56 / Los magos los reciben con infinita bondad.
Ven desaparecer su amado bosque, que demorará centurias en retoñar, arrasado por el fuego.
Mortry les habla:
-Vuestro país ya no es tal y sería imposible reconstruirlo. Sé que ansían un lugar donde vivir, tierras para sembrar y animales que criar. Mañana vendrá alguien muy apreciado por quienes lo conocen, que solucionará vuestros problemas. Vayan a descansar que la jornada fue azarosa.
Los hombres máscara rodean la casa: luego de seguir las huellas de los fugitivos las perdieron allí mismo, en el pastizal.
Los aldeanos tiemblan de terror.
-Calma -dice Salma. -Recuerden que no pueden vernos
-Así incendiaran la pradera, estaríamos fuera del alcance de las llamas.
-¿Cómo puede ser, Nahala? -Tabeth está intrigadísima.
-¡Son los grandes poderes, amiga! -termina Laal.
Los invasores se marchan.
Los esclavos que pretendían tener han desaparecido.
Dwaak, el brujo, mira la escena en su esfera de ónix rechinando los dientes: el pueblo que quería oprimir se esfumó en la nada.
Profiere maldiciones espantosas y jura que no descansará hasta aniquilarlos, pero nunca podrá cumplirlo.
Porque hay leyes que desconocen que están reservadas a las fuerzas del bien y de la luz.
Mientras tanto, los campesinos miran la quema desde las terrazas.
Se despiden llorando de lo que nunca volverá.
57 / Al otro día Vlassa le pregunta a Nahala:
-¿Otra vez quedará aplazada tu unión con Laal? ¡Qué destino cruel! -dramatiza cómicamente. -¡Si esperan más serán viejos para engendrar bebés!
-¿Quién piensa en enlaces y en bebés después de lo que nos ha pasado? ¡Claro! ¡La señora está colmada y quiere que las demás la imitemos!
-¡Es lo más sensato! ¡Fíjate bien: antes de ser madre, serás gran mamá!
-¿Gran mamá de quién?
-¡De mis hijos, hermanita! ¡De mis hijos!
-¡Deja de burlarte, Vlassa! ¡Vete y déjame en paz!
Vlassa la conoce demasiado y sabe que cuando frunce el ceño no está para bromas y estallará furiosa.
Pero también sabe que cuando a pesar de su ceño fruncido levanta la comisura de los labios en una semi sonrisa, finge un enojo que no siente.
Las carcajadas de ambas ponen una nota festiva dentro de la tristeza.
-¿Ya podemos reír? Es buena señal... -Mortry se aleja complacido.
Por la noche, una luna plena y colosal alumbra los caminos de la llanura.
La quietud del paisaje reconforta sus espíritus.
-¿Por qué tendremos que seguir esperando para unirnos? Lo planeamos y algo se interpone. ¿Es capricho de los dioses, Nahala?
-No. Nada es capricho de las divinidades y todo tiene un motivo para ser o no. Verás que lo sabremos aunque la respuesta demore en llegar.
-¿Tú me amas?
-Sí. Perdona que no te lo he dicho con frecuencia, Laal, pero los hechos me desbordaron... Salir de aquel infierno con Baneth... -se estremece.
-Comprendo -le pasa el brazo por la cintura con cariño.
Ella se recuesta en su hombro y su perfume viril la seduce; desea estar con él eternamente.
Laal percibe el aroma a lavanda de su pelo y lo besa.
-¡Vaya! ¡Vaya! ¿Qué tenemos acá? ¿Un par de tontos jóvenes enamorados?
-¡Uno de estos días te estrangularé amistosamente, Druss!
-¡Te arrepentirías, Laal! ¡Mi castigo sería atroz! ¿Qué haríamos mis niños y yo sin este adorable juglar?
El rumor de unos cascos que trotan por el pedregal los hace asomarse al pretil.
El lomo de Kuyuk se platea con la radiación lunar.
Gnesen lo monta y los saluda levantando una mano.
En la otra tiene un objeto brillante y dorado que se empeña en mostrarles.
Es la campana.
-¡En mis apresuramientos me olvidé de ella! ¡Perdóname!
-La rescaté de abajo de un montón de troncos quemados. ¡Tú no estabas como para pensar en campanas!
miércoles
32/ El Caldero de la Bruja [Anna Rhogio] - La novela WEB de magia y hechicería para niños
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1 comentario:
GRANDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
TE QUEREMOS DESDE CANARIAS
Adriana y Sofi
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