jueves

OSHO / LA SEMILLA DE MOSTAZA


Capítulo 15 (II)

"...y el todo surgió de mí y el todo logró ser yo".
"Saca una astilla de madera, y estoy ahí; levanta una piedra y me encontrarás ahí".

En este versículo Jesús afirma: "Yo soy Dios -no el hijo de Dios". Aun "hijo" puede ser perdonado porque se mantiene una diferencia: "padre" sigue siendo la fuente, el hijo es sólo un producto. Ellos pueden estar en profunda intimidad, pero el hijo sigue siendo hijo, el padre sigue siendo padre. La diferencia puede ser mantenida, y el hijo tiene que obedecer al padre; existe una relación. No es la relación de un esclavo con su amo, sino la del hijo con su padre -más íntima pero todavía una relación; continúan siendo dos.

Este versículo no está incluido en la Biblia -no puede estarlo. El debe haber hecho estas afirmaciones sólo a sus discípulos, porque aquellos que habían entrado en una intimidad profunda con él, ahora serían capaces de entender. Esto no puede ser dicho en la plaza pública. Ahí él decía: "Yo soy el hijo de Dios". Con sus discípulos él decía: "Yo soy Dios, no el hijo. Soy la fuente de todo, soy el alfa y el omega. Todo proviene de mí y todo viene a mí".

Esto es puro Vedanta. No puedes encontrar afirmaciones como ésta en ninguna otra parte, tendrás que ir al Gita y a los Upanishads. Esto es lo que Krishna le dice a Arjuna: "Yo soy todo, la fuente de todo. Todo proviene de mí y todo se disuelve en mí. Tira tu ego y ven a mis pies". Lo que Jesús dice es como si Krishna estuviera hablando.

Y hay una tradición, una hermosa tradición -no sé cuánto de esto pueda ser probado, pero es hermosa, no necesita prueba- hay una tradición que "Cristo" es sólo una forma de la palabra "Krishna". Es posible. En bengali, Krishna aún es llamado Kristo, porque "Krishna" no es el nombre de una persona, "Krishna" es el logro absoluto, tal como "Buda". "Buda" no es el nombre, es el logro absoluto cuando uno llega a la iluminación. La palabra "Buda" significa que alguien ha despertado. ¿Qué significa "Krishna"? La palabra significa alguien que ha llegado a ser el centro del mundo. "Krishna" significa el centro magnético, alguien que atrae, quien es ahora el centro de toda la existencia. "Cristo" tiene el mismo significado. María llamó a su hijo Jesús. "Cristo" se le agregó a Jesús cuando llegó a ser el centro del mundo. En esa afirmación Jesús está diciendo: "Yo soy el centro, el todo. Todo sale de mí, todo regresa a mí. Sales de mí, entonces tendrás que lograr ser Yo". Es posible que "Cristo" sea tan solo una forma de "Krishna". Es significativo porque las afirmaciones de Krishna en el Gita y las afirmaciones de Jesús como éstas, son exactamente iguales.

Lo tercero a ser entendido sobre le Vedanta: que el Vedanta te acepta tal como eres, porque el rechazo significaría el rechazo de Dios mismo. Rechazo significa que algo tiene que hacerse: tal como eres, estás mal, algo debe ser cortado, algo debe ser tirado. Tal como eres, no eres aceptado, no eres bienvenido. Tendrás que cambiarte a ti mismo, sólo entonces serás bienvenido.

El Vedanta dice: tal como eres, eres bienvenido. Nada tiene que hacerse -el propio concepto de hacer algo ha sido la causa de tu desgracia. El propio concepto de hacer algo, de que algo debe ser hecho, ha sido la misma causa de tu desgracia, porque cualquier cosa que hagas te conducirá dentro del mundo. Por eso es que los hindúes dicen que es a causa del karma -karma significa hacer- tú estás en el mundo. Karma no significa hechos errados, karma simplemente significa acciones. Por haber estado prestando demasiada atención a esto o a aquello, tú estás en el mundo.

