ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
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La nueva película de John Michael McDonagh, Calvary,
un drama siniestramente cómico, empieza con una audaz amenaza.
En una pequeña parroquia de irlanda, un hombre le dice al padre James, en medio de su confesión, que ponga en orden todos sus asuntos, pues el mismo penitente planea asesinarlo el domingo siguiente. Así empieza el misterio previo a un asesinato. Durante la semana siguiente, el sacerdote se reunirá con los distintos sospechosos de su feligresía.
Después de El irlandés, Calvary es la segunda película escrita y dirigida por John Michael Mcdonagh, y aun siendo extremadamente ingeniosa, se adentra en un territorio moral y emocionalmente complejo. El argumento sigue la línea de un thriller tradicional cambiando el “¿quién lo ha hecho? por el ¿quién lo hará?, en el que el sacerdote tiene que descubrir cuál de sus feligreses va a matarlo, al tiempo que aprende a vivir con sus directrices sin resolver, su ministerio y su búsqueda personal de compresión e influencia, el límite de tiempo de siete días.
El tic-tac del reloj de la trama es una referencia al Yo confieso de Hitchchock y las cinco etapas de la aflicción, basadas en el modelo de la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Calvary queda fuera de los límites normales del género del crimen, ya que su personaje principal es impulsado por la virtud, y lo normal en un thriller es que el impulso narrativo provenga de antihéroes o villanos. Según McDonagh, concibió Calvary como un reflejo de los problemas que suceden en todo el mundo, no solo en Irlanda.
Gracias al guión se incorporaron al proyecto los productores de Reprisal Films, Chris Clark y Flora Fernández-Marengo, que habían participado en El irlandés.
Según el productor James Flynn, que se incorporó al proyecto, también atraído por el guión, al iniciar la producción, es una película ensamblada de una manera brillante que, aparte del componente thriller, tiene un relato conmovedor sobre la familia, la edad, el amor y la disfunción. Tiene un argumento amplio que cubre muchos aspectos y temas.
La película enlazó un amplio repertorio de hilos artísticos, literarios y cinematográficos para crear un relato profundamente estructurado en el que la oscuridad existencial se disuelve en la comedia macabra y vicebersa. McDonagh nos cuenta que el es anárquico, siniestro e hiriente, al estilo de Buñuel. La filosofía se inspira en Jean Améry; el estilo trascendental, en Robert Bresson; y la puesta en escena, en Andrew Wyeth.
El rodaje duró 29 días y se llevó a cabo en la aldea de pescadores de Easkey, en el condado de Sligo, Irlanda.
PADRE E HIJA
Un año antes de empezar la producción, Jina Jay, directora de reparto, estaba decidida a reunir al elenco de actores, y aunque Mcdonagh tenía una idea previa bastante clara de a qué actor quería para cada papel, conseguir a la persona adecuada en el momento indicado fue todo un reto.
El papel del padre James fue fácil de cubrir, Brendan Gleeson, que había estado al lado de McDonagh cuando este imaginó la historia, ya estaba confirmado.
James, antes de ser sacerdote, era un hombre laico casado y con una hija hasta que su mujer fallece y la crisis del momento provoca en él un cambio espiritual. Desde entonces, está consagrado a un ideal que había perdido hacía mucho; mantenerse decente, inquebrantable y comprensivo en un mundo donde estas virtudes pueden parecer completamente absurdas.
Aunque sus parroquianos dejan claro que ponen en duda sus ideales metafísicos y la arrogancia de su autoridad, James persiste en su deseo de consolar a los enfermos, ayudar a los desesperados y absolver los pecados de su parroquia, que no paran de aumentar.
A Gleeson lo que le atrajo del personaje de James es que es un hombre que cree en ser bueno y aspira a la decencia y a la humildad. Gleeson se metió mucho en el papel hasta el punto de verse afectado emocionalmente por su historia.
Gleeson trabajó muy estrechamente con Kelly Reilly, que encarna a Fiona, la hija del sacerdote. Fiona acaba de salir de un fallido intento de suicidio que la deja muy viva pero traumatizada. Para James, la presencia de su hija se convierte en una especie de catarsis, en su doble condición de padre natural y espiritual.
