VIGESIMOSEXTA ENTREGA
primera edición WEB
primera edición 2007: Caracol al Galope / elMontevideano Laboratorio de Artes
26
Isabelino Pena encontró a Sara sentada en un callejón equidistante de los palacios de Herodes y Anás.
-La paz contigo, cosita. ¿Qué rayabas en la tierra?
-Cruces. Como el maestro. Me parece que las víboras se aburrieron de seguirme. ¿Apareció Almá?
-Seguro. Y ni siquiera precisó esconderse del todo. Estaba sentada arriba de la roca de la tumba de Jesús.
-Y cómo se te ocurrió buscarla allí -parece arrancarse el tul para regalarme la humedad de los ojos juntos y casi amarillos.
-El Señor es mi pastor. Y apenas termine de oscurecer vas a escaparte a Betania con ella y a espera que las víboras se calmen.
-¿A Betania?
-Sí, la mandé para allá con Rufo. Ya debe haber llegado.
-Yo no te di permiso.
-Pero lo me hubieras dado. Y ahora tengo que contarle a Esteban que a Barrabás se lo están comiendo los cuervos frente al stipes de Jesús.
Entonces los puntitos que le enjoyaban las pupilas a la viuda botticelliana rebrillaron con burla y devoción:
-Te queda bien el manto.
-Sí. Lo que me falta es empezar a hacer vino con miel de avispa.
ALMÁ 13: Las mujeres que viajaban con Jesús y los discípulos dormían en el Getsemaní pero la madre del maestro vivía en el palacete de los Marcos y el miércoles la volviste a olfatear en el atrio y ahora ya no había guerra porque los sumos sacerdotes y los ancianos acababan de reunirse en el palacio de Anás y Caifás para decidir cómo prendían a Jesús sin escandalizar al pueblo sucio y el maestro seguía sanando incansablemente a los despedazados y predicando que el precio de la PAX-LUX era perder la vida como un grano de trigo y te animaste a contarle a María de Nazaret el sueño de la luna y sentís que estaba más triste que una perra sin nombre aunque murmuró sonriendo Este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten Él será una señal que muchos rechazarán a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto Pero todo esto va a se para ti como una espada que atraviese tu propia alma: y entonces te acordaste de lo que habías sentido cundo Rufo les contó la resurrección de Lázaro y ella explicó Eso me lo dijeron el día que sacrificamos las tórtolas para purificarnos por el nacimiento de Jesús y nunca me olvidé: Pero yo siempre voy a ver al maestro como una luna llena le agarraste las sandalias y María te abrigó el cráneo suspirando No entiendo y le mordiste el dedo gordo y se rieron juntas mientras explicabas Ustedes demoran tres días en ver brillar el redondel de la luna y eso es lo que va a pasar con tu hijo después que lo condenen pero no tengas miedo porque desde la primera vez que lo toqué le vi brillar el cuerpo entero para siempre.
Isabelino Pena revisó la alforja que acababa de preparar la muchacha y payaseó un asombro bizco:
-¿No llevás vino?
-No. Pesa demasiado.
Sara tiene una risa floral, pero lo que enamora a cualquiera es la asimetría las pequeñas paletas que sobresalen un milímetro hacia abajo y le desnudan un desamparo limpio como la nieve.
-No vuelvan enseguida. Yo las voy a buscar.
-No te emborraches mucho.
-Eso es historia antigua -compadreó el detective. -Tomo lo justo y freno.
-No podemos, compañero. Los heridos no podemos tomar porque cuando el mundo quiere nos desangra enseguida.
-Por qué me decís compañero.
-Porque acaba de empezarme la esperanza.
Entonces voy a buscar un jazmín al fondo y le lavo los pies para que escuche a Mozart dieciocho siglos antes:
-Se lo debía, señora. No te olvides de verme.
-¿No será mejor que Esteban se escape de una vez?
-Parece que estos revolucionarios le tienen demasiado miedo a la cruz. Y después que se entere de lo de Barrabás se nos viene tormenta en la letrina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario