domingo

CRISTINA BERTOLOTTO - NEUROCIENTÍFICA URUGUAYA SE DESTACA POR RECUPERACIÓN CON CÉLULAS MADRE


por Jorge Savia

La doctora que recuperó en EE.UU. a Diego Lugano y Matías Malvino mediante un moderno tratamiento que evitó que debieran recurrir a una intervención quirúrgica cuando rebeldes lesiones de rodilla parecían poner en riesgo la continuidad de sus trayectorias, viene ahora en forma periódica a Uruguay para atender casos de deportistas y pacientes en general que sufren problemas físicos similares a los de dichos futbolistas.

“Estoy haciendo tratamientos acá, vengo una vez por mes o cada mes y medio”, dijo la Dra. Cristina Bertolotto, salteña que desde hace 27 años está radicada en Los Ángeles: “Me invitaron a hacer un pos doctorado en Neurociencias en la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA); ahí me especialicé en la parte de desarrollo y envejecimiento del sistema nervioso, y empecé a interesarme en las células madres: hace 25 años que trabajo con ellas. Antes estas cosas no se hacían y en pocos años los atletas terminaban con una prótesis, de cadera o de rodilla; ahora eso se evita”.

La Dra. Bertolotto explicó que “un atleta al que le sacaron un pedazo de menisco, es una persona que va a tener artrosis en un plazo determinado, porque sobreexige las articulaciones, y para prevenir esa artrosis se deberían hacer estos tratamientos: una vez que se le sacó un pedazo de cartílago, deberían ponerle células madres para ayudar a regenerar el cartílago”. 

A su vez, la médico salteña precisó que “hay atletas que se recuperan de una cirugía de rodilla y en dos o tres semanas están jugando, pero a largo plazo van a tener lesiones graves por la falta del menisco; y eso puede evitarse, ayudando al cuerpo a regenerar la parte afectada con un tratamiento preventivo. Una vez cada uno o dos años, por ejemplo: para evitar que lleguen a un artrosis tipo 4, es un proyecto que estoy tratando de imponer entre los deportistas”.

Asimismo, la Dra. Bertolotto señaló que “con los tratamientos con células madres o con plasma rico en plaquetas (PRP), buscamos evitar algunos tipos de cirugía, que siempre es muy agresiva; por ejemplo, en algunos casos, si hay una lesión del ligamento cruzado anterior, se hace el tratamiento con células madres, se espera para ver cómo reacciona el organismo, y a veces se evita la cirugía”.

“Lo que se hace es poner las células madres o el plasma rico plaquetas para ayudar a la regeneración de los tejidos”, explicó, enfatizando que “en una artrosis tipo 4, que ya está hueso contra hueso, por ejemplo, para que el paciente empiece a sentir real mejoría lleva unos tres meses; y al año ya hay crecimiento del cartílago”.

El caso de Diego Lugano

Diego Lugano jugó por última vez con la selección en el debut de Uruguay en el Mundial de Brasil, el 14 de junio de 2014, ante Costa Rica; luego estuvo medio año inactivo y, tras someterse al tratamiento con células madres en Los Ángeles con la Dra. Bertolotto, de 2015 a hoy lleva jugados (en Hacken de Suecia, Cerro Porteño y Sao Paulo) 75 partidos.

“Mucha gente le había dicho que no podía seguir jugando, y mí me pareció que era demasiado; Diego (Lugano) viajó a Los Ángeles y a los cuatro meses de sufrir la lesión aguda en el Mundial, fue tratado por mí y el Dr. Steve Sampson, con quien trabajo, que es el que atiende a todos los atletas olímpicos de EE.UU. A los 30 días comenzó a trotar y correr, y cuatro meses después ya estaba entrenando a full, porque en la mayoría de los casos este tratamiento no limita al jugador a parar de hacer deporte. Al contrario, lo que se quiere es que el atleta empiece a movilizarse cuantos antes, porque cuando uno pone las células madres en el lugar de la lesión, necesitan diferenciarse y tomar forma de células musculares: ligamentos, tendones, hueso, cartílago, etc.; y el estímulo para eso es el ejercicio”.

Al igual que al ex capitán celeste, la Dra. Bertolotto fue clave también en la rehabilitación de Matías Malvino, que en el segundo semestre de 2016 volvió a Nacional desde el Lugano de Suiza y no estuvo a la orden ni un solo partido, mientras que en 2017, en Racing, disputó 19 sin sufrir problemas físicos.

