viernes

IDEA VILARIÑO - LAS LETRAS DE TANGO (44)

 EL AMOR (1)

 

Al decir del amor, se supone todo aquello que le es inherente y tributario: la traición, el hastío, el olvido, los consiguientes rencores, súplicas, arrepentimientos, odios, venganzas, crímenes diversos; algunas veces, la felicidad.

 

Las relaciones entre el hombre y la mujer han sido siempre alimento favorito de la literatura. Es claro que cobran mayor interés poético y dramático cuando son conflictuales. Por eso tanto en la literatura como en los tangos el amor feliz no es una motivación muy atendida. Hay letras de tango dedicadas a él, pero en comparación son escasas: Noviecita mía, Cuando el corazón, Mi piba, Prisionero, Es posible que el vals, más sentimental, más liviano, menos dramático, cante más amores felices: Añoranzas, Ensueño, Luna de arrabal. De las que se puede atribuir al tango habría que deducir aun aquellas que cantan un amor feliz pasado, lo que está hablando de caducidad y les pone una carga de melancolía. Es el caso de En voz baja.

 

Entre la arboleda

de las viejas quintas

y en el miserable

cine de arrabal

yo besé tus manos

y de amor temblando

nos fuimos amando

casi sin hablar.

 

La tercera estrofa, que citamos en segundo término, pone en tiempo presente la culminación de esa dicha, pero el resto de la historia está contado en riguroso, lejano pasado.

 

El gran proveedor de argumentos es, pues, el fracaso amoroso incluidas sus contadas variantes. Vamos a ver solamente aquellas que han hecho tradición en el tango, que se han multiplicado en letras a veces comerciales pero a menudo creadoras y que por un nuevo matiz, su mejor expresividad, su calidad, su música, han vuelto a decirlo como por vez primera. Lo que podría ser el tema, el amor, rara vez se trata generalizando o abstrayéndolo. Lo que repasaremos de modo bastante esquemático son los motivos que se centran en él, y sus variantes.

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