Lo que más atrajo a Reilly de Fiona es su evidente aunque fracturada fortaleza, la comprendió inmediatamente. No se sabe qué la arrastró a suicidarse, simplemente apareció perdida en el pueblo. Tiene muchos problemas a los que hacer frente y uno de los principales es la relación que tiene con su padre. Fiona ve un abismo insalvable entre los dos y considera una especie de traición por su parte abandonar la vida familiar y hacerse sacerdote, aún así sigue existiendo un amor entre ellos que es lo que la ha ayudado a mantenerse a flote.
HACE FALTA UNA ALDEA (Y SOSPECHOSOS)
Cualquiera de los miembros del rebaño del padre James podría estar detrás de la amenaza de muerte, ya que la población parece estar en efervescencia.
El carnicero local, Jack, interpretado por Chris O’Dowd, es un maltratado marido de una mujer incorregiblemente promiscua. Jack lucha contra dos complejos: invisibilidad e inferioridad. Es el cornudo de la comunidad. Ha estado compartiendo a su mujer con otro hombre y por ello todos le miran por encima del hombro, teniéndole lástima. Todos lo pisotean. Tiene ideas como la devoción y la fe firme que son aparentemente incompatibles con la sociedad actual. Le cae bien el sacerdote, aunque no le trate bien del todo.
Michael Fitzgerald, interpretado por el cómico irlandés Dylan Moran, es un rico al que no le falta de nada excepto sentido para su vida. Vive solo en su enorme y tétrica mansión, con sus armas y sus caballos. Echa a todos de su lado porque es incapaz de ser honrado, lo que le hace tener un vacío en el núcleo de su vida. Con todo, Michael alberga un vestigio de fe. Según el Moran, Michael ansía desesperadamente hablar con alguien abierta y honradamente, pero le da miedo el coste emocional.
El médico local, el doctor Frank Hater, interpretado por Aidan Gillen, es francamente insensible, no tiene mucho corazón. Tiene mucha labia y es totalmente realista. Es un observador frío e imparcial que se sienta a ver cómo la gente se encamina hacia la tumba. En su opinión no tiene sentido ponerse nervioso ni quedarse paralizado por ningún tipo de histeria. Aun así es un entusiasta rival filosófico del padre James que argumenta su punto de vista de forma hiriente cada vez que ve la oportunidad.
Emmt Walsh interpreta a Gerard Ryan, un venerable novelista norteamericano expatriado que vive en una isla de la zona semirrecluido, mientras contempla el final de sus días, ya que, aparentemente, está en las últimas. No se sabe mucho de por qué Gerard fue a Irlanda, aunque probablemente sea para huir de algo o estar más cerca de algo. Le es fácil hacer amigos pero por su naturaleza se inclina por la soledad. El padre James le visita una vez por semana para llevarle suministros y tienen una relación intelectual.
Isaach de Bankolé interpreta a Simon Asamoah. Un inmigrante mecánico desconocido en el pueblo que está en desacuerdo con el sacerdote; sobre todo cuando éste le pregunta cómo trata a su nueva “novia”, la esposa del carnicero. Simon es una persona espiritual, un verdadero católico. Dios le gusta, pero no la forma que tiene la iglesia de infiltrarse en las vidas de las personas. Piensa que que la gente debería ser libre de hacer lo que quisiera, pero respetando a los demás.
Teresa, interpretada por Marie-Josée Croze, es una turista francesa que se tropieza con el padre James cuando está administrando los últimos sacramentos para su marido, que ha sido mortalmente herido en un accidente de coche. En medio de su propia tragedia, se une a James en su compromiso con la primacía de la fe y habla con él sobre Dios, la vida y la muerte y le da consuelo. Los dos tienen una extraña intimidad espiritual. Teresa es un personaje que intenta racionalizar lo irracional.
