domingo

EUSTAQUIO SOSA (1939 / 2018)


¡QUÉ LOS PARIÓ A LOS GRINGOS PISOTEADORES Y A LOS PEORES URUGUAYOS!

Hugo Giovanetti Viola

Hermano Eustaquio: te escribo esta paginita como quien levanta una mano para despedir a un arcoiris que acaba de invisibilizarse dejándonos un resplandor tan inasible como imborrable en el bobo.

El año pasado fuimos hasta Colón junto con Álvaro Moure Clouzet para hacerte un celu-reportaje (que adjuntamos a esta nota) donde dijiste todo.

Esa noche también nos regalaste una versión de tu mítico gato Del Cardal, que en pocos días cosechó más de 7000 visitas en el muro de elMontevideano Laboratorio de Artes.

Fue un verdadero récord, y a tu propia hija Victoria le costó convencerse de que tu juglaría radicalmente oriental fuese capaz de hipnotizar a tanta gente de tan distintos países de habla hispana y no hispana.

Vivo muy cerca del Estadio Centenario, y en este momento escucho resonar ráfagas del show del extraordinario cantautor inglés Roger Waters preguntándome cuántas de las 50 mil personas que lo aplauden y reverencian saben quién fue Eustaquio Sosa o conocen algunas de tus canciones.

Este país da cada vez más vergüenza, porque vos también fuiste un extraordinario cantautor, y los versos Qué los parió a los gringos / que se nos vienen, que se nos vienén ya hace casi medio siglo que se nos quedaron irreversiblemente prendidos como abrojos en la memoria, para hablarlo en Atahualpa Yupanqui.

Y quienes escuchen el celu-reportaje que te grabamos aquella noche donde llovían relámpagos en tu humildísima casita de Colón comprenderán, antes que nada, que un hombre que afirma que tuvo la suerte de dormir en la calle y abrirse paso a puro güevo en las vinerías de la década de los 60 y durar inscribiéndose como oyente en la Facultad de Humanidades y terminar compartiendo escenario con algunas de las más grandes figuras del Cono Sur, siempre supo enfrentarse a la cultura hegemónica manijeada por el gringaje pisoteador sin posar como un agnóstico estético acomodaticio.

Hoy, más que nunca, asistimos a los pobres triunfos pasajeros de músicos nacionales que no hacen un legítimo arte mestizo sino un artecito desarraigado de las incanjeables y profundas raíces comunitarias para flotar inocuamente en una zona de confort neutral.

Y le tienen terror a las definiciones ideológicas que impliquen el religamiento irreversible o la adoración religiosa o la rotundidad política. A la fe, en una palabra.

Roger Waters, en cambio, anda levantando su puño comunista en cualquier escenario que le pinte y bancándose amenazas y escupidas y catalogaciones de activista new-age sin traicionar jamás a su estirpe beat raigal.

Y vos, Estaquio, te mandaste la patriada de parir con una enjoyada gracia digna del Siglo de Oro español tu canción cumbre, El guitarrero, una milonga que isomorfiza el trote de las bordonas encadenando insólitas rimas pareadas que terminan por denunciar con un artiguismo tan piadoso como peleador: Los rostros pobres / llanto salobre / boliche y caña / la pena extraña / dolor con dueño / humildes sueños / junta el madero / del guitarrero.

Y el madero era la cruz que aceptaste cargar desde la infancia.


https://www.youtube.com/watch?v=JmiYmrG8Pag

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+