domingo

TE LO DICE PERIQUITO


BASTA DE ELIMINARNOS SOLOS


Ayer, sábado 14 de junio de 2008 la selección uruguaya perdió dos puntos de oro porque su entrenador, el “maestro” (de escuela) Oscar Washington Tabárez se encaprichó en seguir poniendo un golero que fue muy bueno pero que, como todo el mundo sabe, no está en su mejor forma. Lo sabe todo el mundo incluidos Oscar Washington Tabárez y el propio golero, Fabián Carini.

¿Pero qué era lo que le importaba más al conductor de nuestra selección, que representa nada más ni nada menos -Obdulio Varela dixit- que a las alegrías y las tristezas de su pueblo? Lo que le importaba más al director técnico era demostrar su poder conductor. Ya le ha pasado muchas veces, como cuando no ponía encaprichadamente a Nacho González, por ejemplo. Y generalicemos de una vez: a los que dirigen la cultura del “establishment” les importa, antes que nada y más acá o más allá de su capacidad personal, el lustre de su ego.

El 1 de setiembre de 1939, Juan Carlos Onetti escribía en la jovencísima y todavía no anquilosada Marcha, con el seudónimo de Periquito el Aguador:

Estamos en pleno reino de la mediocridad. Entre plumíferos sin fantasía, graves, frondosos, pontificadores con la audacia paralizada. Y no hay esperanzas de salir de esto. (...) En ese sentido -y en tantos otros que poco nos importan- vivimos la más pavorosa de las decadencias, la más disgustante de las confusiones.

Claro que Onetti hablaba de literatura y a esa altura ya se cagaba en el fútbol, que tanto lo había apasionado en la adolescencia. Pero quien escribe estas líneas nació y se va a morir con el defecto de no poder cagarse en nada celeste, y a veces hasta le importa más el fútbol que el arte.

Y además nosotros pensamos, al contrario que Periquito el Aguador, y basándonos precisamente en el reconocimiento mundial que logró con el tiempo la obra del propio Juan Carlos Onetti, que hay esperanzas de salir de esto.

Porque la pureza de pensamiento, que es quien conduce a la gracia de profundidad, siempre pudo ir más lejos que el enanismo provinciano.

A veces cuesta creerlo, pero es la pura verdad. Y por eso hay que creerlo.

HUGO GIOVANETTI VIOLA

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+