una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
CUARTA ENTREGA
13 / LA DESNUDEZ
Cuando llegaron los Curotto Leonardo leyó la columna sobre Darnauchans que acababa de mandarle a Zen para completar la resonancia magnética cultural anunciada en el blog del Laboratorio y confesó:
-Parece joda, pero recién ahora siento que el mejor disco del Darno es Entre el micrófono y la penumbra. Porque se rinde cantando en vivo como reconociendo que nunca va a poder hacer lo que quiso en un estudio y sin embargo la única forma de festejar la derrota y no darse por vencido era tenerse fe y dejar que apareciera esta desnudez.
-Desnudez -sonrió ambiguamente Juana. -Y eso es lo que te parece sosegador.
-Perdón -levantó un palillo de la batería el Curotto chico. -¿No podrías releer el principio del subtítulo Balbucear?
-Balbucear -reordenó las hojas Leonardo, ofreciendo el primero de sus clásicos encorvamientos de culpabilidad más perruna que infantil. -A principios de la década del 80 Darnauchans es autorizado para reaparecer en público y presenta en el Teatro del Notariado el disco Zurcidor, cuyos cinco primeros surcos -Resumen, Como los desconsolados, Balada de la vuelta del juglar, Balada para una mujer flaca y Pago- compactan una saga del abandono más abismal que la del propio pozo onettiano, donde por lo menos al semideshecho Eladio Linacero le alcanza el aliento para sonreír en paz au bout de la nuit.
-¿Y lo del manierismo cómo es?
-Y las cinco canciones están fechadas entre 1978 y 1980. Pero además campea un manierismo armónico y rítmico que retuerce y complejiza brueghelianamente la atmósfera de aquellos primeros trabajos donde ni los romances de joglería, las trovas de amor y desdenes o la insuperable ironía del festejo del propio velatorio en la yocástica Ni siquiera las flores, fueron capaces de amputar del todo por lo menos una frescura danzante.
-Lo que no entiendo bien es por qué lo comparás con Zitarrosa y con Dino.
-Porque después de Zurcidor siguió tratando de no renunciar al mandamiento máximo del capitanato -enderezó los pechos gimnásticamente Juana como para no adherir al ovillamiento ya ojicerrado de Leonardo. -Hay que resucitar.
-Perdón -retorció la gorra Franco mientras cruzaba hasta la escalerita. -Sobró para otros tres fainás y además no tengo ganas de escuchar discusiones. El Flaco Jefe piensa que las bases que pusieron esta semana no tienen luna.
-Y además ya no me siento abandonado. Yo ya no puedo abandonar a nadie.
El hombre-gnomo se fue cantando el funk y la actriz le pidió permiso al muchacho que había usado demasiado champú para vichar el artículo.
-No te olvides que el Darno dio tantas vueltas que terminó dejando por la mitad el disco donde iban Del rojo pelo y Sin perder el tiempo para meterse con el Zurcidor -se agachó el otro Curotto a prender el equipo. -Pero está todo bien.
-El problema es que este disco tiene que estar muy bien -sonrió Leonardo, pálido.
14 / EL SOSIEGO
-Lo que se me ocurrió en la plaza fue el arreglo de Ángel -esperó a que llegara Franco Leonardo. -Un teclado fijo y chau. Algo que no te deje bailar, como contaban que pasó cuando los Beatles le metieron las cuerdas a Yesterday.
-Pero eso ya nos traería otro lío con Federica.
-Capaz que alguien le explica que Yesterday se escuchó más que todas las otras canciones juntas y se entusiasma un poco. Yo lo que necesito es que el teclado eyacule una PAX-LUX como la que el Darno mete recitando a San Juan de la Cruz en Entre el micrófono y la penumbra. Justo antes de cantar Del rojo pelo. A ver, Juanita.
-En una noche oscura -se sostuvo un pezón la actriz, enfocando la ventana redonda del altillo- con ansias, en amores inflamada, / ¡oh dichosa ventura!, / salí sin ser notada / estando ya mi casa sosegada.
