sábado

RÓMULO COSSE - FRACTURAS Y MODELOS EN LA FICCIÓN URUGUAYA (8)


3.0. En cuanto a lo particular y concreto de la cadena sintagmática del lenguaje, al plano del discurso mismo, que da cuerpo y realidad a la historia contada, hay que destacar la importancia de la metáfora, como uno de los factores constructivos que más firmemente dibujan este nuevo arquetipo de la ficción.

Con toda claridad se ve este rasgo en “Disturbios abajo” de Porzecanski, recogido en el tomo Ciudad impune. Es un cuento que se articula polarmente merced al relato del baño de una mujer, allá arriba, en la luminosidad de un moderno departamento y por otro lado al fondo y abajo, en la plaza, se refiere un disturbio sangriento que limita el espacio en la distancia. Pero lo importante, es que uno y otro vértice del cuento, son vehiculados plenamente por la metáfora. El primero puede ilustrarse de este modo:

= el corredor opalino del baño
= la frescura derretida que bajaba en secuencias lentas de oleadas jabonosas por la espalda
= ella había girado y filtraba agua por los conos vibrátiles de los pechos que la devolvían, en cascadas, al tenebroso cráter del ombligo. (27)

Este polo se define con toda claridad, por su sensualidad, erotismo, brillantez y acuáticas luminosidades, retenidas en el fulgor de una epidermis. En fin, es la vida que destella.

El otro polo, es un hecho sangriento, el remolino de una jauría humana, que envía sus señales al mundo aéreo:

= la muerte que invadía y entraba sin retaceos por la ventana abierta de la pieza. (28)

De forma que el mundo en alguna de sus múltiples tensiones se hace literatura, por su representación metafórica de la luz.

Ya mencioné a propósito de sus montajes a La sangre interminable, texto que destaca también por la elaboración de un discurso denso en metáforas y coloquialismos fronterizos. Tomo apenas un pasaje, cuando sobre el final y poco después de haber dejado a su enamorada, la Severina Junco, Joaquim Coluna es baleado por parapoliciales y cae y se levanta

aguantando la sangre escapadiza y dándole orden de estar en sus raíces y viajando como fiebre por el cuerpo, acercándose a la Severina, la Severina Junco, la mulata que ya iba inaugurando un cauce de vientos amplios y sueltos para sus pasos inacabables. (29)

Y la metáfora es entonces, el lenguaje que novela la vida socialmente responsable y la amorosa vida de Joaquim, condensada en ese gesto final, suspendido en el aire como una señal de futuro.


Notas

(27) Porcecanski, T., “Disturbios abajo”, en Ciudad impune, Montevideo, Monte Sexto, 1986, pp. 7-8.
(28) Ibid., p. 9.
(29) Ibargoyen, S., ob. cit., p. 140.

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