martes

SUPLEMENTO DEL TALLER LITERARIO DEL CUARTEL ARTIGUISTA de LEPANTO (13)


ANNA RHOGIO

LA NIEVE ES AZUL (XI)

Llegó el invierno-invierno y un sábado al levantarme, miré por la ventana. Abrí y cerré la boca varias veces sin hablar al ver la extensión blanca que cubría  la tierra. Corrí tiritando a la cocina buscando su agradable tibieza. Abuela trajinaba entre ollas y sartenes, me acurruqué en una silla observándola como un ratoncito inquieto y friolento, esperando respuestas y el desayuno.
-¿Ya la viste?
-¿Es nieve?
-No, pero se le parece: es la helada. Afuera tenemos cinco grados bajo cero pero en cuanto salga el sol desaparecerá.
-¡Cuánta comida! ¿Viene gente a almorzar?
-Mañana tendremos invitados: es mi cumpleaños.
-¿Cuántos?
-Tantos como cincuenta.
-¡Paaaaah!
-No me gusta esa expresión. ¿Donde la escuchaste?
-Por ahí.-contesté distraída-. “¡Ja! ¡Como si no supieras de quién se me pegó!” -pensé divertida.
Tomé la leche apurada y me vestí. Quería conocer la helada, tocarla y hacer un muñeco.
Imposible.
Lucio venía hacia el tambo y me vio:
-¿Qué hacés?
-Un muñeco de nieve como vimos en la tele. ¿Te acordás?
-¡No se puede, chiflada! ¡Se derrite en cuanto la tocás!
-¡Más chiflado serás vos!
-¡Andá, tilinga!
-¿Y tu madre cómo anda?
Abuela salió al escuchar mis gritos de furia:
-¡Cuidadito! ¿Y esas palabras sin respeto?
-Él empezó.
-¿Cómo? ¡Yo te oí a vos!
-¡Seguuuuuuuuro! ¡El muy zorriiiiiiito! ¡Me dijo tilinga y chiflada en voz baja y no lo escuchaste!
Estaba enojadísima y la cara me ardía de rabia. Ella miró para el otro lado respirando hondo, intentando ocultar  la risa:
-Me gusta que la gente que me rodea, sepa vivir en paz.
-Por suerte, este no vive con nosotras.
-Es como si viviera.
-¿Por qué no se lo decís a él? ¡Se fue rapidito a esconderse con las vacas como una nenita!
-Lucio, vení.
Se acercó cachazudo, arrastrando los talones, mirando para arriba y hasta se atrevió a silbar una tonadita.
-¡Miralo cómo disimula! ¡Lo voy a agarrar a patadas!
-¡Basta! -me sujetó del brazo-. ¡Las damas no hacen esas cosas! ¡Te desconozco! ¡Mi nieta no tiene tan mal genio!
-Perdonala abuela, yo ya la perdoné.
-¿QUÉ DECÍS, GURÍ ATORRANTE? ¡LA PELEA LA EMPEZASTE VOS!
Se dio por vencido:
-Sí,  doña, la niña de la casa, tiene razón -dijo riendo-. Era una broma. ¿Me perdonan?
-¡No se hable más! ¡Dense un apretón de manos y todos adentro a tomar algo caliente!
Escondí las mías en la espalda, pero al ver sus ojos chispeantes derramando bondad, la ira le dio paso a la amistad y le extendí mi derecha que él estrechó con su izquierda:
-Lo de chiflada y tilinga, no fue en serio.
-Lo de tu mamá tampoco. ¿Sos zurdo, vos?
-Sí. ¿Y QUÉ? -gritó agresivo y medio entrompado viendo venir mis ironías.
-¡Ta, mijo, no se me descontrole de nuevo! ¿Cómo te las arreglás en la escuela?
-Como todos los demás. ¿POR?
-¿Con qué mano escribís?
-¡Escribo con la izquierda que es la que sabe más!
Mis carcajadas acompañaron el momento justo en que salía el sol.

  
ANTONIO GARCÍA PINTOS
  
LOCOS Y ESPEJOS Y FELIZ AÑO NUEVO (I)
  
1 / Al delirio de la palabra se le llama locura.

     La palabra nunca tiene delirios sin razón.

2 / La razón de decir constituye la máscara de la locura cotidiana.

3 / El grito pelado del loco es la mayor conciencia universal, por lo cual se genera una sordera pública general.

4 / El silencio del loco es el testimonio mudo negado por la infamia de lo cotidiano.

