LOCO DE MIERDA
Matías Durañona
Escena 1
León toma vino sosteniendo la caja con una mano mientras maneja zigzagueando por Avenida Italia, con la música al mango. Lo acompañan Juan y Emiliano. Juan se despierta cuando León amaga chocar contra un contenedor de basura, lo esquiva y frena en la esquina, subiéndose al cordón de la vereda.
León (bajándose del coche y dejando prendido el motor): Tengo que mear.
Juan (apagando el coche): Estás enfermo, loco de mierda. Yo no viajo más contigo.
Emiliano: Che, ¿me pareció a mí o casi nos damos de bomba contra ese container?
Juan: Esto es una locura. No tomes más, León.
Emiliano (bajando del coche junto con Juan): Dejalo que ya está grande. Algún día va a aprender.
Juan: Si no se pone las pilas no va a aprender nunca.
León (mientras orina cantando contra una pared grafiteada): Sí, algún día me voy a poner las pilas y me voy a coger a tu vieja, manteca.
Juan (mientras Emiliano se ríe): Ahí va, sos un vivo bárbaro. ¿Y vos de qué mierda te reís?
Emiliano: Me río porque no entiendo qué pilas querés que se ponga.
Juan: Bueno, pero si no se tranquiliza yo no salgo más con él.
León: Desde que teníamos 15 años que venís no saliendo conmigo.
Emiliano: Che, recién son las 3. ¿Se compra otra?
Juan: La vida loca podrá estar demás, pero estas taradeces te terminan matando.
Emiliano (señalando la estación de servicio que hay en la esquina): Bueno, voy yo. Como siempre.
León: Yo sé, Juan. Pero a veces se me va de las manos.
Juan: Buscá límites, loco. Mirá que vas a terminar encontrándote con alguno medio feo. ¿Me entendés?
Emiliano vuelve con la caja, la corta para tomar un trago y se la pasa a León.
León (riéndose y tomando): Bueno, tranqui, no te las tirés de maduro. ¿Qué sos? ¿Mi papá?
Juan: No, pero en el auto viajamos todos.
Escena 2
Después que suben a tomar en el auto se acerca un hombre con las manos en los bolsillos de la campera. Tartamudea onomatopéyicamente forzando la mandíbula, se para frente a la ventanilla de León y mira fijo el suelo.
Hombre: Yaaa dosd vai vo terr irres.
León: Disculpá. ¿Cómo dijiste?
Hombre (mientras los muchachos se miran de reojo): Tettt dibma crosty.
León (entre dientes): ¿Alguno entendió algo?
Juan y Emiliano: No.
León: Más despacio, maestro.
Hombre (levantando la voz mientras saca un papel del bolsillo y se lo entrega a León): Croooi sesese, maii ti gradad.
León (entregándole el papel a Juan): No te puedo creer.
Juan (desarrugando el papel y riéndose): ¿Qué? ¿El chapita sacó la grande?
Emiliano (esperanzado): ¿Ganamo la grande?
León: No. El chapita está chapita.
Hombre (desesperado, casi gritando y escupiendo): Croooi sesese, maii ti gradad!!!
León: No te entiendo, loco. Perdoná.
Emiliano: ¿Y qué quiere decir chapita?
Juan: Que está loquito, boludo. Mirá, leé: Vilardebó. Salida 30 de abril de 2010.
Hombre (sacando un blíster de pastillas rosadas mientras León le presta una concentrada atención): Perq el tut mai dos vai ven.
Juan: Vamo a darle un par de mangos y ta.
Emiliano: Sí. ¿Quién tiene alguna moneda?
León: Yo no.
Juan: Y yo no tengo cambio. Vamo a darle el envase de la birra de hoy.
Hombre (mientras Emiliano busca el envase detrás del siento): No fon maa man bang bang.
León (abriendo dos veces una mano y entregándole el envase): Mirá. Eso vale 10 pesos. Lo podés cambiar acá en la estación.
El Hombre se pone el envase debajo de un brazo y empieza a caminar hacia la esquina mirado fijamente el suelo y abriendo y cerrando las manos como León.
Escena 3
Juan: Bueno, al fin.
Emiliano: Ése sí que está mal. Qué personaje.
León: ¿Y ahora qué hace?
Juan: Dejalo que se vaya.
El Hombre apoya el envase y vuelve riéndose y caminando de espaldas. Los muchachos lo miran con intriga y precaución y el demente hace el gesto de sacar un arma del bolsillo y le apunta a León.
Emiliano y Juan (agachándose): A la mierda. Ojo, vo.
León duda un segundo, baja del auto y camina hacia el demente, que le sigue apuntando con la mano vacía y doblada en forma de arma.
Juan: ¿Qué hacés, León?
Emiliano: Vení para acá, enfermo.
León sigue caminando con las manos en los bolsillos y termina por presionar su frente contra la mano del Hombre. Después se ríe mirándolo fijo y el demente se asusta y se escapa corriendo a contramano por Avenida Italia.
León: Tengo que mear.