-Y en la filmación que le hace un argentino en la época del disco donde sobrevive Del rojo pelo el Darno dice que no cree en ningún más allá personal. Y quince años después declara que se considera comunista y católico. Aunque ya en Pago había llegado a balbucear una visión del paso del Amado y le había pedido al padre: Enciende luz consuélame di que no hay nada en la oscuridad di no hay diablo no hay diablo no hay diablo. Diablo: depresión congénita y locura de la madre y la prohibición de cantar que le encaja el fascismo tres días antes de la muerte del padre. No puede contra eso. Pero sigue en el ring y termina resucitando con la voz reventada.
-Leé lo que dice en el reportaje que le hace Presa en el 95. Cuando le pregunta si se puede trascender la realidad del desencanto.
-En un momento dice que lo importante de esa otra realidad que llamamos creación artística es poder compartirlo con los demás. Porque existe una cosa que se llama belleza y que viene a ser lo más importante para mí en el mundo. La belleza es lo contrario de la vulgaridad y también lo contrario del mal. La belleza no va muy de la mano con la sabiduría. Cuando yo digo belleza digo amor y digo eternidad. O de la aceptación que implica eternidad. No estoy hablando en estos casos de términos de bien y mal. El mal nunca puede triunfar porque es un error, un olvido del bien. Si el creador no hubiese querido que el demonio existiera, éste no existiría. El demonio no puede crear nada, sólo puede deformar. Desde el punto de vista cristiano lo que es es bueno, pero puede ser corrompido.
-Y a vos anoche en la plaza se te fue el desencanto.
-Me abandonó. A mí lo que me abandonó del todo fue el desencanto y entonces los arreglos manieristas no pueden ir. Me olvidé que no se puede acariciarle las tripas a nadie sin el azul completo.
-¿Ah, era eso? -saltó Franco. -¿El culo de la negra?
Entonces Leonardo se agarró la entrepierna igual que en una barrera futbolística y trató de sonreír:
-¿No te quedás un rato, Juana? Y con ustedes nos vemos mañana en el estudio para poner el funk. No fim tudo dá certo.
15 / ELLA
-Y pinté la frase de Epicteto y quedé nocau y después soñé que le acariciaba el lomo a la humanidad emputecida y dije que mi costilla celeste era negra.
-Pero lo que es muy fuerte es que la negra te haya mandado decir que no la junaras así.
-Esa mujer sabe más de la serpiente que Delmira Agustini -volvió a agarrar las hojas de la columna que acababa de terminar Leonardo. -Y es en El prisionero de la parada 2 que el Darno escribe Es un vals es un vals no un lamento / un momento en tu nombre mujer / es el tiempo de treinta caricias / y los giros del atardecer.
Entonces Juana clavó el perfil en el raso lunar de la ventanita del altillo y cantó como si siguiera amamantando a un Esposo:
-Yo juré tu servir en secreto / en las nalgas del amanecer / desde el faro y la Isla de Lobos / ya me dio la razón otra vez. ¿Y cómo fue que pusiste después?
-Y cuidado que estamos contemplando nada más que el ir de vuelo -según declaraciones del propio Darno -de un supuesto prisionero que espera a su pareja fogosísimamente montado en el voltaje cósmico. Y es aquí donde la conexión con San Juan de la Cruz abandonaría el balbuceo para adiamantarse encandilantemente. Lo que se confirma en el recitado que precede al octavo tema del programa, Del rojo pelo, con la primera de las Canciones del alma que inaugura el ascenso a la libertad plena. Pero no les puedo pedir a los Curotto que entiendan eso.
-Y lo del cambio de los arreglos ni hablar.
-¿Y lo de la carta a Mariano Moreno? ¿Vos sabías que cuando el padre de Franco nos leía a Herrera y Reissig y a Lorca yo me aprendí Oblación abracadabra y me sentaba a recitarlo abajo de la estatua de Artigas en la plaza? Tendría cinco años.
