domingo

LA CONVERSACIÓN CONSIGO MISMO DEL MARQUÉS CARACCIOLI (9)


por Pedro Gaudiano

(Fragmentos del capítulo VIII de Artigas católico, segunda edición ampliada con prólogo de Arturo Ardao, Universidad Católica, 2004)

La piedad eucarística de Artigas (2)

El obispo de Asunción, monseñor Juan Sinforiano Bogarín, en carta dirigida a Juan Zorrilla de San Martín el 8 de mayo de 1912, dejó el siguiente testimonio acerca de la piedad eucarística del Prócer:

“Las referencias que van a continuación son enteramente fidedignas.

Cuando el G(ene)ral Artigas se encontraba ya en edad muy avanzada acostumbraba ir todas las mañanas -a tomar mate- a la casa del Sr. Juan de la Cruz Cañete, que vivía en Ibyray (hoy parroquia de la S(antísi)ma Trinidad), pariente muy cercano del dictador Francia; montaba un caballo petizo de pelo moro, que él llamana “el morito”.

La s(eño)r(i)ta Asunción García me ha referido, algunos años antes de morir, lo siguiente: Cuando la enfermedad de Artigas se agravó, manifestó deseos de recibir los últimos sacramentos. Entonces la señora doña Juana Carrillo, esposa de Carlos Antonio López, mandó llamar a un miembro de la familia de la citada Asunción García -por cierto familia muy distinguida como piadosa-, y le encargó fuera a preparar el altar para administrarse al enfermo el Santo Viático. Cumplida la orden, el cura párroco de La Recoleta, Presbítero Cornelio Contrera(s), llevó al General S(u) D(ivina) Majestad. En momentos en que el sacerdote iba a administrarle el Viático, Artigas quiso levantarse y le encargada del aderezo del altar le dijo que su estado de debilidad le permitía recibir la comunión desde la cama, a lo que el general respondió: ´Quiero levantarme para recibir a Su Majestad´. Y ayudado por los presentes se levantó, recibió la Comunión, quedando los muchos circunstantes edificados por la piedad de aquel gran hombre” (25).

El presbítero Fidel Maíz, en carta a monseñor Bogarín, se refiere a Artigas así:

“Relativamente a sus últimos momentos, en que recibió los sacramentos y demás auxilios espirituales de la religión, estoy de acuerdo con los datos que V(uestra) S(eñoría) Il(ustrí(si)ma ha podido recoger de parte de la piadosa familia García, siendo ciertamente en la época del fallecimiento del general Artigas cura párroco de la Recoleta el sacerdote Don Cornelio Contreras, paraguayo.
El Sr. Zorrilla supone que yo conocí a aquel ilustre caudillo uruguayo, sin duda confundiéndome con mi finado hermano, presbítero Francisco Ignacio Maíz, que fue cura párroco de la Villa de San Isidro (Curuguaty) donde estuvo confinado Artigas por el Dictador Francia” (26).

Assunçao y Pérez, con acierto, comentan:

“Como buen cristiano viejo (Artigas) quiso cumplir con el respetuoso concepto de no recibir a Cristo en lugar impropio como la cama, o mejor, de acuerdo a su personalidad y carácter quiso mostrar que se presentaba de pie ante su Creador, con la tranquilidad de su conciencia, en la misma actitud en que sin un solo renunciamiento había enfrentado todas las pruebas de su vida, aun aquellas más difíciles, aun aquellas ante las que cualquier otro hubiera claudicado, por debilidad humana” (27)


Notas

(25) Carta de Juan S. Bogarín a Juan Zorrilla de San Martín, Asunción, 8 mayo de 1912, en “Revista Nacional” (Montevideo) t. 5, nº 13 (1939) 9-10. Subrayado en el original. El último párrafo, con leves correcciones, se publica en J. ZORRILLA DE SAN MARTÍN, Le epopeya…, t. V, p. 321 y también en ID, La religión del héroe…, p. 28. Esta carta es la respuesta a otra en la que Zorrilla le pedía a Bogarín datos acerca de la muerte de Artigas. Hemos buscado los originales de ambas cartas en el Archivo Literario de la Biblioteca Nacional de Montevideo, pero no los hemos hallado.
(26) Carta de Fidel Maíz a Juan S. Bogarín, Arroyos y Esteros, 30 abril 1912, en: “Revista Nacional” (Montevideo) t. V, nº 13 (1939) 10-11.
(27) F. ASSUNÇAO - W PÉREZ, Artigas…, p. 71.

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