(el caso de las brujas siamesas)
folletín policial y de magia negra de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
folletín policial y de magia negra de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
DECIMOCTAVA ENTREGA
35 JUNG
-Perdoná que les interrumpa la filmación -anunció gargarizando una humareda en el teléfono el párroco poseído por una indolencia tropical completamente incapaz de involucrarse con mi optimismo trágico. -Pero me enteré de algo que te va a complicar bastante el caso y quería que lo supieras ya.
-Vos dirás.
-Recién vino a despedirse un seminarista paraguayo que vivió un tiempo en Florida y me contó que el domingo pasado muy temprano vio a Shirley bajar de un taxi en una pensión de la calle Andes y volver a salir corriendo con un negrazo.
-¿La mañana que se confirmó Magui?
-Sí. Él venía de sacar unas fotos en el puerto y quedó paralizado por la aparición milagrosa. Se habrá sentido en Salta o en Medjugorje.
-Mirá vos -dejé pasar la ironía. -Y Shirley ni lo vio a él.
-Estas muchachas que saben hacerse adorar tan rápido ni registran los nombres de las víctimas.
-Tranqui -traté de no calentarme mientras la culpa por haber baldeado a la Nena con el chorro de mi Fonte me hacía sentir una rata recién petrificada en Pompeya. -Magui no sabe nada, pero yo ya arreglé para ir a ver a Shirley a Florida lo antes posible. Gracias, Jorge.
-De nada. Levantemos el corazón.
Después rajé del pub despidiéndome nada más que de las pirujas y apenas entré al cucho la garcita me clavó un mail insuperablemente distinguido:
-Maestro: me siento incómoda.
Y mientras le contestaba rogándole que me llamara al celu de Nanda para aclarar las cosas más tranquilos relampagueó el cubículo de Shirley MacLaine Rodríguez:
-La paz contigo, Marlowe. Ya me enteré de todo y quería que releyeras este pasaje de El hombre y sus símbolos que nadie toma en cuenta: La proyección del ánima en esa forma tan repentina y apasionada como un asunto amoroso puede alterar el matrimonio de un hombre y conducirle al llamado “triángulo humano”, con sus dificultades correspondientes. Sólo se puede encontrar una solución soportable a un drama semejante si se reconoce que el ánima es una fuerza interior. El objetivo secreto del inconsciente al acarrear tal complicación es forzar al hombre a que desarrolle y lleve a su propio ser la madurez integrando más de su personalidad inconsciente e incorporándola a su verdadera vida. Sólo la decisión penosa (pero esencialmente sencilla) de tomar en serio las fantasías y sentimientos propios puede evitar en esa etapa un estancamiento total del proceso de individuación interior, porque sólo de esa forma puede un hombre descubrir qué significa esa figura. Estuviste realmente heroico y te aseguro que Magui va a filmar mañana, porque la salvación no se suspende por ningún desencanto. Pero quisiera conocerte de una vez y hablar contigo sobre lo único que importa. Te espero pasado mañana a las siete de la tarde en el jardín del convento. Yo.
36 DRYPEN
Y al otro día llegué al pub muy histérico y enseguida me desmadejó las tripas el latigazo que había estado esperando antes de que empezara cada ensayo: la Nena vino acompañada por el gigante de cráneo color cucaracha y expresión empalagosamente sufrida y vaqueros blanquísimos, y la elfa murmuró:
-Coño con la niñata.
Entonces me di cuenta que a Nanda también le gustaban los hombres porque se arrancó los forros demasiado rápido para abrazar a Baguette de Chocolate con una típica babosería de hasch:
-Pero qué hacés, divino.
-El bombón me infló tanto las bolas para venir que al final aproveché y lo hice garparme el tacho -me besó el jopo Magui desparramando una candorosidad prostibular.
-Lástima que esto es un rodaje y no una calesita -parecieron llenársele de pus las córneas a la mujerúncula y creo que la miré con amor.