-Entonces nos está pasando algo.
-Lo único que yo sé de verdad es que acaban de repartirme una baraja luminosa.
-Mejor podrías decir de repartirnos.
-Es verdad. Y lo otro que sé es que el disco se complicó salado.
-¿Y qué vas a hacer con ella?
-¿Con la negra?
-Y con el chiquilín. ¿No le prometiste enseñarle a tocar el piano y acompañarlo a visitar al amigo preso?
-Yo no le prometí nada.
-Pero dijiste que ahora ya no podías abandonar a nadie. ¿Fue en un sentido musical, nomás? ¿Un disco que esté muy bien por el azul completo y chau?
-Pero nos costaría perder el contrato y quedarnos en bolas con el Laboratorio. Ahora parece que los tíos de Franco piensan vender la casa cuando lleguen.
-Yo no creo que Federica vaya a rescindirte nada. Ya te agarró. Preferiría matarte antes que soltarte, loco.
-Eso suena a telenovela posmoderna.
-Uau. Sería un terrible material para una blognovela. A Zen le va a encantar. El problema es quién carajo va a escribirla si te matan a vos.
16 / ORO
-¿Pero vos escuchaste los disparates que cantó anoche antes que J.R. apareciera en la tele? -se encerró Federica con Franco en una oficina del estudio mientras Leonardo y Juana grababan el funk. -Yo me hice la boluda pero todavía me erizo. El pibe tiene veinticinco años y se ve canas en las alas.
-Pero esos son pedazos de un tema que le empezó a llegar en el sanatorio. A mí me encanta lo de los tres tristes ojos y los huevos de estrella. No te olvides que durante la operación tuvo una muerte clínica y hasta se vio desde arriba y todo. Como en los programas de Sueiro.
-Sí. Y El salmón de Calamaro que no quiere cagar en el mar. Esos son nada más que superdelirios de un delirante. Ya está comprobadísimo.
-Lo qué.
-Que toda la onda new-age los hace alucinar con que van por un túnel y cuando están por pisar la Disneylandia celestial aparece Caperucita y los manda a pelear de vuelta con el lobo.
-Yo creo en Dios.
-Ta buenísimo. En la era del wind-surf cada cual cree en lo que quiere y el mercado cotiza. Pero aunque el tipo sea oro firma el contrato y cumple. Se cuida. Somos mercadería. A mí me da lo mismo que vendan a Tinelli o a Ricky Martin o a Lionel Messi o a la Virgen de Salta. Pero si vos querés llegar a ser mi asistente de producción lo tenés que cuidar.
Federica le hizo burbujear las córneas agusanadas al hombre-gnomo con un solo cruce de tacos y murmuró:
-¿Comiste?
-Sí. Trajimos bizcochitos pa tomar con matecito y grapamiel Vesubio. Al Flaco Jefe le vino carraspera con el baño de luna.
-Mirá que yo en mi catering tengo sopa de almejas y todo. Y decile al Flaco Jefe que no siga rompiendo los huevos con el barrio Vigía y el Mago y Maracaná y el río de libertad del Obelisco. ¿Leíste El evangelio de Judas?
-Lo viché en Internet.
-Está muy bueno. ¿Sabés cuál fue la única frase top que escribió Galeano en su vida? Que Dios se le cayó por el aujerito de un bolsillo del pantalón. Esas cosas que podés leer cagando y van contra lo sagrado se venden más que la Coca-Cola y los celulares juntos.
-Tengo que aprender mucho.
-¿Alguna vez sentiste ganas de no haber nacido?
Entonces el representante artístico que salía de gramillero en carnaval con una galera azul y blanca a rayas sonrió como si llorara:
-Pero para zafar de esa pálida tenés que vivir en una torre donde siempre haya luna.
-Sí. La joda es que esa torre se la trajeron nada más que los reyes a Jesús. Y la gente envidiosa lo echó de Disneylandia.
