LA MUERTE COMO EL OTRO SINIESTRO O BENÉFICO
PRIMERA ENTREGA
La aproximación de la muerte a menudo está representada con la imagen de un ladrón, es decir como algo extraño que irrumpe en nuestra vida. Un hombre de negocios, de unos cincuenta y cinco años, me pidió que lo tomase en análisis. Se sentía frustrado en su actividad profesional y buscaba un sentido más profundo para su vida. Su primer sueño fue el siguiente:
(En el sueño) se despierta a medianoche en la cama, en una habitación oscura semi-subterránea. A través de la ventana entra un rayo claro de luz. De repente se encuentra a un desconocido en la habitación que le provoca un miedo tan terrible e inhumano que despierta bañado de sudor.
El primer sueño del análisis es la mayoría de las veces profético, en cierto modo anticipa simbólicamente la futura evolución que se gesta en lo inconsciente. En ese momento no entendí el sueño y me limité a señalar al soñador que seguramente se le acercaría algo extraño, que le provocaría miedo; pero que en ello también habría luz, es decir iluminación, inteligencia. Después de algunas horas de análisis el soñador no volvió a presentarse; de vez en cuando me avisaba por teléfono sus intenciones de continuar pero que la sobrecarga de trabajo no se lo permitía. Un año más tarde me llegó la noticia de que estaba a punto de morir de un cáncer de médula. ¡El siniestro "ladrón" del sueño inicial no era otro que la muerte!
Un sueño semejante de un hombre moribundo nos es relatado por R. Lindner:
"Llego a casa y abro la puerta con la llave. Al entrar tengo la sensación de una presencia... Miro en mi habitación y allí hay un señor mayor (de más de 60 años, al cual ya había visto algunas veces en el tranvía) con el aspecto de la muerte. Había entrado como un ladrón. Totalmente espantado salgo corriendo de casa pero desde fuera no puedo cerrar la puerta con llave; toco el timbre de un vecino y grito auxilio. Nadie aparece ni tampoco nadie me abre. Estoy totalmente solo y vuelvo a mi casa donde se encuentra el hombre siniestro: a mi habitación."
También el paciente ya mencionado de Edingers vivió la premonición de la muerte de manera similar. Seis meses antes de su muerte soñó lo siguiente:
"Estoy en casa pero es un lugar en donde no había estado nunca antes. Voy a la despensa para buscar algo de comer. Los estantes están llenos de salsas y condimentos, todos de la misma marca, pero no hay nada para comer. Tengo la sensación de no estar solo en casa. ¿Cae la tarde o hay una luz clara de luna? Abro el interruptor de la luz, pero la luz viene de otra habitación. Algo cruje. No estoy solo. Me pregunto dónde está mi perro. Necesito más luz y más valor. Tengo miedo."
También esta presencia invisible de un "otro" siniestro alude a la muerte. Otro sueño de este tipo, el de una mujer de 78 años, nos lo relata Kurt Lückel:
"Llaman la puerta de fuera, luego a la de dentro. Después entra alguien a mi habitación, permanece de pie en el umbral y espera. No puedo reconocer si es hombre o mujer. Él (!) sigue en el umbral, no se acerca, está de pie y espera. Me asusto, enciendo la luz y grito: ¡Fuera! Él se queda un momento y después desaparece. Estoy muy asustada. Me siento inquieta. Incluso le grito: ¿Qué quieres de mí? ¡No aparezcas más por aquí!... Pero después ya no me puedo dormir."
Más tarde, conversando, ella misma se da cuenta de que podría haber sido un "enviado de Dios", es decir la Muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario