martes

JOSEPH CAMPBELL - EL HÉROE DE LAS MIL CARAS (118)


CAPÍTULO I / EMANACIONES

5. LA TRANSFORMACIÓN DE LO UNO EN LO MÚLTIPLE (4)

Los mitos ilustran incansablemente el punto de que el conflicto en el mundo creado no es lo que parece. Tiamat, aunque muerta y desmembrada, no queda deshecha. Si la batalla pudiera verse desde otro ángulo, el monstruo del caos aparecería deshecho por su propio acuerdo, y sus fragmentos se hubieran colocado en los lugares correspondientes por su cuenta. Marduk y toda su generación de divinidades no eran más que partículas de la sustancia de ella. Desde el punto de vista de esas formas creadas, todas se lograron gracias a un brazo poderoso en medio del peligro y del dolor. Pero desde el punto de vista del centro de la presencia emanadora, la carne cedió voluntariamente y la mano que la hirió no era, en última instancia, más que un agente de la voluntad de la misma víctima.

Aquí está la paradoja básica del mito: la paradoja del foco dual. Así como al iniciarse el ciclo cosmogónico es posible decir: “Dios no interviene” pero al mismo tiempo: “Dios es el creador, protector, destructor”, así en esta coyuntura crítica en que lo Uno se convierte en muchos, el destino “sucede”, pero al mismo tiempo “es provocado”. Desde la perspectiva de la fuente, el mundo es una armonía majestuosa de formas que se vierten en el ser, estallan y se disuelven. Pero lo que experimentan estas creaturas que pasan velozmente es una terrible algarabía de dolor y de gritos de batalla. Los mitos no niegan esta agonía (la crucifixión); revelan por dentro, por detrás y alrededor de ella la paz esencial (la rosa celestial). (50)

El cambio de la perspectiva del reposo de la Causa central a la turbulencia de los efectos periféricos está representado en la caída de Adán y Eva desde el Jardín del Edén. Comieron la fruta prohibida, y “abriéronse los ojos de ambos”. (51) La felicidad del Paraíso se cerró ante ellos y contemplaron lo creado desde la otra parte del velo que lo transformaba. De ahí en adelante deberían experimentar lo inevitable como algo difícil de ganar.

Notas

(50) Ver Dante, “Paraíso”, XXX-XXXII. Esta es la rosa abierta por la cruz a la especie humana.

(51) Génesis, 3:7.

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