13 / LA DESNUDEZ
Cuando llegaron los Curotto Leonardo leyó la columna sobre Darnauchans que acababa de mandarle a Zen para completar la resonancia magnética cultural anunciada en el blog del Laboratorio y confesó:
-Parece joda, pero recién ahora siento que el mejor disco del Darno es Entre el micrófono y la penumbra. Porque se rinde cantando en vivo como reconociendo que nunca va a poder hacer lo que quiso en un estudio y sin embargo la única forma de festejar la derrota y no darse por vencido era tenerse fe y dejar que apareciera esta desnudez.
-Desnudez -sonrió ambiguamente Juana. -Y eso es lo que te parece sosegador.
-Perdón -levantó un palillo de la batería el Curotto chico. -¿No podrías releer el principio del subtítulo Balbucear?
-Balbucear -reordenó las hojas Leonardo, ofreciendo el primero de sus clásicos encorvamientos de culpabilidad más perruna que infantil. -A principios de la década del 80 Darnauchans es autorizado para reaparecer en público y presenta en el Teatro del Notariado el disco Zurcidor, cuyos cinco primeros surcos -Resumen, Como los desconsolados, Balada de la vuelta del juglar, Balada para una mujer flaca y Pago- compactan una saga del abandono más abismal que la del propio pozo onettiano, donde por lo menos al semideshecho Eladio Linacero le alcanza el aliento para sonreír en paz au bout de la nuit.
-¿Y lo del manierismo cómo es?
-Y las cinco canciones están fechadas entre 1978 y 1980. Pero además campea un manierismo armónico y rítmico que retuerce y complejiza brueghelianamente la atmósfera de aquellos primeros trabajos donde ni los romances de joglería, las trovas de amor y desdenes o la insuperable ironía del festejo del propio velatorio en la yocástica Ni siquiera las flores, fueron capaces de amputar del todo por lo menos una frescura danzante.
-Lo que no entiendo bien es por qué lo comparás con Zitarrosa y con Dino.
-Porque después de Zurcidor siguió tratando de no renunciar al mandamiento máximo del capitanato -enderezó los pechos gimnásticamente Juana como para no adherir al ovillamiento ya ojicerrado de Leonardo. -Hay que resucitar.
-Perdón -retorció la gorra Franco mientras cruzaba hasta la escalerita. -Sobró para otros tres fainás y además no tengo ganas de escuchar discusiones. El Flaco Jefe piensa que las bases que pusieron esta semana no tienen luna.
-Y además ya no me siento abandonado. Yo ya no puedo abandonar a nadie.
El hombre-gnomo se fue cantando el funk y la actriz le pidió permiso al muchacho que había usado demasiado champú para vichar el artículo.
-No te olvides que el Darno dio tantas vueltas que terminó dejando por la mitad el disco donde iban Del rojo pelo y Sin perder el tiempo para meterse con el Zurcidor -se agachó el otro Curotto a prender el equipo. -Pero está todo bien.
-El problema es que este disco tiene que estar muy bien -sonrió Leonardo, pálido.
14 / EL SOSIEGO
-Lo que se me ocurrió en la plaza fue el arreglo de Ángel -esperó a que llegara Franco Leonardo. -Un teclado fijo y chau. Algo que no te deje bailar, como contaban que pasó cuando los Beatles le metieron las cuerdas a Yesterday.
-Pero eso ya nos traería otro lío con Federica.
-Capaz que alguien le explica que Yesterday se escuchó más que todas las otras canciones juntas y se entusiasma un poco. Yo lo que necesito es que el teclado eyacule una PAX-LUX como la que el Darno mete recitando a San Juan de la Cruz en Entre el micrófono y la penumbra. Justo antes de cantar Del rojo pelo. A ver, Juanita.
-En una noche oscura -se sostuvo un pezón la actriz, enfocando la ventana redonda del altillo- con ansias, en amores inflamada, / ¡oh dichosa ventura!, / salí sin ser notada / estando ya mi casa sosegada.