No prestes demasiada atención al hacer, presta mucha atención al ser. No pienses en lo que hay que hacer, simplemente piensa en quién eres. El Vedanta es amoral; no se preocupa sobre la moralidad o inmoralidad. No tiene diez mandamientos, no te da ninguna orden, no te habla en términos de "debes". Te dice: tal como eres, eres bienvenido -tal como eres, eres bueno, hermoso, verdadero. El problema no está en que otros te rechacen, el problema está en que tú te rechaces a ti mismo. Y si tú te rechazas a ti mismo, estás en un círculo vicioso. Entonces tratarás de mejorar, y nada puede ser mejorado porque tú eres Dios mismo. Entonces estarás en desgracia porque es imposible que te mejores.

Tal como eres, eres divino. ¿Cómo podría mejorarse lo divino? Y si tratas de mejorar lo divino, entonces irás de una vida a otra, mejorando, mejorando, sin que ocurra ninguna mejora, tú permaneces siendo el mismo. Es como correr en el mismo sitio, pero piensas que estás corriendo rápido porque estás sudando y respirando tan fuertemente, y estás haciendo tan gran trabajo; piensas que estás corriendo muy rápido, llegando a algún lugar -y estás corriendo en el mismo punto.

Toda tu vida es correr. No estás yendo a ninguna parte porque no hay dónde ir; no estás mejorando porque es imposible mejorar. Lo esencial está dentro de ti, lo que no puede ser mejorado -no hay "más allá" que eso, no hay "mejor" que eso, esto es lo que el Vedanta dice. El Vedanta dice que eres divino. Esto tiene que ser realizado, no trabajado; simplemente tienes que mirar hacia dentro y darte cuenta de quién eres. El problema no es que seas malo, el problema es que no te miras a ti mismo; el problema es de conocerse no de hacer. El problema es de una perspectiva correcta donde te puedas ver a ti mismo.

Es como si a un diamante se le enseña para que se vuelva una piedra preciosa, y el diamante acepta la idea y comienza a volverse una piedra preciosa. Esta idea en sí misma llegará a ser la barrera. Y todos los esfuerzos que el diamante pueda hacer van a ser inútiles, porque ya es la piedra más preciosa. Cuando el diamante llegue a entender lo inútil del esfuerzo, dejará todo esfuerzo y se volverá consciente: "Quién soy" -entonces el problema será resuelto.

Escuché que una vez un hombre se apresuró al consultorio de un psiquiatra y le dijo: "Doctor, ahora usted tiene que ayudarme -¡ha ido más allá de mis límites! Mi memoria está fallando. Ni siquiera puedo recordar lo que sucedió ayer. Ni siquiera recuerdo lo que dije esta mañana. Ayúdeme, ¡me estoy volviendo loco!".

El psiquiatra preguntó: "¿Cuándo comenzó este problema? ¿Cuándo se hizo consciente de este problema?".

El hombre parecía sorprendido y dijo: "¿Qué problema?" -porque se había olvidado.

Ese es el problema: te has olvidado de ti mismo. Ese es el problema.

Y cualquier cosa que hagas creará karma, y karma es el ciclo, una rueda: un karma te lleva a otro, -después A a B, B a C- vas de una parte de la rueda a la otra. Y es una rueda, sigue moviéndose, continúa moviéndose. El karma nunca te conduce a la liberación porque tú ya estás liberado. Esto es lo más difícil de comprender: que tú ya estás liberado.

La gente viene hacia mí y tengo que decirle que hagan esto y el otro, porque no comprenderán que ellos ya están liberados. Tengo que decirles que hagan esto y el otro sólo para agotarlos, sólo para que algún día se cansen tanto con el esfuerzo, que vengan y digan: "No quiero hacer nada". Sólo entonces podré decirles que no hay necesidad de hacer nada. Pero necesitabas mucho cuando viniste al principio, necesitabas hacer mucho. Y si te digo que no hay nada que hacer, irás donde algún otro que te pueda decir que hay algo que hacer.

Nada hay que hacer. Absolutamente tal como eres, ya eres divino -esto es Vedanta. No es moralidad, es religión, pura. Y por eso es que no hay muchos vedantistas en el mundo -no puede haber. Por eso es que el Vedanta no puede llegar a ser una religión mundial como el cristianismo o el islamismo. ¡Imposible! Porque tienes una profunda necesidad de hacer algo. Y si alguien te dice: "Nada hay que hacer, tú ya eres eso, eres Brahma, eres divino", no lo escucharás. Él está hablando tonteras, porque tú no te aceptas a ti mismo, te rechazas. Tienes que alcanzar una meta.

