a clarinar sobre un arpegio de 6 / 8:
-No podrá el horror / hundir la piel del cielo / porque habrá un mar / bajo tu vuelo. / Hoy / voy / hoy / soy / hoy sé / quien soy / y hoy doy / mi fe / y hoy sé / que no sabrá la belleza / dolernos / porque nunca podrá el sol del agua clara / morir.
Y el muchacho tuvo tiempo de arrodillarse y aplastarse las rastas antes que Ojos de Plata lo encandilara con la segunda parte:
-No podrá el dolor / hundir la piel del alma / porque habrá un pez / bajo tu calma. / Hoy / voy / hoy / soy / hoy sé / quien soy / y hoy doy / mi fe / y hoy sé / que no sabrá la tristeza vencernos / porque nunca podrá el sol del hombre nuevo / morir.
-Qué hermoso -le relampaguearon las córneas al preso con el mismo agradecimiento que agiganta a San Juan de la Cruz en la película. -Qué hermoso.
-Ahora quiero que me guíes por el dibujo de tu San Jorge -levantó un índice la muchacha.
El Negro Piedra sacó el conglomerado ostentando con total libertad su risa rota aunque antes de agarrarle la muñeca a Lucía murmuró:
-Primero quiero contarte algo que es muy secreto.
-Yo también.
-Anoche me fumé mal y de golpe se me apareció un dragón de verdad pidiéndome que matara al boxeador que me violó en Las Rosas. Yo allá tengo una espada. Y casi me enloquezco hasta que me acordé de la pantalla donde te filmó Zen. Y zafé, Ojos de Plata.
-Y yo me imaginaba que el actor de La noche oscura eras vos.
-Justo anoche.
-Sacame la camisa.
-¿Te contó León que San Juan se acercaba a la muchacha como si ella fuera un helado?
-¿No te podrás callar?
Y el Negro Piedra puso en el suelo el San Jorge y empezó a desnudarla.
62 / EL MURAL
Aquella noche el hermano de Lucía les trajo una maqueta de mural constructivo y se sentaron en el fondo con Leonardo a tomar un Santa Teresa frutal mientras el Pato estudiaba Hanon.
-Qué lo parió: la luna está más dorada que el vino -se entusiasmó Horacio, que le llevaba quince años a Ojos de Plata y había empezado a pintar con el padre de Franco en San Carlos.
-Y este mural va a tener ángel, Mono. ¿No te animás a darte una vuelta mañana por lo de Naná para vicharnos la escenografía?
-Cómo no. Y además así conozco el Señor de la Paciencia que pintaste a los cuatro años, carajo. Me acabo de enterar por la televisión.
-Lo que pasa es que don Hugo se presentó a un concurso de vitrales con un Cristo constructivo y a mí me dio por copiar la estampita. Pero ya cuando entré a la escuela me taré completamente.
-Me copó lo que dijo Naná de que en el Laboratorio trabajan demostrando que la muerte no existe.
-Porque la multimedia que hacemos en laTorre es como una reprogramación del barroco horadante. Un día estaba estudiando la mística circense de la Contrarreforma y me di cuenta que lo nuestro también podía llegar a ser un theatrum sacrum con garra celeste. Tanto a lo Artigas como a lo Zitarrosa.
-Sí. Estoy leyendo el blog.
-La consigna es que para un gran arte popular no hay nada imposible. Y después de la cagada que me mandé enganchándome con una productora psicótica posmo terminamos por armar una trinchera estrellada en el queco.
-Hanon ya me pudrió -apareció el Pato, triste.
-Seguí con Schumann.
-Prefiero a Bartok.
-Entonces hacé lo que quieras. Poné a Tinelli, loco.
-¿Y vos podés tomar? -refugió una mirada-raja profesional en la luna que ya se iba acalaverando Horacio.
-Son días de mucha mierda. ¿Te imaginaste lo que es vivir con una mina que changa nada más que para reventar?
-Siempre fue igual.
-¿La humanidad? ¿Y qué? Yo no preciso creer porque sé. Y hasta que no termine de dejar bizca a la gente con la eyaculación del Faro no me importa más nada. Ya llegué, Mono.
-Tenés veinticinco años.
-Y una Costilla Celeste que no se va a pudrir. ¿Sabías que mi tío-bisabuelo Sabino murió en un manicomio pintando una pared donde un hombre-buzo viajaba desde el Fondo del Mundo al Sol Eterno? Y don Hugo me contó que cuando Onetti andaba derecho salía al balcón a mirar los barcos y decía que la muerte era un detalle.
63 / WHISKY
Juana terminó de hablar por teléfono sentada en el water y mientras se sacaba la bombacha ensangrentada escuchó llegar a Leonardo al dormitorio donde funcionaban las computadoras y comentarle a Zen:
-Paco se jodió mal. Está tirado en la cama y dice que solamente Alfredo lo podría convencer de que vale la pena hacer el espectáculo.