-Y en la filmación que le hace un argentino en la época del disco donde sobrevive Del rojo pelo el Darno dice que no cree en ningún más allá personal. Y quince años después declara que se considera comunista y católico. Aunque ya en Pago había llegado a balbucear una visión del paso del Amado y le había pedido al padre: Enciende luz consuélame di que no hay nada en la oscuridad di no hay diablo no hay diablo no hay diablo. Diablo: depresión congénita y locura de la madre y la prohibición de cantar que le encaja el fascismo tres días antes de la muerte del padre. No puede contra eso. Pero sigue en el ring y termina resucitando con la voz reventada.
-Leé lo que dice en el reportaje que le hace Presa en el 95. Cuando le pregunta si se puede trascender la realidad del desencanto.
-En un momento dice que lo importante de esa otra realidad que llamamos creación artística es poder compartirlo con los demás. Porque existe una cosa que se llama belleza y que viene a ser lo más importante para mí en el mundo. La belleza es lo contrario de la vulgaridad y también lo contrario del mal. La belleza no va muy de la mano con la sabiduría. Cuando yo digo belleza digo amor y digo eternidad. O de la aceptación que implica eternidad. No estoy hablando en estos casos de términos de bien y mal. El mal nunca puede triunfar porque es un error, un olvido del bien. Si el creador no hubiese querido que el demonio existiera, éste no existiría. El demonio no puede crear nada, sólo puede deformar. Desde el punto de vista cristiano lo que es es bueno, pero puede ser corrompido.
-Y a vos anoche en la plaza se te fue el desencanto.
-Me abandonó. A mí lo que me abandonó del todo fue el desencanto y entonces los arreglos manieristas no pueden ir. Me olvidé que no se puede acariciarle las tripas a nadie sin el azul completo.
-¿Ah, era eso? -saltó Franco. -¿El culo de la negra?
Entonces Leonardo se agarró la entrepierna igual que en una barrera futbolística y trató de sonreír:
-¿No te quedás un rato, Juana? Y con ustedes nos vemos mañana en el estudio para poner el funk. No fim tudo dá certo.
15 / ELLA
-Y pinté la frase de Epicteto y quedé nocau y después soñé que le acariciaba el lomo a la humanidad emputecida y dije que mi costilla celeste era negra.
-Pero lo que es muy fuerte es que la negra te haya mandado decir que no la junaras así.
-Esa mujer sabe más de la serpiente que Delmira Agustini -volvió a agarrar las hojas de la columna que acababa de terminar Leonardo. -Y es en El prisionero de la parada 2 que el Darno escribe Es un vals es un vals no un lamento / un momento en tu nombre mujer / es el tiempo de treinta caricias / y los giros del atardecer.
Entonces Juana clavó el perfil en el raso lunar de la ventanita del altillo y cantó como si siguiera amamantando a un Esposo:
-Yo juré tu servir en secreto / en las nalgas del amanecer / desde el faro y la Isla de Lobos / ya me dio la razón otra vez. ¿Y cómo fue que pusiste después?
-Y cuidado que estamos contemplando nada más que el ir de vuelo -según declaraciones del propio Darno -de un supuesto prisionero que espera a su pareja fogosísimamente montado en el voltaje cósmico. Y es aquí donde la conexión con San Juan de la Cruz abandonaría el balbuceo para adiamantarse encandilantemente. Lo que se confirma en el recitado que precede al octavo tema del programa, Del rojo pelo, con la primera de las Canciones del alma que inaugura el ascenso a la libertad plena. Pero no les puedo pedir a los Curotto que entiendan eso.
-Y lo del cambio de los arreglos ni hablar.
-¿Y lo de la carta a Mariano Moreno? ¿Vos sabías que cuando el padre de Franco nos leía a Herrera y Reissig y a Lorca yo me aprendí Oblación abracadabra y me sentaba a recitarlo abajo de la estatua de Artigas en la plaza? Tendría cinco años.