¿Por qué le ha sucedido esto a la mente del hombre? Le ha sucedido a causa de su niñez, y casi todos pasan por casi la misma niñez. Sólo difieren cosas triviales, en lo demás la niñez tiene un elemento básico, y ese elemento crea todo el problema. El elemento es que ningún niño es aceptado tal como es. Nace un niño... fuiste un niño e inmediatamente la sociedad, tus padres, tu madre, tu padre, tus hermanos, toda la gente a tu alrededor comenzó a cambiarte, a hacerte más hermoso, a hacerte más moral, a hacerte más bueno. Tal como eres, estás mal, algo tiene que hacerse, sólo entonces podrás ser aceptado.

Y el niño comienza a sentir poco a poco que no es aceptado. Si hace algo errado, entonces es rechazado. Si sigue las órdenes, si obedece, él es aceptado; si desobedece nadie lo ama, es odiado, y todos se molestan con él. Una cosa aprende él: que la cosa está en el hacer, no en el ser. Haz lo correcto y todo el mundo te amará, haz algo errado y todo el mundo te rechazará, te odiará, te tendrá cólera y estará contra ti. Tú no eres lo importante. Haz algo correcto y el mundo te da la bienvenida, haz algo errado y todas las puertas se te cierran. Y aun las puertas del padre y la madre se cierran -¿qué decir del mundo extraño?- aquellos que aman, incluso ellos no pueden ver el ser del niño...

El niño aprende una cosa: que para existir en este mundo es esencial que te comportes, que siempre hagas lo correcto, que nunca cometas errores. Esto crea un profundo rechazo de sí mismo porque aquellas cosas erradas continúan saliendo -tan sólo por decir que algo está errado no desaparece, continúa saliendo. Después el niño comienza a sentirse culpable de sí mismo, se rechaza a sí mismo. Dice: "No soy un niño bueno, soy malo, un niño malo, una niña mala". Y el problema es que las cosas que llamamos malas son naturales, así que el niño no puede deshacerse de ellas, tienen que persistir.

Todo niño, toda niña, comienza a jugar con sus órganos sexuales. Es placentero, da una sensación de alivio, todo el cuerpo se siente bienaventurado. Y en el momento que el niño se toca sus órganos sexuales, inmediatamente todo el mundo lo detiene, todo el mundo se siente avergonzado. El padre, la madre, lo detendrán, incluso pueden atarle las manos para que no se toque. Ahora el niño se siente en una profunda encrucijada. ¿Qué hacer? Le gusta la sensación que proviene al tocarse, disfruta de la sensación, siente que es hermosa, pero si él sigue esa sensación entonces todo el mundo lo rechaza. El es un niño malo y lo castigan. Y son poderosos, así que, ¿qué hacer?

"¡Y esa cosa tan mala me está sucediendo!" -piensa el niño. "Pueda ser que yo sea el único que esté cometiendo este error, nadie más lo está haciendo". Y él no puede saber sobre los demás así que se siente culpable: "Todo el mundo es bueno, sólo yo tengo la culpa". Este es un profundo problema.

El niño no tiene ganas de comer porque sabe más de su propio hambre que tú. Pero tú sigues una receta médica porque el doctor ha dicho que el niño debe ser alimentado cada tres horas. Está escrito en los libros, y ustedes han leído los libros y son unos padres iluminados, así que después de tres horas, con el despertador, tienen que alimentarlo. Observen a los niños cuando se les alimenta a la fuerza: rechazan, no abren sus bocas, la leche se chorrea -rechazan todo. Ni siquiera la pasan porque conocen su hambre. No viven de rutinas, del reloj, no saben lo que dice tu ciencia médica. No tienen hambre, eso es todo -y tú le estás forzando la comida. Y cuando tienen hambre y están llorando, no les das porque todavía no es la hora. ¿Quién debe decidir? ¿El niño o tú?