Domhnall Gleeson, el hijo de Brenda, interpreta a Freddie Joyce, el asesino múltiple local condenado a cadena perpetua. Freddie arrastra al padre James a los rincones más tenebrosos del daño y la indiferencia humanos. El joven está impulsado a violar, asesinar e incluso a cometer canibalismo. Su papel era el de hundir aún más al padre James y hacerle dudar de la naturaleza del amor, de dios y del perdón.
El padre Timothy Leary, interpretado por David Wilmot, el es coadjutor del padre James, y a menudo se mantiene al margen de todo. Es un clérigo ligeramente inepto con escaso gusto por la meditación. Es un tipo normal un tanto desorientado que se encuentra en el lugar equivocado. Quiere ganarse al sacerdote pero no sabe cómo y nunca lo conseguirá. Es una persona mediocre y no para de escuchar que él es toda una decepción.
Brendan Lynch, interpretado por Pat Shortt, es un camarero indignado. Detesta muchas de las cosas que están pasando con los bancos y la crisis financiera y, en cierto modo, le echa la culpa al sacerdote.
El policía local, inspector detective Gerry Stanton, interpretado por Gary Lydon, es otro de los sospechosos. Es un cínico en cuanto a la forma en que funcionan las cosas. Es un rebelde y un inconformista.
Milo, interpretado por Killian Scott, suspira por conseguir el amor, o por lo menos con la oportunidad de acostarse con alguien. El padre james es la única persona con la que puede hablar de sus problemas, que son inhabituales y retadores. No es una persona muy reflexiva ni socialmente competente.
Veronica, interpretada por Orla O’Rourke, es la provocadora e infiel esposa del carnicero. En realidad es una persona triste, está sola y busca amor… pero si no lo encuentra, se conforma con cualquier forma de atención. El sacerdote intenta sacar bondad de la gente, incluida ella.
Completando el elenco encontramos a Owen Sharpe, interpretando a Leo Vida Alegre, el chapero. David McSavage interpretando al obispo Montgomery, el consejero eclesial del padre james. Y Micheál Óg Lane, interpreando al descarado monaguillo y artista de bocetos, uno de los pocos confidentes del padre James.
En una pequeña parroquia de irlanda, un hombre le dice al padre James, en medio de su confesión, que ponga en orden todos sus asuntos, pues el mismo penitente planea asesinarlo el domingo siguiente. Así empieza el misterio previo a un asesinato. Durante la semana siguiente, el sacerdote se reunirá con los distintos sospechosos de su feligresía.
Después de El irlandés, Calvary es la segunda película escrita y dirigida por John Michael Mcdonagh, y aun siendo extremadamente ingeniosa, se adentra en un territorio moral y emocionalmente complejo. El argumento sigue la línea de un thriller tradicional cambiando el “¿quién lo ha hecho? por el ¿quién lo hará?, en el que el sacerdote tiene que descubrir cuál de sus feligreses va a matarlo, al tiempo que aprende a vivir con sus directrices sin resolver, su ministerio y su búsqueda personal de compresión e influencia, el límite de tiempo de siete días.
El tic-tac del reloj de la trama es una referencia al Yo confieso de Hitchchock y las cinco etapas de la aflicción, basadas en el modelo de la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Calvary queda fuera de los límites normales del género del crimen, ya que su personaje principal es impulsado por la virtud, y lo normal en un thriller es que el impulso narrativo provenga de antihéroes o villanos. Según McDonagh, concibió Calvary como un reflejo de los problemas que suceden en todo el mundo, no solo en Irlanda.
Gracias al guión se incorporaron al proyecto los productores de Reprisal Films, Chris Clark y Flora Fernández-Marengo, que habían participado en El irlandés.
Según el productor James Flynn, que se incorporó al proyecto, también atraído por el guión, al iniciar la producción, es una película ensamblada de una manera brillante que, aparte del componente thriller, tiene un relato conmovedor sobre la familia, la edad, el amor y la disfunción. Tiene un argumento amplio que cubre muchos aspectos y temas.