-Okey -levantó los brazos el Rulo igual que un back derecho que acaba de encajar una plancha por orden del director técnico. -Yo me borro.
-El problema es que la actriz podría desconcentrarse -me aplasté el enanismo humillado que debía fluorecerme hasta en las cáscaras de la gomina. -Pero sentate tranqui en la barra que va a andar todo bien.
Y recién me di cuenta que el aspirante a fiolo tenía tatuado un pescadito rojo como el de Shirley, y enseguida de arquearse sobre una banqueta la Nena se le sentó en la falda y le empezó a besar el pescuezo.
-Bueno, cambiate rápido que tenemos que hacer por lo menos cuatro tomas de cada plano -le paró el carro Nanda, que ahora estaba celosísima.
-A lo mejor el que se desconcentra más sos vos -me hizo una guiñada Magui mientras se meneaba hasta el camarín. -¿O te creés que a mí me importa que haya otro degenerado largando baba verde?
-Dejá -sacó un drypen el gigante para empezar a dibujarse el pantalón con una compulsividad profesional que daba más vergüenza ajena que mi desesperación por conservarme impasible frente a la mantarraya. -A mí me escupe bardos que nunca escuché decir ni en lo de Naná.
Y después que grabamos la primera secuencia el muchacho ya tenía toda una pierna llena de tetas rojas de donde se desprendían corazones como globos y me escapé hasta el baño para orinar cantando a lo Rivero:
-Fui un gil / porque creí que yo inventé el honor / un gil / que alzó un tomate y lo creyó un flor. / Y sigo gil / cuando presumo que salvé el amor / ya que ella fue / quien a trompadas me rompió las penas. / Ya ves / volví a la mugre de vivir tirao. / Caray / si al menos me engrupiera de que la he salvao.
Lo increíble fue que a las diez de la noche ya estaba todo filmado y ella voló de veras y terminamos aplaudiéndola a gritos y abrazándonos con los maricas tempraneros que entraban a asesinar palomas en El infierno tan querido.
35 JUNG
-Perdoná que les interrumpa la filmación -anunció gargarizando una humareda en el teléfono el párroco poseído por una indolencia tropical completamente incapaz de involucrarse con mi optimismo trágico. -Pero me enteré de algo que te va a complicar bastante el caso y quería que lo supieras ya.
-Vos dirás.
-Recién vino a despedirse un seminarista paraguayo que vivió un tiempo en Florida y me contó que el domingo pasado muy temprano vio a Shirley bajar de un taxi en una pensión de la calle Andes y volver a salir corriendo con un negrazo.
-¿La mañana que se confirmó Magui?
-Sí. Él venía de sacar unas fotos en el puerto y quedó paralizado por la aparición milagrosa. Se habrá sentido en Salta o en Medjugorje.
-Mirá vos -dejé pasar la ironía. -Y Shirley ni lo vio a él.
-Estas muchachas que saben hacerse adorar tan rápido ni registran los nombres de las víctimas.
-Tranqui -traté de no calentarme mientras la culpa por haber baldeado a la Nena con el chorro de mi Fonte me hacía sentir una rata recién petrificada en Pompeya. -Magui no sabe nada, pero yo ya arreglé para ir a ver a Shirley a Florida lo antes posible. Gracias, Jorge.
-De nada. Levantemos el corazón.
Después rajé del pub despidiéndome nada más que de las pirujas y apenas entré al cucho la garcita me clavó un mail insuperablemente distinguido:
-Maestro: me siento incómoda.