Si tú decides, entonces crearás en el niño un sentimiento de culpabilidad, porque pensará que algo está errado: "Cuando debería tener hambre, no tengo. Cuando no debería tener hambre, lo tengo". San Agustín ha dicho: "Dios perdóname, porque todo lo que es bueno nunca lo hago, y todo lo que está errado siempre lo hago". Pero ésta es la oración de todo niño. Entonces se crea la culpa: el niño no tiene ganas de ir al baño y tú lo fuerzas. El entrenamiento para hacer que un niño haga sus necesidades es algo que crea mucha culpa -no puedes imaginarte lo que estás haciendo.

Si el niño no tiene ganas de evacuar, ¿cómo puede hacerlo? Tú mismo puedes tratarlo -si no tienes ganas, ¿qué puedes hacer? Y el niño no está sintiendo las ganas... lo fuerzas, lo persuades, lo coactas, lo sobornas, usas todo método imaginable. Estás creándole un sentimiento de culpa: algo está errado, algo está mal.

Y el niño se siente culpable y no puede hacer nada sobre la situación. No sabe cómo, porque esas funciones del cuerpo son involuntarias, no son fenómenos voluntarios. El niño no tiene ganas de dormir, se siente perfectamente despierto, y quiere correr por la casa o el jardín, y le dices: "Anda a dormir". ¿Qué harías si alguien te dijera: "Anda a dormir", cuando no tienes sueño? Puedes cerrar los ojos -y entonces cuando el padre se ha ido, cuando la madre se ha ido, el niño simplemente queda en un abismo, ¿qué hacer? ¿Cómo obedecer la orden? ¿Cómo ser un buen niño o una buena niña?

El pecado es creado, y el pequeño niño es envenenado poco a poco. Se hace consciente de que: "No soy bueno. Todo está mal -cualquier cosa que haga está mal". Si juega, está errado porque está haciendo ruido, está molestándote. Si se sienta en silencio en una esquina, algo está mal: "¿Estás enfermo?". Siempre está equivocado; por la única razón... porque él está desamparado -por nada más- y tú eres poderoso. El está continuamente confundido, no puede entender qué debe hacer o qué no debe hacer. Y poco a poco rechaza todo lo que piensan que es malo y fuerza todo lo que piensan que es bueno. Se vuelve una máscara y en lo profundo del inconsciente todas las heridas se cargan toda la vida.

Por eso es que si digo: "Tal como eres, eres Dios", no puedes creerlo. Ni siquiera crees que eres bueno -¿cómo puedes ser Dios? Dios significa el sumo de lo bueno. Ni siquiera crees que eres medianamente bueno -¿cómo puedes ser Dios? No me vas a escuchar, irás donde un instructor que te condene, que te diga que eres culpable, que eres un gran pecador. Entonces te sentirás tranquilo: él está correcto porque así es como te han hecho sentir. Por eso es que a aquellos que te condenan, que te miran como si fueras un gusano, feo, sucio, a aquellos los veneras. Si ves un gran número de seguidores alrededor de un santo, de un mal llamado santo, siempre encontrarás esta razón: él condena a todo el mundo. Dirá: "Ustedes son pecadores, y si no me escuchan van a ser arrojados al infierno". El se siente completamente correcto, porque éste también es tu sentir, él concuerda contigo. Así que cada vez que te condene, te sentirás bien.

¡Qué absurdo! ¡Qué tontera! Y si alguien dice: "Eres bueno y te acepto -lo que seas, como eres. La divinidad ha elegido esta manera de ser, la divinidad ha elegido esta manera de ser para ti, así es como la divinidad existe en ti -la acepto, no rechazo ninguna parte. Acepto tu sexo, tu cólera, tu odio, tus celos. Te acepto en tu totalidad, porque a través de esta aceptación, cuando seas total, la unidad se dará -y esa unidad inmediatamente trasciende todos los celos, todos los odios, todo el sexo, toda ambición. Nadie puede transformar la ambición -uno tiene que volverse lo uno, entonces hay transformación".

Por eso es que Jesús no pudo ser perdonado, porque los judíos son los más grandes creadores de culpa. Todo el mundo ha hecho eso, pero no hay comparación con los judíos. Todo el mundo existe de acuerdo a los judíos, porque Adán y Eva cometieron el pecado original. Tú naciste de Adán y Eva y de su pecado, el hombre nace en pecado -el pecado sigue siendo el concepto central. ¿Cómo pueden aceptar que eres Dios? Puedes estar cerca a Dios si te arrepientes, si te cambias a ti mismo, si te vuelves bueno. Entonces Dios, el padre, te aceptará. De otro modo, tal como eres no puedes ser aceptado, tienes que ser empujado más y más y más lejos de Dios.