5 / El insomnio del loco nunca constituye el sueño vigilante de la corrección, por lo cual el insomnio ofrece el espejo roto de los bienpensantes.

6 / La narración intermitente del loco señala la conciencia culposa de la mayoría.

7 / El loco no mira a los ojos; los atraviesa brutal e inocentemente atrapando su propia alma.

8 / El loco domina el mundo desde el lugar perdido donde la metafísica olvida el sentido.

9 / El loco es el único que no olvida al mundo. Se lo come y lo digiere lentamente como única forma capaz de racionalidad poética.

10 / El loco siempre muere sin irse. Espera con gracia y alegría que los deudos hablen de su vida ejemplar.

11 / El loco piensa sin palabras. Cada vez que habla ofrece el espejo inconcebible de sus semejantes.
  

JOSÉ LUIS MACHADO
  
1 TEXTO DE FUERA DEL TABLERO
   
Solo un par de peones se salvaron de la masacre. Una negro, el otro blanco. La pareja tallada saltó de la mesa y comenzó a huir; al poco rato se detuvo en mitad de la sala a descansar.
  
Ambos estaban extenuados de tanto paso. Se ocultaron debajo de una alfombra, al costado de un perchero, y enseguida el peón negra sintió las primeras contracciones. Había sido una pausa oportuna, el momento y el lugar exactos para que naciera la nueva pieza.
  
Esa noche, bajo la titilante luz de un candelabro, la peón negro sufrió por primera vez los dolores agudos del parto. La madrugada ya estaba desperezándose cuando, entre gemidos sordos, se distinguió un profundo lamento, un llanto de madera y astillas.
  
Miraron fascinados la pequeña pieza recién nacida: era mitad blanca y mitad negra. Dudaron un buen rato. Pero eran lo suficientemente sabios para no repetir la historia. Allí la abandonaron a su suerte y volvieron a su caja, junto a los de su especie, quienes se reponían de las heridas de la última partida, cosa que ellos jamás pudieron hacer.

  
SANTIAGO MANSSINO
  
NOCTURNO I
  
Porque he caminado borracho en la noche,
Porque al filo del alba he caminado;
porque la luz de la luna desnudó mi espalda
y porque volé en estrechos mares sin fondo,
conozco el secreto sin nombre de la madrugada,
querido como la ardiente marca del fuego.
   

FEDERICO COORE
  
EN ESA MAÑANA CON VIENTOS DE AYER
  
Yo supe en tus tierras dejar de llover.
Por esas persianas me quise lejano
Secando las sierras del sol sin verano.
La luna no habla y sabe cantar,
Tus lunas de rabia salivan la sal.
La sal olvidada de dulce sesión
Que vela engripada mi no detención,
Me aprieta la jeta y me dice de suertes,
Me llora sin tretas sonriéndome muertes,
Se pudre en el vaso de aire caliente,
Y corre a los brazos del mar sin poniente,
¡Me escupe la tripa, me apunta con dientes!

Sí, vos, el que está parado en la puerta de esa nube.
Vos, que sos tipo de algunas costumbres,

Cantame la historia de aquel hombre verde
Que rezaba noches de espejos celestes,
Que hizo las calles de un Tontovideo,
Y anduvo por sitios de alarmas y vientos,
Y estuvo escuchando tres mil padres nuestros,
Y estuvo esquivando las coplas de un muerto.
  

HAUGUSSTO BRAZZLLEIM
  
NIÑO CON CABEZA DE BISONTE
  
Sólo un montón de
uñas apiladas
sobre una billetera
de cuero marrón
definen la decadencia
del lugar
con muecas de
desgracia.

Toda humedad
que eyaculan las
paredes
abrillanta el mármol

borrando los dibujos
del niño bisonte

un olor a toallas
mojadas
queda colgado del
gancho del baño.
Donde ella lloraba
Contemplando
los agujeros de sus medias…
  

MARCELO SOSA
  
EL OTRO
  
como una sombra
llevo a mis pies cosido el fantasma de la ira
perfume del mal invade mi piel
como una brasa carmesí
besa mis ojos y apaga su luz
apocalíptico eclipse del alma
luego llega el otro
y yo su marioneta
apenas soporto sobre mi osamenta
el triste montaje de las putas furias
luego vendrán cómodas voces
que saben caminar sin calzar mis zapatos
también vendrán amigos
preocupados
honestos
pocos
brillando como el oro en el barro

el otro se retira
duerme silente en las uñas
la médula
en los más oscuros sueños
y espera
latente maldición
que pase la calma


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