Y mientras le contestaba rogándole que me llamara al celu de Nanda para aclarar las cosas más tranquilos relampagueó el cubículo de Shirley MacLaine Rodríguez:
-La paz contigo, Marlowe. Ya me enteré de todo y quería que releyeras este pasaje de El hombre y sus símbolos que nadie toma en cuenta: La proyección del ánima en esa forma tan repentina y apasionada como un asunto amoroso puede alterar el matrimonio de un hombre y conducirle al llamado “triángulo humano”, con sus dificultades correspondientes. Sólo se puede encontrar una solución soportable a un drama semejante si se reconoce que el ánima es una fuerza interior. El objetivo secreto del inconsciente al acarrear tal complicación es forzar al hombre a que desarrolle y lleve a su propio ser la madurez integrando más de su personalidad inconsciente e incorporándola a su verdadera vida. Sólo la decisión penosa (pero esencialmente sencilla) de tomar en serio las fantasías y sentimientos propios puede evitar en esa etapa un estancamiento total del proceso de individuación interior, porque sólo de esa forma puede un hombre descubrir qué significa esa figura. Estuviste realmente heroico y te aseguro que Magui va a filmar mañana, porque la salvación no se suspende por ningún desencanto. Pero quisiera conocerte de una vez y hablar contigo sobre lo único que importa. Te espero pasado mañana a las siete de la tarde en el jardín del convento. Yo.
36 DRYPEN
Y al otro día llegué al pub muy histérico y enseguida me desmadejó las tripas el latigazo que había estado esperando antes de que empezara cada ensayo: la Nena vino acompañada por el gigante de cráneo color cucaracha y expresión empalagosamente sufrida y vaqueros blanquísimos, y la elfa murmuró:
-Coño con la niñata.
Entonces me di cuenta que a Nanda también le gustaban los hombres porque se arrancó los forros demasiado rápido para abrazar a Baguette de Chocolate con una típica babosería de hasch:
-Pero qué hacés, divino.
-El bombón me infló tanto las bolas para venir que al final aproveché y lo hice garparme el tacho -me besó el jopo Magui desparramando una candorosidad prostibular.
-Lástima que esto es un rodaje y no una calesita -parecieron llenársele de pus las córneas a la mujerúncula y creo que la miré con amor.
-Okey -levantó los brazos el Rulo igual que un back derecho que acaba de encajar una plancha por orden del director técnico. -Yo me borro.
-El problema es que la actriz podría desconcentrarse -me aplasté el enanismo humillado que debía fluorecerme hasta en las cáscaras de la gomina. -Pero sentate tranqui en la barra que va a andar todo bien.
Y recién me di cuenta que el aspirante a fiolo tenía tatuado un pescadito rojo como el de Shirley, y enseguida de arquearse sobre una banqueta la Nena se le sentó en la falda y le empezó a besar el pescuezo.
-Bueno, cambiate rápido que tenemos que hacer por lo menos cuatro tomas de cada plano -le paró el carro Nanda, que ahora estaba celosísima.
-A lo mejor el que se desconcentra más sos vos -me hizo una guiñada Magui mientras se meneaba hasta el camarín. -¿O te creés que a mí me importa que haya otro degenerado largando baba verde?
-Dejá -sacó un drypen el gigante para empezar a dibujarse el pantalón con una compulsividad profesional que daba más vergüenza ajena que mi desesperación por conservarme impasible frente a la mantarraya. -A mí me escupe bardos que nunca escuché decir ni en lo de Naná.
Y después que grabamos la primera secuencia el muchacho ya tenía toda una pierna llena de tetas rojas de donde se desprendían corazones como globos y me escapé hasta el baño para orinar cantando a lo Rivero:
-Fui un gil / porque creí que yo inventé el honor / un gil / que alzó un tomate y lo creyó un flor. / Y sigo gil / cuando presumo que salvé el amor / ya que ella fue / quien a trompadas me rompió las penas. / Ya ves / volví a la mugre de vivir tirao. / Caray / si al menos me engrupiera de que la he salvao.
Lo increíble fue que a las diez de la noche ya estaba todo filmado y ella voló de veras y terminamos aplaudiéndola a gritos y abrazándonos con los maricas tempraneros que entraban a asesinar palomas en El infierno tan querido.
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