¿Y cuál fue el pecado de Adán y Eva? Porque desobedecieron... ¿Pero por qué Dios tiene que estar obsesionado con la obediencia? Porque todo padre lo está, y Dios no es otra cosa que un padre cósmico. ¿Por qué Dios tiene que estar obsesionado con la obediencia? ¿No podría tomarlo como una broma? ¿No podría ser un poquito juguetón con sus niños que se están divirtiendo? ¿No podría ser un poquito menos serio? ¿Y qué es lo que han hecho? Tan sólo comer una manzana de un árbol que Dios ha prohibido. Dios parece ser muy egocéntrico porque el ego siempre está obsesionado con la obediencia: "Haz lo que digo, yo soy la regla. Si desobedeces hieres mi ego". Pero Dios no puede tener un ego, no puede insistir en la obediencia. Este debe ser el sacerdote, no Dios, el que ha creado toda la historia.

Y entonces te sientes culpable: tú naces en pecado, eres ya un pecador cuando naces; desde el mismo nacimiento eres un pecador. Todo lo que te queda es pulirte un poco, cortar aquí y allá y hacerte aceptable.

El Vedanta dice que tú no eres un pecador -puedes ser ignorante pero no un pecador. Esta es una actitud totalmente diferente: y Dios no está contra ti -tú puedes estar contra Dios- y él no va a tomar ninguna revancha contra ti. Si eres ignorante, estás creando tus propios problemas. Si le preguntas a los hindúes, ellos dirán que te has creado problemas porque has comido del árbol de la ignorancia, no del árbol del conocimiento. El hombre puede ser ignorante -lo es, porque no está consciente de sí mismo, de quién es- y entonces todo es error; pero no es pecado.

Así que religión es ganar más luz, más conocimiento, más consciencia, no más moralidad, no más virtud. La virtud será un subproducto. Cuando estás consciente, la virtud ocurrirá, seguirá como una sombra. Cuando estás inconsciente, el pecado se dará porque la ignorancia no puede dar nada más, sólo puede cometer errores.

El pecado es como un error. Es como alguien que está sumando dos más dos y concluye que es cinco -pero no es un pecado. Si alguien piensa que dos más dos es cinco, ¿piensas que se le deba arrojar al infierno por toda la eternidad? Es un error, una equivocación, pero no un pecado. Se le debe enseñar, se le debe dar una perspectiva correcta de las cosas -puede no saber matemáticas, eso es todo.

El Vedanta dice que tú simplemente estás inconsciente, ignorante de ti mismo. Si te haces consciente, eres el mismo Dios. No hay otro Dios que tú, excepto tú. Pero ésta no es una afirmación egocéntrica, porque esto puede ocurrir sólo cuando el "yo", el centro ha desaparecido y tú te has vuelto el todo.

Jesús dice: "Yo soy la luz que está por sobre todos ellos, yo soy el todo, y el todo surgió de mí y el todo logró ser yo".
"Saca una astilla de madera, y estoy ahí; levanta una piedra y me encontrarás ahí".

Esta es una de las más grandes afirmaciones poéticas. Y me gustaría decirte que un hombre como Jesús es más un poeta que un filósofo o teólogo o matemático. Es más como un poeta, y si pierdes su poesía perderás su mensaje completamente. Si un poeta dice algo, puedes perdonarlo porque dirás: "Es mera poesía". Pero si un santo afirma algo, lo tomarás en serio porque hay mucho de por medio.

Jesús es un poeta, un poeta de lo supremo. Y todos aquellos que han alcanzado lo supremo son poetas. El lenguaje de las matemáticas es muy estrecho, no puede decir mucho. Es muy exacto, por eso es que es muy estrecho. La poesía es inexacta, vaga, por eso es que se puede decir mucho con ella. Pero con un poeta tienes que recordar esto: que él está hablando sobre misterios.