“Cuando me vio, ya no estaba jugando; y es muy joven, pero había tenido una cirugía de rodilla a los 18 años, y eso lo llevó a lo que pasa normalmente: al jugador le sacan el menisco y con el tiempo se genera una artrosis. Matías hizo dos veces el tratamiento en seis meses y los resultados de su rodilla han sido increíbles”.

Lugano y Malvino se hicieron el tratamiento dos veces, porque sus lesiones eran muy grandes. "Pero depende de la lesión de cada paciente. Diego se hizo el segundo tratamiento al año, y Matías a los seis meses”, recordó la doctora, quien precisó que suele trabajar en conjunto con el Dr. Edgardo Barbosa, cardiólogo y deportólogo de Nacional y la selección, “y con los médicos de los equipos de las grandes ligas de fútbol de Europa, quienes también envían jugadores a atenderse con nosotros y el Dr. Steve Sampson en EE.UU.” 

La profesional uruguaya, “top” del mundo a nivel de Neurociencias y células madres, al extremo de que integró la comitiva que acompañó a Barack Obama en varios viajes que hizo cuando era presidente de EE.UU., precisó que “las células madres con las que trabajo son las del propio paciente (autólogas) y se encuentran en la médula ósea, no la médula espinal, sino la que está en la parte media de todos los huesos, pues es ahí donde hay mayor concentración de ellas: se pincha el hueso, las sacamos de ahí y las relocalizamos en el lugar donde se precisan”.

La Dra. Bertolotto indicó: “normalmente, sacamos médula ósea del hueso de la cadera, y luego se procesa en el laboratorio estéril donde se extraen las células madres; si es una lesión grande, se necesitan más células para reparar más tejido”.

Este tratamiento, incluso, sirve para la cura más rápida de los desgarros musculares, y también de algunos casos de pubalgia, dolencia rebelde que afecta a muchos futbolistas.

“En el caso del desgarro, este tratamiento acorta la recuperación por lo menos una semana, y una semana de Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Godín, por ejemplo, representa mucho para sus equipos; por eso digo que son tratamientos costosos, pero no inaccesibles: en comparación con los resultados, es mucho más costoso tener al futbolista inactivo”.

A su vez, la especialista advirtió que “este tipo de tratamientos los deben hacer personas idóneas; porque, como aparentan ser relativamente fáciles, se presta para que mucha gente se incline a hacerlos, a veces sin los conocimientos específicos, y eso puede perjudicar al deportista”.

Por eso, pues, la profesional salteña se refirió “a algo que hoy pasa muchísimo: los médicos van tres o cuatro días, toman un curso de células madres en Brasil, Argentina o Miami, y vuelven a su país y empiezan a trabajar; pero no tienen experiencia de la biología molecular a nivel de las células y, por lo general, un médico clínico hace años que no ve una célula y no sabe cómo funciona adentro”.

En ese sentido, la Dra. Bertolotto precisó que “si un jugador con un desgarro no se pone las células madres o plasma rico en plaquetas en el lugar justo de la rotura fibrilar, o no se las ponen a tiempo, ese músculo que se desgarró se va a regenerar igual, pero en vez de que las células se regeneren en paralelo al resto de las fibras de la masa muscular, primero se va a formar una cicatriz, que es una fibrosis, y el músculo va a empezar a trabajar asimétrico, generando una complicación para la recuperación: primero, demora en hacerse esa cicatriz; y después, queda mal, y el atleta vuelve a tener lesiones en el mismo músculo”.

Respecto a la pubalgia, su reflexión fue que dicha dolencia “puede surgir por inflamación de los ligamentos, pero también puede ser una respuesta de dolor muy difusa a una necrosis de cabeza de fémur. Antes, el atleta que tenía una necrosis de hueso, iba derecho a una prótesis; hoy, en cambio, con el tratamiento con células madres, dependiendo del grado de la necrosis, en 10 o 15 días ya empieza a caminar, a apoyar la pierna, y hacer movimientos suaves, lo que lo ayuda a mantenerse haciendo ejercicio”.


Por último, la científica se refirió a su trabajo conjunto con el Dr. Edgardo Barbosa, explicando que “él tiene una metodología técnica de último nivel con la que puede determinar en qué estado se encuentra el deportista, si está o no cansado, a través de una gota de sangre, y el atleta que está cansado tiene muchísimas más posibilidades de generar lesiones que el que no lo está; si el atleta está muy cansado, se evita que haga una lesión; pero si hace la lesión, estamos preparados para aplicar el tratamiento enseguida”.

(ECOS URUGUAY / 18-9-2017)

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+