
(un guión de trabajo escrito para la Escuela de Cineastas del Uruguay)
TAN FELICES
Un matrimonio en la cama. Luis lee un libro. Mariel se pone los lentes y enciende el televisor que está a los pies de la cama.
Luis: Dejate de moverte tanto que me hacés saltar y hace cinco minutos que no salgo de la misma frase.
Mariel (lo queda mirando): Disculpá.
Luis: ¿Te pasa algo?
Mariel: ¿Por?
Luis: No sé. Estabas medio rarita en la cena. Rodrigo te pidió que lo ayudaras con los deberes y ni le contestaste.
Mariel: Puta madre. Es verdad. Me olvidé. Pobre Rodri.
Luis (sin dejar el libro): ¿Te viste con las muchachas hoy?
Mariel: Sí. Estuve con Beatriz y después llegó Anna.
Luis: ¿Cómo anda Annita?
Mariel: Está embarazada.
Luis: No jodas. ¿A esta edad?
Mariel: Yo le dije lo mismo. Y se armó.
Luis: Pa. Y lo va a tener, ¿no?
Mariel: Totalmente decidida.
Luis (torciendo la cabeza hacia Mariel): Bueno, después de todo es la que mejor se conserva de las tres.
Mariel (mirando la tele): ¿Qué querés decir?
Luis: Dale, decí la verdad. De las tres Anna siempre fue el camión. ¿O no? Acordate del liceo (hace gesto de pechos grandes).
Mariel: La edad la tiene igual. Y ella no tuvo tres embarazos (cambia de canal). Eso deteriora el cuerpo.
Luis (vuelve al libro): Ya sé.
Mariel: ¿Vos todavía me amás, Luis?
Luis (dando vuelta la página): ¿El qué?
Mariel: Si todavía me amás, te pregunto.
Luis: Sí, claro.
Mariel: ¿Querrías tener otro bebé?
Luis: Decime que me estás jodiendo. Ya tenemos tres y laburo como un burro.
Mariel: ¿Decís que no puedo tener más?
Luis: No, YO no puedo bancar más hijos, coneja.
Mariel: Donde comen tres…
Luis: Comen cuatro MAL. No me jodás más, Mariel. ¿Lo estás diciendo en serio?
Mariel: ¿Y si yo trabajara?
Luis: ¿Adónde mierda vas a trabajar con 46 años? ¿Quién te va a dar trabajo?
Mariel: A Anna recién la emplearon.
Luis: Anna es arquitecta y aparenta 35.
Mariel: Y yo ama de casa. ¿Querés hacerme el amor?
Luis: ¿Ahora?
Mariel: No, en setiembre.
Luis: Bueno, si vos querés. Pero estoy muy cansado, vas a tener que laburarme vos.
Mariel (metiendo la mano bajo la sábana): ¿Así?
Luis: Más o menos.
Mariel: ¿No te gusto más?
Luis (sacándole la mano): ¿Siempre tenés que preguntarme esas cosas? Ta, Mariel. Ya me desconcentraste.
Mariel: Es que quisiera que me lo dijeras con más frecuencia. Me siento frustrada. Me siento más fea que nunca.
Luis: ¿Y qué querés? ¿Verte de treinta a los cuarenta y seis? Pocas lo logran, y además comiendo como comés vos…
Mariel: ¿Anna lo logra?
Luis: ¿Sabés qué pienso? Que tenés algún rollo con Anna. Dejala vivir, pobre mina.
Mariel: No creo que la vea más, después de lo de hoy. Nos peleamos y feo.
Luis: ¿En serio? ¿Por qué?
Mariel: Por muchas cosas, por cosas de toda la vida. Además me trató de cornuda.
Luis (incorporándose): Y vos te defendiste, me imagino.
Mariel: Claro. No me iba a quedar callada frente a esa humillación. ¿No te parece?
Luis (tocándole el pelo): Lo bien que hiciste, mamita. ¿Viste como se ponen las divorciadas? Pa: salen a la calle con arco y flecha. En la oficina hay varias.
Mariel: Yo creo que está desencajada.
Luis (acariciándole la cara): Sí un poco. En el liceo decíamos que era la más alzada, ¿te acordás? Aparte que debe envidiarte la familia divina que tenemos.
Mariel: Es flor de puta.
Luis (besándole el cuello): Sí. ¿Sabés que hoy estás linda, mami? (le toca un seno). No sé, me dieron ganitas ahora. Con esos lentecitos, me estás calentando.
Mariel: ¿No estabas cansado?
Luis: Sí, pero me despabilaste. Dale, ponete de espalda (la da vuelta y se le sube encima). Y ahora papito te va a entretener un rato, preciosa.
Mariel: Dale, pero hablame como vos ya sabés.
Luis: Sos una putona calientamachos. Tomá, puta. Tomá, puta. A vos te encanta sufrir, tomá entonces, puta de mierda.
Mariel: Sí, así, así, seguí. No pares. ¿Me amás?
Luis (besándole el cuello): Claro que te amo mucho.
Luis encima de Mariel haciéndole el amor. Mariel, semihundida en la almohada aprieta los labios con los ojos mojados.
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