La película enlazó un amplio repertorio de hilos artísticos, literarios y cinematográficos para crear un relato profundamente estructurado en el que la oscuridad existencial se disuelve en la comedia macabra y vicebersa. McDonagh nos cuenta que el es anárquico, siniestro e hiriente, al estilo de Buñuel. La filosofía se inspira en Jean Améry; el estilo trascendental, en Robert Bresson; y la puesta en escena, en Andrew Wyeth.
El rodaje duró 29 días y se llevó a cabo en la aldea de pescadores de Easkey, en el condado de Sligo, Irlanda.
PADRE E HIJA
Un año antes de empezar la producción, Jina Jay, directora de reparto, estaba decidida a reunir al elenco de actores, y aunque Mcdonagh tenía una idea previa bastante clara de a qué actor quería para cada papel, conseguir a la persona adecuada en el momento indicado fue todo un reto.
El papel del padre James fue fácil de cubrir, Brendan Gleeson, que había estado al lado de McDonagh cuando este imaginó la historia, ya estaba confirmado.
James, antes de ser sacerdote, era un hombre laico casado y con una hija hasta que su mujer fallece y la crisis del momento provoca en él un cambio espiritual. Desde entonces, está consagrado a un ideal que había perdido hacía mucho; mantenerse decente, inquebrantable y comprensivo en un mundo donde estas virtudes pueden parecer completamente absurdas.
Aunque sus parroquianos dejan claro que ponen en duda sus ideales metafísicos y la arrogancia de su autoridad, James persiste en su deseo de consolar a los enfermos, ayudar a los desesperados y absolver los pecados de su parroquia, que no paran de aumentar.
A Gleeson lo que le atrajo del personaje de James es que es un hombre que cree en ser bueno y aspira a la decencia y a la humildad. Gleeson se metió mucho en el papel hasta el punto de verse afectado emocionalmente por su historia.
Gleeson trabajó muy estrechamente con Kelly Reilly, que encarna a Fiona, la hija del sacerdote. Fiona acaba de salir de un fallido intento de suicidio que la deja muy viva pero traumatizada. Para James, la presencia de su hija se convierte en una especie de catarsis, en su doble condición de padre natural y espiritual.
Lo que más atrajo a Reilly de Fiona es su evidente aunque fracturada fortaleza, la comprendió inmediatamente. No se sabe qué la arrastró a suicidarse, simplemente apareció perdida en el pueblo. Tiene muchos problemas a los que hacer frente y uno de los principales es la relación que tiene con su padre. Fiona ve un abismo insalvable entre los dos y considera una especie de traición por su parte abandonar la vida familiar y hacerse sacerdote, aún así sigue existiendo un amor entre ellos que es lo que la ha ayudado a mantenerse a flote.
HACE FALTA UNA ALDEA (Y SOSPECHOSOS)
Cualquiera de los miembros del rebaño del padre James podría estar detrás de la amenaza de muerte, ya que la población parece estar en efervescencia.
El carnicero local, Jack, interpretado por Chris O’Dowd, es un maltratado marido de una mujer incorregiblemente promiscua. Jack lucha contra dos complejos: invisibilidad e inferioridad. Es el cornudo de la comunidad. Ha estado compartiendo a su mujer con otro hombre y por ello todos le miran por encima del hombro, teniéndole lástima. Todos lo pisotean. Tiene ideas como la devoción y la fe firme que son aparentemente incompatibles con la sociedad actual. Le cae bien el sacerdote, aunque no le trate bien del todo.
Michael Fitzgerald, interpretado por el cómico irlandés Dylan Moran, es un rico al que no le falta de nada excepto sentido para su vida. Vive solo en su enorme y tétrica mansión, con sus armas y sus caballos. Echa a todos de su lado porque es incapaz de ser honrado, lo que le hace tener un vacío en el núcleo de su vida. Con todo, Michael alberga un vestigio de fe. Según el Moran, Michael ansía desesperadamente hablar con alguien abierta y honradamente, pero le da miedo el coste emocional.