-Entonces nos está pasando algo.
-Lo único que yo sé de verdad es que acaban de repartirme una baraja luminosa.
-Mejor podrías decir de repartirnos.
-Es verdad. Y lo otro que sé es que el disco se complicó salado.
-¿Y qué vas a hacer con ella?
-¿Con la negra?
-Y con el chiquilín. ¿No le prometiste enseñarle a tocar el piano y acompañarlo a visitar al amigo preso?
-Yo no le prometí nada.
-Pero dijiste que ahora ya no podías abandonar a nadie. ¿Fue en un sentido musical, nomás? ¿Un disco que esté muy bien por el azul completo y chau?
-Pero nos costaría perder el contrato y quedarnos en bolas con el Laboratorio. Ahora parece que los tíos de Franco piensan vender la casa cuando lleguen.
-Yo no creo que Federica vaya a rescindirte nada. Ya te agarró. Preferiría matarte antes que soltarte, loco.
-Eso suena a telenovela posmoderna.
-Uau. Sería un terrible material para una blognovela. A Zen le va a encantar. El problema es quién carajo va a escribirla si te matan a vos.
16 / ORO
-¿Pero vos escuchaste los disparates que cantó anoche antes que J.R. apareciera en la tele? -se encerró Federica con Franco en una oficina del estudio mientras Leonardo y Juana grababan el funk. -Yo me hice la boluda pero todavía me erizo. El pibe tiene veinticinco años y se ve canas en las alas.
-Pero esos son pedazos de un tema que le empezó a llegar en el sanatorio. A mí me encanta lo de los tres tristes ojos y los huevos de estrella. No te olvides que durante la operación tuvo una muerte clínica y hasta se vio desde arriba y todo. Como en los programas de Sueiro.
-Sí. Y El salmón de Calamaro que no quiere cagar en el mar. Esos son nada más que superdelirios de un delirante. Ya está comprobadísimo.
-Lo qué.
-Que toda la onda new-age los hace alucinar con que van por un túnel y cuando están por pisar la Disneylandia celestial aparece Caperucita y los manda a pelear de vuelta con el lobo.
-Yo creo en Dios.
-Ta buenísimo. En la era del wind-surf cada cual cree en lo que quiere y el mercado cotiza. Pero aunque el tipo sea oro firma el contrato y cumple. Se cuida. Somos mercadería. A mí me da lo mismo que vendan a Tinelli o a Ricky Martin o a Lionel Messi o a la Virgen de Salta. Pero si vos querés llegar a ser mi asistente de producción lo tenés que cuidar.
Federica le hizo burbujear las córneas agusanadas al hombre-gnomo con un solo cruce de tacos y murmuró:
-¿Comiste?
-Sí. Trajimos bizcochitos pa tomar con matecito y grapamiel Vesubio. Al Flaco Jefe le vino carraspera con el baño de luna.
-Mirá que yo en mi catering tengo sopa de almejas y todo. Y decile al Flaco Jefe que no siga rompiendo los huevos con el barrio Vigía y el Mago y Maracaná y el río de libertad del Obelisco. ¿Leíste El evangelio de Judas?
-Lo viché en Internet.
-Está muy bueno. ¿Sabés cuál fue la única frase top que escribió Galeano en su vida? Que Dios se le cayó por el aujerito de un bolsillo del pantalón. Esas cosas que podés leer cagando y van contra lo sagrado se venden más que la Coca-Cola y los celulares juntos.
-Tengo que aprender mucho.
-¿Alguna vez sentiste ganas de no haber nacido?
Entonces el representante artístico que salía de gramillero en carnaval con una galera azul y blanca a rayas sonrió como si llorara:
-Pero para zafar de esa pálida tenés que vivir en una torre donde siempre haya luna.
-Sí. La joda es que esa torre se la trajeron nada más que los reyes a Jesús. Y la gente envidiosa lo echó de Disneylandia.
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