Los hindúes nunca han matado a una persona iluminada. ¿Por qué no ocurrió? Porque pensaban que todo lo que decían, que cualquier cosa que afirmasen, era una forma poética de decir algo; no necesitas analizarla; de otro modo sería estúpido. Por ejemplo, si vas donde Jesús y le dices: "Muy bien, si dices que eres la luz que está por sobre todos ellos, si dices que eres el todo, si dices que: 'El todo surgió de mí y el todo logró ser yo', entonces demuéstralo, pruébalo. Dile al sol que se apague, o crea otra luna esta noche, entonces te creeremos", -entonces eres estúpido, no lo has entendido. Porque es una afirmación poética, no es una afirmación científica.

A causa de esto, los cristianos continuamente han estado tratando de probar que Jesús hizo milagros: que convirtió piedras en panes, que revivió a un muerto, que hizo esto y aquello, que devolvió la vista a los ciegos, que tocó y sanó a los leprosos. ¿Por qué tanta insistencia en los milagros? Porque nunca ha importado si Buda hizo milagros, nunca nadie se preocupó en saber si este hombre podía hacer milagros o no. Pero ¿por qué tanta insistencia con Jesús? Si alguien probase que no ha hecho los milagros, entonces ser perdería todo el punto -entonces el cristianismo desaparecería.

El cristianismo no depende de Jesús, sino de los milagros de Jesús. Si algún día se probara que nunca resucitó a nadie, que nunca curó a un ciego, que nunca curó a un leproso, entonces el cristianismo desaparecería inmediatamente. No habría iglesia ni Papa; todo desaparecería -porque no dependen directamente de Jesús, dependen de los milagros de Jesús- porque los milagros demuestran que él es el hijo de Dios.

Ningún milagro puede probar nada. Los milagros realmente demuestran la ignorancia de aquellos que se impresionan con los milagros, nada más. De acuerdo a lo que sé, Jesús nunca hizo nada de esto, no fue tan estúpido de hacer milagros para convencerte. Ocurrieron milagros en torno a él de mucho mayor significado del que puedas pensar. Sí, ciegos comenzaron a ver, pero esto no tiene que ver con el ojo físico, se refiere a una ceguera espiritual más profunda. Sí, muertos fueron revividos, pero esto no se refiere a los cadáveres, sino a ti que crees que estás vivo y no lo estás. Hizo que mucha gente muerta viviera, los trajo a la vida desde su existencia de cadáver. Y éste es un milagro mucho más grande, porque el otro milagro puede ser hecho por la ciencia médica cualquier día de estos. Y el día no está muy lejano -ya ha sido hecho.

En Rusia, durante la segunda guerra mundial, resucitaron seis muertos. Lo lograron -dos o tres aún están vivos. Esto será hecho por la ciencia médica en cualquier momento. No hay nada... Y una vez que la ciencia médica sea capaz de hacerlo, ¿qué harás con tu Cristo el hacedor de milagros? Entonces él podría haber sido un buen doctor, un científico, pero no un iluminado.

Los ojos pueden ser curados, serán curados. El cuerpo no es el asunto, el cuerpo no debería ser realmente la meta. Jesús hizo milagros, pero esos milagros son espirituales, se refieren a tu ser interno. Eres ciego porque no te puedes ver a ti mismo. ¿Qué clase de ojos tienes? Una persona que no pueda verse a sí mismo, ¿qué clase de ojos tiene?

Jesús te hizo ver; miraste en el mundo interno, te dio ojos, claro -pero no esos ojos que miran hacia el mundo. Esto debe ser entendido. Nunca convirtió piedras en panes, esto es tonto. Pero los seguidores buscan los milagros, porque no pueden ver la iluminación, el estado crístico no pueden verlo, un Krishna es invisible para ellos -sólo pueden ver que una piedra se convierta en pan. Sólo pueden creer en este mundo, y si algo es hecho a la materia, entonces se convierte en una prueba para ellos. Por eso es que siguen a los magos en vez de seguir a los iluminados, siguen a los que puedan hacer trucos. Y todos los trucos son inútiles, no prueban nada. Prueban tu ignorancia, prueban que el otro hombre es astuto y te está explotando.

Jesús no es astuto, no puedes encontrar un hombre más inocente. No era astuto, no puede ser un hacedor de milagros, no es un mago y no le interesa explotar tu ignorancia. Y piensa, que si realmente hubiera hecho estas cosas -convertir piedras en pan, agua en vino...