El médico local, el doctor Frank Hater, interpretado por Aidan Gillen, es francamente insensible, no tiene mucho corazón. Tiene mucha labia y es totalmente realista. Es un observador frío e imparcial que se sienta a ver cómo la gente se encamina hacia la tumba. En su opinión no tiene sentido ponerse nervioso ni quedarse paralizado por ningún tipo de histeria. Aun así es un entusiasta rival filosófico del padre James que argumenta su punto de vista de forma hiriente cada vez que ve la oportunidad.
Emmt Walsh interpreta a Gerard Ryan, un venerable novelista norteamericano expatriado que vive en una isla de la zona semirrecluido, mientras contempla el final de sus días, ya que, aparentemente, está en las últimas. No se sabe mucho de por qué Gerard fue a Irlanda, aunque probablemente sea para huir de algo o estar más cerca de algo. Le es fácil hacer amigos pero por su naturaleza se inclina por la soledad. El padre James le visita una vez por semana para llevarle suministros y tienen una relación intelectual.
Isaach de Bankolé interpreta a Simon Asamoah. Un inmigrante mecánico desconocido en el pueblo que está en desacuerdo con el sacerdote; sobre todo cuando éste le pregunta cómo trata a su nueva “novia”, la esposa del carnicero. Simon es una persona espiritual, un verdadero católico. Dios le gusta, pero no la forma que tiene la iglesia de infiltrarse en las vidas de las personas. Piensa que que la gente debería ser libre de hacer lo que quisiera, pero respetando a los demás.
Teresa, interpretada por Marie-Josée Croze, es una turista francesa que se tropieza con el padre James cuando está administrando los últimos sacramentos para su marido, que ha sido mortalmente herido en un accidente de coche. En medio de su propia tragedia, se une a James en su compromiso con la primacía de la fe y habla con él sobre Dios, la vida y la muerte y le da consuelo. Los dos tienen una extraña intimidad espiritual. Teresa es un personaje que intenta racionalizar lo irracional.
Domhnall Gleeson, el hijo de Brenda, interpreta a Freddie Joyce, el asesino múltiple local condenado a cadena perpetua. Freddie arrastra al padre James a los rincones más tenebrosos del daño y la indiferencia humanos. El joven está impulsado a violar, asesinar e incluso a cometer canibalismo. Su papel era el de hundir aún más al padre James y hacerle dudar de la naturaleza del amor, de dios y del perdón.
El padre Timothy Leary, interpretado por David Wilmot, el es coadjutor del padre James, y a menudo se mantiene al margen de todo. Es un clérigo ligeramente inepto con escaso gusto por la meditación. Es un tipo normal un tanto desorientado que se encuentra en el lugar equivocado. Quiere ganarse al sacerdote pero no sabe cómo y nunca lo conseguirá. Es una persona mediocre y no para de escuchar que él es toda una decepción.
Brendan Lynch, interpretado por Pat Shortt, es un camarero indignado. Detesta muchas de las cosas que están pasando con los bancos y la crisis financiera y, en cierto modo, le echa la culpa al sacerdote.
El policía local, inspector detective Gerry Stanton, interpretado por Gary Lydon, es otro de los sospechosos. Es un cínico en cuanto a la forma en que funcionan las cosas. Es un rebelde y un inconformista.
Milo, interpretado por Killian Scott, suspira por conseguir el amor, o por lo menos con la oportunidad de acostarse con alguien. El padre james es la única persona con la que puede hablar de sus problemas, que son inhabituales y retadores. No es una persona muy reflexiva ni socialmente competente.
Veronica, interpretada por Orla O’Rourke, es la provocadora e infiel esposa del carnicero. En realidad es una persona triste, está sola y busca amor… pero si no lo encuentra, se conforma con cualquier forma de atención. El sacerdote intenta sacar bondad de la gente, incluida ella.
Completando el elenco encontramos a Owen Sharpe, interpretando a Leo Vida Alegre, el chapero. David McSavage interpretando al obispo Montgomery, el consejero eclesial del padre james. Y Micheál Óg Lane, interpreando al descarado monaguillo y artista de bocetos, uno de los pocos confidentes del padre James.
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