jueves

OSHO / LA SEMILLA DE MOSTAZA



VIGESIMOCTAVA ENTREGA

Capítulo 14 (II)


Vieron a un samaritano cargando una oveja camino a Judea. Le preguntó a sus discípulos: "¿Para qué carga este hombre la oveja?".
Ellos respondieron: "Para matarla y comérsela".
Él les dijo: "Mientras esté viva no se la comerá, sólo si la ha matado y se ha vuelto un cadáver".
Ellos dijeron: Por supuesto. "De otro modo no podrá comérsela".
Ël les dijo: "Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

Tu cuerpo se va a volver comida para los gusanos, para los pájaros. Tu cuerpo es comida, nada más, no puede ser nada más -tu cuerpo viene de la comida. Por eso es que si no comes, el cuerpo comenzará a desaparecer. Si haces un ayuno, dos libras del cuerpo desaparecerán cada día. ¿A dónde está yendo ese cuerpo? Cada día tienes que llenarlo de comida -es un producto de la comida. Así que cuando mueres, ¿qué le va a suceder a tu cuerpo? El mundo lo utilizará como comida: los gusanos de la tierra te comerán, o los pájaros del cielo te comerán. Da cierto miedo, te pones aprensivo porque: "Voy a ser comido". A causa de esto, en todo el mundo se ha creado formas para no ser comido. ¡Pero son tontos!

Los hindúes queman sólo para evitar una cosa: que seas comido. Los mahometanos ponen el cuerpo muerto dentro de un ataúd, lo ponen en un nicho para protegerlo. Los cristianos hacen lo mismo. Sólo los Zoroastrianos no han hecho eso; dejan el cuerpo para que se vuelva comida. Ellos son los más naturales sobre eso, y los más científicos también, porque no deberías destruir la comida. Has estado comiendo aves, animales, frutas, durante toda tu vida, y ahora has acumulado un cuerpo de doscientas libras de peso y lo destruyes, lo quemas. Esto no es bueno, no eres agradecido con el mundo. Deberías devolverlo al mundo de la comida -¡es comida!

¿Y por qué crees que quemarlo es mejor, que arrojarlo al fuego es mejor a que sea comido por un gusano o por un pájaro o por un animal? ¿Por qué? Porque ahí también el fuego está ardiendo -en el estómago del pájaro, en el estómago del león- y ese fuego lo disolverá, pero ese es un fuego natural y por lo menos saciará algún hambre en alguna parte.

Sólo los parsis han permanecido naturales sobre eso, pero aún ellos han comenzado a titubear ahora porque todo el mundo dice: "Esto está mal -dejar a tu padre, a tu madre. ¿Qué clase de gente eres? ¡Eres muy cruel!". ¿Pero arrojarlo al fuego, no es cruel? ¿O enterrarlo bajo la tierra, no es cruel? Son más ecológicos, completan el círculo. Los hindúes, los mahometanos y los cristianos son menos ecológicos, están rompiendo el círculo y esto no es bueno.

Jesús dice: "Si no realizas lo interno, al ser viviente, al consciente, entonces simplemente vas a ser comido, eso es todo". Toda tu vida ha sido inútil: comiendo durante toda la vida, trabajando para comer, para luego ser comido -ésta es toda la historia. "Una historia contada por un idiota, llena de furia y ruido, sin ningún significado". Toda la vida es una lucha para comer, para luego ser comido -¿cuál es el significado de esto?

Jesús dice: "Antes que mueras, antes que seas comido, date cuenta de aquello que no es comida en ti, que no es creado por la comida en ti". Entonces tendrás que entender algo más.

Todas las religiones han tratado el ayuno. ¿Por qué? Porque cuando ayunas la consciencia se hace más intensa, porque no es parte de la comida. Realmente, la comida destruye la consciencia, y cuando no comes te vuelves más consciente, porque la comida te da un tipo de sueño. Es intoxicante. Así que si comes demasiado, inmediatamente te sientes con sueño, es alcohólico; cada vez que comes tienes que ir a dormir. Si alguna vez has ayunado, encontrarás que es difícil dormir por la noche. ¿Crees que es por el hambre? No, es porque sin comida hay más consciencia.

Y si haces un largo ayuno, después del tercer, cuarto o quinto día, el hambre desaparece, porque el cuerpo insiste por tres, cuatro o cinco días -el cuerpo no tiene una memoria muy grande- insiste en el antiguo hábito por unos cuantos días, y entonces si no lo escuchas, el cuerpo hace sus propios arreglos en una forma distinta. El cuerpo tiene un doble arreglo, es necesario como una medida de seguridad. Todos los días tienes que comer para darle al cuerpo su cuota diaria. Si no se la das por cinco o siete días, entonces el cuerpo toma una medida de emergencia: la carne acumulada en el cuerpo, la grasa acumulada -la acumula...