-Pánico.
-Ahora se jodió del todo. Vamos a tener que postergar el ensayo y esperar a mañana.
-Pero mañana es el estreno, maestro.
Entonces la muchacha accionó asqueadamente la cisterna y salió del bañito del galpón ordenando:
-Llevá un Johnnie y hielo al cuarto de Paco, Leonardo. Después te explico. Y perdonen, pero tuve que dejar una bombacha remojándose en la palangana.
-¿Qué vas a hacer?
-Actuar.
El barman dormía en uno de los altillos, y Juana entró sin pedir permiso y después que le trajeron el whisky pidió por señas que la dejaran sola y preparó dos copas:
-Un Johnnie, flaco.
-No insistan, por favor.
-Te lo dejo en la mesa de luz. ¿Por casualidad te acordás de la letra de Canción para un niño?
El hombre purulento de gomina reseca dejó de mirar la pared y le habló al cielorraso:
-Nunca pude aguantar esa canción.
-Pero era tu hijo, Alfredo. El mes pasado aborté para poder ir a Buzios y ahora vivo echando coágulos y preciso que me aconsejes cómo le digo a los muchachos que con el Laboratorio tampoco va más.
-No hagas eso.
-Es que a esta altura yo tampoco sé quién soy.
-Sos una artista y punto. ¿Por qué me trajiste whisky si hoy tenemos ensayo general? Los de hígado graso nos chupamos todo.
-Disculpame.
-De lo único que hay que acordarse a cada momento es que vivimos en una celda que tiene la puerta abierta.
-Es verdad.
-Mi pajarita se llamaba Juanita. Y cada vez que salgo a escena siento que no se sigue muriendo.
-¿Cuántas personas habrá que nos conozcan de verdad?
-Mi corazón te vigila.
Después la muchacha se fue con la bandeja y cuando encontró a Leonardo y a Zen en la barra murmuró sonriendo:
-Gente de poca fe.
64 / COUNTRY
-¿Así que la revolución multimedia del Laboratorio terminó siendo un musical teatral de quilombo entreverado con clips y el divino ni actúa? -aceleró por Roosevelt Federica sin darse cuenta que le aplastaba el último resplandor a un gato caído entre los semáforos. -¿Y cuántas funciones puede durarles?
-Mucho no -chistó Franco. -Pero la estrategia de laTorre es popularizar un multidiscurso multidisciplinario difundido por los blogs. Y eso no es nada utópico. Ya tienen un largometraje en pre-producción hace tiempo y Leonardo va a seguir grabando, por supuesto.
-¿Y la negra va a seguir changando?
-El gran tema es la negra.
-Eso me sobrepasa.
-Eso lo sobrepasa a Leonardo. Y estoy seguro que ni cojen, además. Y la Punta Ballena lo trata mucho peor que a su propio culo. Pero yo te aseguro que hasta que el Flaco Jefe no le gane la final de Maracaná a Satanás y la haga creer en Cristo a ella no va a parar. Aunque le cueste todo.
-¿Pero por qué? ¿La adora?
-Sí. Es lo más raro que vi en mi vida. Che: me imagino que hoy me vas a invitar con una paella como la gente.
-Estás loco.
-No. Estoy muerto de hambre y podrido de ser pobre -se enguantó las zarpitas con los bolsillos para rascarse canallescamente la entrepierna el gnomo. -Y capaz que acepto ser un masajeador intensivo del Rey.
-¿Lo podrás entusiasmar de verdad con Artigas?
-La semana que viene el Laboratorio empieza a ensayar un espectáculo titulado 1818: Artigas y el alma cimarrona. Está escrito por Juana para los mismos actores de El alma de Alfredo. Y yo ya me ofrecí de pinche de producción, como siempre. Así que te paso a leer la sinopsis que va a llevar el programa, repartida esta misma tarde:
La acción transcurre en noviembre de 1818, en Maldonado. El departamento, al igual que Montevideo, ya está bajo el control de las tropas portuguesas invasoras comandadas por Lecor. La Liga Federal y el nuevo sistema propuesto por el protectorado tambalean, acorralados. Ya a partir de 1816 Artigas recurre a la formación de una flota de barcos corsarios que tendrá vigencia hasta 1821 y recorrerá el mundo defendiendo al País confederado de los Pueblos Libres. El irlandés Pedro Campbell (a quien los criollos llamaban Peitro Canbél), era desertor del ejército de Beresford y se constituyó en la figura más importante de los centauros marinos artigueños.
-Vamos al country ya. ¿El guión está terminado?
-Todos los borradores.
-No te vas a arrepentir.
-Cualquier cosa que salga mal me mato. No te preocupes.
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