Escuché que una mujer llevaba whisky en una bolsa al entrar por la frontera de otro país. En la aduana fue detenida y se le preguntó qué llevaba. Ella dijo "agua bendita".

Pero el hombre que vigilaba tuvo sospechas, así que dijo: "Me gustaría ver, porque esas gentes que llevan agua bendita son siempre sospechosas. ¡Es suficiente con agua! pero ¿por qué decir 'bendita'?". Así que inspeccionó -era whisky- entonces dijo: "¿Qué...?".

La mujer dijo: "¡Señor mío! De nuevo el milagro".

¿Jesús convirtió el agua en whisky? ¿Revivió a los muertos? ¿Salió Lázaro de la tumba? ¿Vieron los ciegos? ¿Caminaron los paralíticos? ¿Vieron de nuevo los que no podían ver? ¿Oyeron los que no podían oír? Si realmente hubieran sucedido estos milagros, entonces los mismos judíos habrían creído que él era el enviado de Dios, porque los judíos son tan materialistas como cualquiera. Si estas cosas realmente hubieran sucedido, entonces los judíos se hubieran vuelto locos por este hombre -son aún más materialistas que cualquier otra raza- pero ni siquiera le prestaron atención. Es imposible.

Es imposible no seguir a un hombre que haga tales cosas, porque todo el mundo está enfermo, y todo el mundo tiene miedo a la muerte, y todo el mundo está en problemas, y este hombre es la persona indicada. Aun si mueres él te va a revivir. Si estás enfermo él te sanará, si eres pobre, las piedras pueden convertirse en billetes -todo es posible con este hombre. Toda la raza judía hubiese seguido a este hombre, pero no lo siguieron, y fue crucificado.

¿Cuál es la razón? La razón es que los milagros sí sucedieron, pero no fueron cosas visibles. Sólo aquellos que estaban cerca, podían sentir esos milagros. Sí sucedieron: Lázaro estaba muerto -tal como tú estás muerto. Si yo te doy vida, eso será algo entre tú y yo, nadie más se dará cuenta de eso. Los periódicos no lo reportarán, no será anunciado por la radio y televisión. Nadie más se dará cuenta si te revivo en tu mundo interno, éste será un asunto entre tú y yo. Y no se lo podrás probar a nadie, porque es invisible. Por eso es que ocurrieron los milagros, pero los discípulos de Jesús no pudieron probarlo, fue un fenómeno invisible. Llegaron a mirar hacia adentro, pero ¿cómo puedes probar que has mirado hacia adentro? No se puede tomar fotografías, nadie más puede ser testigo del hecho.

Comenzaron a ir y decir a la gente: "Hemos visto milagros: ¡Aquellos que no podían ver han visto, aquellos que estaban muertos han vuelto a la vida!". Y esto originó el problema, y los judíos comenzaron a insistir: "¡Muéstranos! Y si este hombre es realmente el hijo de Dios, y si puede hacer tales milagros entonces crucifiquémosle y veamos qué sucede. Si puede resucitar a otros, podrá resucitarse a sí mismo
-lo crucificaremos y no morirá. Si sabe el secreto de la inmortalidad, si es tal sanador, entonces le haremos heridas en su cuerpo, y veremos si sale sangre o no".

Es por la torpeza de estos discípulos -que comenzaron a hablar sobre milagros, que son cosas internas- que Jesús se convirtió en el foco de todo el país: parecía falso, no parecía un mesías real y auténtico. La gente esperaba que ocurriera algún milagro. No ocurrió nada -murió tal como los otros dos criminales: tal como los otros dos, simplemente igual- un ser humano común. Nada de lo de Dios sucedió, ninguna luz descendió del cielo; tampoco se sacudió la tierra, ni hubo un terremoto, ni Dios estuvo furioso ni rugiendo desde los cielos, ¡nada! Y el hijo fue crucificado, y Dios permaneció en absoluto silencio.

Por eso es que los judíos no han registrado nada sobre Jesús: este hombre fue falso porque no pudo probar nada en la crucifixión. La crucifixión fue la prueba, ahí se tuvo que probar... es un enviado de Dios, no. Pero los que podían ver, vieron ahí también un gran milagro. Los cristianos se lo perdieron. Los judíos se perdieron el primer milagro, porque esperaron que algo sucediese afuera. Nunca sucedió. Se olvidaron de este hombre -era un impostor.

