VIGÉSIMA ENTREGA
20
Isabelino Pena y Esteban el Valiente se despertaron taladrados por el llanto-chillido de Sara. Y enseguida reconocemos el encarnizamiento de Elkder y de Elkbio, y el asesor de Judas sopla la lamparita y jadea como si rezara.
-La Hija del Hombre ofendió al Sanedrín y tiene que pagar -pateó la tapa de la sheol el espía picudo. -Aquí no se salva nadie, burra.
Entonces meto el brazo tullido en el saq y trepo los escalones a lo mandril y me asomo mintiendo un vale cuatro con gusto a querosén:
-Soy ciudadano romano, espía personal de tetrarca y amigo del legionario Publio. ¿Están tratando de que los empalen antes que a Barrabás?
Los policías disfrazados de fariseos retrocedieron mirándose heladamente y les hicieron una seña a los levitas que los esperaban en la calle.
-La mamzer estaba jugando a la resurrección en la Puerta de la Fuente y tiene que ser lapidada ya -cabecea el tira que atrae a los tábanos. -Ni Roma ni Israel quieren más revoluciones de profetas que se cagan en el sedile y ángeles que no llegan y discípulos que se esconden.
-¿Y dos hombres tan valientes precisaban levitas para llevarse presa a una novia de cuatro años?
-¿Y al lobo quien lo mata?
-Les regalo un dato, esclavos. Busquen a Barrabás cerca de la Calavera y lo van a encontrar. Lleven muchos mercenarios.
ALMÁ 10: Rufo de Cirene empezó a trabajar en Betania aunque siguió supervisándote los mosaicos y te mandaba correos con logiones atribuidos al Rabuní y noticias de los viajes por Judea y Transjordania y los últimos prodigios pero cuando venía a Jerusalén no cruzaba el Cedrón y ni siquiera pasaba la noche en el huerto y tu madre vivía encerrada y empezó a cantar sola su pedacito de himno comparable a que parió Nuestra Señora después que soñó al ángel aunque cuando emergía de la sheol parecía eructar posca: y un día Juan Marcos entró corriendo a la cabaña-taller para contarte la resurrección de Lázaro y supiste que Jesús iba a morir muy pronto para juntar las almas que quisiera ser suyas y que las hormigas y las flores no podían tener miedo de estar en Dios a oscuras y sabían mejor que nadie que todas las historias de amor que se sufren con fe eran santas y felices porque el sol también sale: y esa tarde llovió enjoyadamente y Juan Marcos bajó a avisarle a Sara que te quedabas en el Getsemaní y dormiste abrazada de Nazareno y envuelta en el perfume del manto de Magdala y al amanecer llegó Rufo y les contó que Lázaro se acordaba de haber estado en una cueva curvada hacia una gran brasa de plata y Juan Marcos pregunto si más allá del siglo se tenía el mismo cuerpo y el cireneo explicó que era la misma carne aunque hecha como de estrellas y que cuando Lázaro llegó a la paz de diamante apareció una mirada azulísima a avisarle que todavía lo necesitaban en Betania para glorificar el reino de la roca: entonces le preguntaron de quién eran los ojos y el resucitado explicó De un lobo que domesticó Marta y se llamaba Nazareno en homenaje a Jesús.
Isabelino Pena escuchó las últimas amenazas que ladraron Elkder y Elkbio en la escalinata y sonrió oscuramente:
-Ahora le dicen la Hija del Hombre.
-Ahora van a matarla de verdad -se agarra los pechos Sara. -No tendría que haber jugado a la resurrección.
-Eso es tener ovarios. Preciso que me ayudes a disfrazarme de puta retirada.
La muchacha largó una carcajadita y volvió con un manto púrpura que olía a nardo muy caro:
-Esto se lo regaló Jesús a Almá. Lo tejió la Magdalena.
-Pero pintame. Y poneme brazaletes y collares y tetas. Aunque primero tengo que afeitarme por si se me vuela el velo.
-Y yo qué hago.
-Vos salís a buscarla por el barrio. Que se gasten siguiéndote entre los palacios y el Templo. Pero no pises afuera de las murallas.
-No la vas a encontrar.
-Sí. Y la voy a salvar, cosita.
Y después de travestirme como una enana cotorruda le beso enloquecidamente las manos termino rezando:
-No te olvides de ver en esta sumisión y arrodillamiento que a tu contrahecha hermosura hago la humildad con que mi alma te adora.
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