Matías Durañona
Escena 1
León toma vino sosteniendo la caja con una mano mientras maneja zigzagueando por Avenida Italia, con la música al mango. Lo acompañan Juan y Emiliano. Juan se despierta cuando León amaga chocar contra un contenedor de basura, lo esquiva y frena en la esquina, subiéndose al cordón de la vereda.
León (bajándose del coche y dejando prendido el motor): Tengo que mear.
Juan (apagando el coche): Estás enfermo, loco de mierda. Yo no viajo más contigo.
Emiliano: Che, ¿me pareció a mí o casi nos damos de bomba contra ese container?
Juan: Esto es una locura. No tomes más, León.
Emiliano (bajando del coche junto con Juan): Dejalo que ya está grande. Algún día va a aprender.
Juan: Si no se pone las pilas no va a aprender nunca.
León (mientras orina cantando contra una pared grafiteada): Sí, algún día me voy a poner las pilas y me voy a coger a tu vieja, manteca.
Juan (mientras Emiliano se ríe): Ahí va, sos un vivo bárbaro. ¿Y vos de qué mierda te reís?
Emiliano: Me río porque no entiendo qué pilas querés que se ponga.
Juan: Bueno, pero si no se tranquiliza yo no salgo más con él.
León: Desde que teníamos 15 años que venís no saliendo conmigo.
Emiliano: Che, recién son las 3. ¿Se compra otra?
Juan: La vida loca podrá estar demás, pero estas taradeces te terminan matando.
Emiliano (señalando la estación de servicio que hay en la esquina): Bueno, voy yo. Como siempre.
León: Yo sé, Juan. Pero a veces se me va de las manos.
Juan: Buscá límites, loco. Mirá que vas a terminar encontrándote con alguno medio feo. ¿Me entendés?
Emiliano vuelve con la caja, la corta para tomar un trago y se la pasa a León.
León (riéndose y tomando): Bueno, tranqui, no te las tirés de maduro. ¿Qué sos? ¿Mi papá?
Juan: No, pero en el auto viajamos todos.
Escena 2
Después que suben a tomar en el auto se acerca un hombre con las manos en los bolsillos de la campera. Tartamudea onomatopéyicamente forzando la mandíbula, se para frente a la ventanilla de León y mira fijo el suelo.
Hombre: Yaaa dosd vai vo terr irres.
León: Disculpá. ¿Cómo dijiste?
Hombre (mientras los muchachos se miran de reojo): Tettt dibma crosty.
León (entre dientes): ¿Alguno entendió algo?
Juan y Emiliano: No.
León: Más despacio, maestro.
Hombre (levantando la voz mientras saca un papel del bolsillo y se lo entrega a León): Croooi sesese, maii ti gradad.
León (entregándole el papel a Juan): No te puedo creer.
Juan (desarrugando el papel y riéndose): ¿Qué? ¿El chapita sacó la grande?
Emiliano (esperanzado): ¿Ganamo la grande?
León: No. El chapita está chapita.
Hombre (desesperado, casi gritando y escupiendo): Croooi sesese, maii ti gradad!!!
León: No te entiendo, loco. Perdoná.
Emiliano: ¿Y qué quiere decir chapita?
Juan: Que está loquito, boludo. Mirá, leé: Vilardebó. Salida 30 de abril de 2010.
Hombre (sacando un blíster de pastillas rosadas mientras León le presta una concentrada atención): Perq el tut mai dos vai ven.
Juan: Vamo a darle un par de mangos y ta.
Emiliano: Sí. ¿Quién tiene alguna moneda?
León: Yo no.
Juan: Y yo no tengo cambio. Vamo a darle el envase de la birra de hoy.
Hombre (mientras Emiliano busca el envase detrás del siento): No fon maa man bang bang.
León (abriendo dos veces una mano y entregándole el envase): Mirá. Eso vale 10 pesos. Lo podés cambiar acá en la estación.
El Hombre se pone el envase debajo de un brazo y empieza a caminar hacia la esquina mirado fijamente el suelo y abriendo y cerrando las manos como León.
Escena 3
Juan: Bueno, al fin.
Emiliano: Ése sí que está mal. Qué personaje.
León: ¿Y ahora qué hace?
Juan: Dejalo que se vaya.
El Hombre apoya el envase y vuelve riéndose y caminando de espaldas. Los muchachos lo miran con intriga y precaución y el demente hace el gesto de sacar un arma del bolsillo y le apunta a León.
Emiliano y Juan (agachándose): A la mierda. Ojo, vo.
León duda un segundo, baja del auto y camina hacia el demente, que le sigue apuntando con la mano vacía y doblada en forma de arma.
Juan: ¿Qué hacés, León?
Emiliano: Vení para acá, enfermo.
León sigue caminando con las manos en los bolsillos y termina por presionar su frente contra la mano del Hombre. Después se ríe mirándolo fijo y el demente se asusta y se escapa corriendo a contramano por Avenida Italia.
León: Tengo que mear.

























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