Los cristianos se perdieron lo interno que sucedió en la crucifixión. Sólo unos cuantos pudieron verlo. Aquellos que se habían visto a sí mismos pudieron verlo, lo que sucedió en la crucifixión: este hombre lo aceptó -ese fue el milagro. Este hombre sufrió y aceptó, este hombre sufrió y aun permaneció lleno de amor -ese fue el milagro. Por los que lo estaban matando, asesinando, él pudo orar aun por ellos -ese es el milagro, el milagro más grande que haya sucedido jamás sobre la tierra.

Las últimas palabras de Jesús fueron: "Dios mío, perdónalos porque no saben lo que hacen. No los castigues, porque son ignorantes". Este es el milagro más grande en la crucifixión: y todo el cuerpo está sufriendo, estás muriendo -aún lleno de amor. La cólera habría estado absolutamente bien. Si hubiera gritado, maldiciendo y diciendo: "Dios mío, mira lo que están haciendo con tu hijo. ¡Mátalos a todos!" -eso habría sido de un ser humano común. Esto es divino. En la crucifixión él demostró que él era el hijo de Dios, porque la compasión se mantuvo pura.

No pudiste envenenar su compasión, no pudiste destruir su oración, no pudiste destruir su corazón. Todo lo que hiciste, lo aceptó. No te rechazó -aun en ese momento de sufrimiento y desgracia, él no te rechazó. Dijo: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Los milagros sí ocurrieron, pero no son los milagros que los ojos puedan ver -sólo el corazón puede sentir. No fue un mago. Si hubiera sido un mago, y realmente hubiese tratado de convertir las piedras en panes, y hubiese tratado de sanar a los leprosos, no valdría mucho, no me ocuparía de él en absoluto. Todo el asunto sería inútil entonces.

Trata de entender: tal como hay una ceguera interna, también hay una lepra interna. Estás tan feo; tú mismo has creado esta fealdad en ti: tan cargado de culpa, tan cargado de miedo, de celos... de ansiedad. Esta es la lepra; te está carcomiendo tu mundo interno como un gusano. Eres una herida interna. Él sanó, pero ese es un asunto privado, sucede entre un Maestro y un discípulo; nadie más se da cuenta de eso. Incluso el discípulo sólo se da cuenta después. Al principio el Maestro es consciente de que la herida ha sanado; toma tiempo para que el discípulo se haga consciente de que la herida está sana. Normalmente, por muchos y muchos días continúa con la antigua idea de que la herida todavía está -pero nadie más puede ver.

Jesús dice: "Yo soy todo". Tú también eres todo -Jesús está diciendo simplemente aquello que debería ser conocido por todos, que debería ser sentido por todos. Tú eres todo, tú eres la fuente de todo, y todo está yendo hacia ti. Jesús es sólo un representante de ti. El no está diciendo nada sobre sí mismo, está diciendo algo sobre ti. Tú eres la semilla de mostaza, él ha llegado a ser el árbol floreciente -él lo está afirmando sobre ti. El está diciendo: "Yo soy el todo". ¿Qué quiere decir? Dice que tú también puedes llegar a ser el todo. Tú ya eres el todo, pero no estás consciente de eso.

Tu desgracia es que no puedes recordar quién eres. Un auto-recuerdo es necesario, nada más hay que hacer. Tienes que volverte más consciente, más consciente. Tienes que elevar tu consciencia hasta un pico desde el cual puedas ver. En ese momento llegas a iluminarte; ninguna esquina permanece oscura, todo el ser se vuelve una llama. Entonces entenderás a Jesús, entonces entenderás a Buda, entonces entenderás a Krishna, o entonces me entenderás a mí, porque todo el esfuerzo es para hacerte consciente de quién eres.

Recuerda estas palabras. Deja que vibren en tu corazón una y otra vez, porque por medio de estas palabras tu semilla se estremecerá:

Jesús dijo: "Yo soy la luz que está por sobre todos ellos, yo soy el todo, y el todo surgió de mí y el todo logró ser yo".

"Saca una astilla de madera, y estoy ahí; levanta una piedra y me encontrarás ahí".

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