primera edición WEB
Escollera
Pudo ser
un sueño
otro
aire de escollera
bruma
un verano temblando
en la rompiente
pudo ser
más que
un recuerdo.
Desierto tú (elección)
Cuando decidiste
que tu hermoso pelo
en el viento de la tarde
taparía la luz de mis hombros
y que tu boca
debía ser
prólogo y gemido
de las mismas
dulces
onduladas
azules
palabras
de casi amor
ignorabas
al hombre
que vive solo
en el desierto.
Retórica sobre desamor
Qué fácil
olvidaste tu tiempo
de desamor
la flor
y el corazón de cartulina.
Al marcharte
olvidaste
que en mi pecho
amanecía.
Blues de luna del atardecer
Al caer
me envuelve
tu rostro dorado
de lunas
del atardecer
me hundo
donde el crepúsculo multiplica su risa.
Mirándonos (precaria realidad del reflejo)
Creés
en tu soledad
cuando pintás mi rostro
transparente
cuando decís: A las puertas
las abre el viento.
Pienso
escaleras
y puentes
para que oigas
mis pasos
pero no los soñás.
Hoy descubrí
que habitás
una región
de azules
detenidos
del otro lado
del espejo.
Desolados
Sin deseo
sobre la
tierra estéril
sofocados
en un verano
de olvido
miran el mar
como a un monstruo gris
inmóvil
que nunca volverá
a repetirse.
Menguante
No me arrepiento
por cada estrella
menguando
en tu luna
ni de las cosas por decir
ni del deseo
de que no
amanezca
cuando no estás.
El sueño que espera
Tal vez
la mano del amor
dibuje
almas
y ojos
en los sueños
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