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H.G.V.
CONTRACONQUISTA
Mi hijo se fue de luna de miel el lunes 13 de julio y me dejó un día hospedado en la casa del pianista argentino Diego Collatti, que también se graduó en la Universidad de Viena y descartó el acomodamiento en la rutina estándar de la música clásica para sumergirse en la mestización contraconquistadora (una definición de suprema inteligencia acuñada por Lezama Lima en La expresión americana) fundamentalmente a través del tango.
El pionero en este terreno fue Carlitos Gardel, al final de una década donde el asombroso fútbol celeste ya había ganado dos Olimpíadas sin que nadie pudiera entender cómo podía estar arrasándolos tan imparablemente el soplo del Nuevo Mundo.
Y Joaquín Torres-García, después de armar terrible lío provinciano al inventar el mapa de la Sudamérica invertida, definía así la alternativa salvífica del artista de emergencia períférica en La Regla Abstracta, de 1946:
Necesita la intervención de un elemento primordial: su alma. Por ella ha de dar con algo inédito, algo que no conoce el mundo y que será su aporte original -suyo- a las generaciones: algo que podría llamarse divino por surgir de las profundidades del ser. (..) Que piense, por ejemplo, que está en el “NUEVO MUNDO”(…) que piense -en fin- que AMÉRICA TODA HA DE LEVANTARSE NUEVAMENTE PARA DAR -en los tiempos modernos- un arte virgen y poderoso (…) como si hubiésemos adquirido un nuevo órgano de visión: el mundo contemporáneo nos ofrece un espectáculo que -de la base a la cima- constituye toda una nueva arquitectura maravillosa. Y por esto ya lo caduco (lo que ayer juzgábamos moderno) ya no nos puede satisfacer.
Casi medio siglo después, sin embargo, la devastadora decadencia infraestructural provocada por la manipulación imperialista, hizo que muchísimos de nuestros artistas tuvieran que refundar el neobarroco americano en Europa.
Claro que algunos no se resignaron a limarse la garra.
Mi hijo Nacho se graduó como Magister en Viena bajo la dirección de Álvaro Pierri aunque se las arregló, paralelamente, para trabajar en Córcega con el autodidacta Ciro Pérez (que elaboró su yeito acompañando nada menos que a Zitarrosa y a Grela) y hacer una digestión de impresionante vuelo popular después de co-fundar Garufa!, un grupo multimedia de corte luthieriano que cuando incorporó a su repertorio un exquisito flanco instrumental terminó por deslumbrar nada menos que al público del Festival Internacional de Liechtenstein en 2012.
Hasta que en febrero de este año Collatti lo incluyó junto a otro integrante de Garufa! en su quinteto Minimal Tango (junto a un bandoneonista de Malasia y una violinista japonesa) y pudimos escuchar por Internet un recital radial que abarcó toda la historia del tango, sin dejar de agregar composiciones propias donde las texturas atonales post-piazzollianas encajan sin desconcertar.
Martí fue quien formuló con un insuperable calado de lucidez el pinchudo proceso de estas alquimias independentistas: Todo es hermoso y constante, / Todo es música y razón, / Y todo, como el diamante, / Antes que luz es carbón.
Y al fin Viena tiene su tango.
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