Toda persona común y saludable acumula por lo menos para tres meses; eso es un reservorio. Cuando el cuerpo piensa que no le vas a dar comida, el cuerpo comienza a comer su propio reservorio. Cuando el cuerpo comienza a comer su propio reservorio, entonces la consciencia no está involucrada con él en absoluto. No tienes que ir y ganar y trabajar, y cansarte y luego darle comida. Y cuando le das comida, para absorber la comida, para digerirla, toda tu energía es necesaria. Por eso es que inmediatamente después de que comes, tu cabeza se siente con sueño: porque la energía que estaba trabajando como consciencia es requerida en el estómago para trabajar como una fuerza digestiva; inmediatamente va.

Así que la gente que come demasiado, no puede meditar bien, ¡imposible! Pueden dormir bien, pero no pueden estar conscientes, no pueden estar muy conscientes. Son comida y nada más -y serán comidos; todas sus vidas son un círculo de comida. Todas las religiones se hicieron conscientes de que si ayunas, aumenta la consciencia, porque la energía es liberada -nada para digerir, nada para introducir y nada para botar, todo el trabajo se detiene. El trabajo en la fábrica del cuerpo no está presente, la fábrica está cerrada. Entonces toda la energía que tienes se convierte en consciencia. Por eso es que es difícil dormir cuando estás en ayuno.

Y si has estado en ayuno por lo menos por veinte, treinta o cuarenta días, tendrás un nuevo tipo de sueño: tu cuerpo dormirá y tú permanecerás alerta. Esto es lo que Krishna le ha dicho a Arjuna: "Cuando todos duermen, un yoghi permanece despierto". Eso es lo que Buda ha dicho: "Aun cuando duermo, no estoy durmiendo -sólo el cuerpo duerme". Por eso es que cuando Mahavira duerme, nunca se mueve mientras duerme -ni siquiera un sólo movimiento. Nunca cambia de lado, porque permanece alerta. Y dice que: "Cambiar de lado no será bueno; algún insecto puede ser aplastado...", porque él dormía en el piso o bajo un árbol, "y si en la oscuridad me muevo y cambio de lado, puede haber violencia -sin saberlo pero aún así. Y si lo puedo evitar...". Así que permanecía perfectamente en una sola postura toda la noche; conforme se acostaba, permanecía exactamente igual, sin siquiera mover su mano. Esto puede ser hecho sólo si estás perfectamente consciente mientras duermes, de otro modo no sabrás cuándo te has movido.

Si llegas a ser consciente, entonces te harás consciente de una dimensión diferente dentro de ti. Lo visible pertenece a la muerte, lo invisible pertenece a lo inmortal.

Jesús dice: "Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo...". Busca un estado de silencio, de reposo, de tranquilidad, de equilibrio, donde puedas hacerte consciente del ser viviente, porque sino "...no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

Jesús dijo: "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá".

Exactamente las mismas palabras están en los Upanishads. Dicen que hay dos pájaros sobre un árbol, uno parado en una rama más baja y otro parado en una rama más alta. El pájaro de la rama baja piensa, se preocupa, desea, exige, acumula, lucha, compite; permanece en angustia, en tensión, salta de esta rama a la otra, siempre moviéndose, nunca en reposo. El otro pájaro, que está parado en una rama más alta, está en reposo -está tan silencioso, como si no estuviera. No tiene deseos, no le ocurren sueños. No tiene necesidades que satisfacer, como si todo estuviera satisfecho, como si lo hubiera logrado, no hay dónde ir. Simplemente parado, disfrutando, observa al pájaro que está en la rama más baja.

Estas son las dos dimensiones en ti. Tú eres el árbol. Y lo más bajo siempre es perturbado. Lo más bajo es tu cuerpo y las necesidades corporales y los deseos corporales, y si te llegas a olvidar completamente de ellos, entonces te haces uno. La rama superior, la copa del árbol, el otro pájaro que es un observador -que simplemente mira hacia abajo a este pájaro saltando, angustiado, con ansiedad, con cólera, sexual; al que todo le sucede- es simplemente un testigo, simplemente continúa observando y observando, es tan solo un espectador. Tú eres el árbol.

Jesús dice la misma cosa con un símbolo diferente:

"Dos descansarán en una cama" -tú eres la cama- "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá". Tú eres la cama, hay dos ahí "...uno morirá y el otro vivirá".

Ahora, todo el asunto es a quién se le debería dar la atención. ¿Hacia quién deberías dirigirte, hacia quién debería fluir toda la energía? ¿Quién debería ser la meta?

Por lo general, aquél que va a morir es tu meta. Por eso es que siempre estás en ansiedad, porque estás construyendo una casa sobre la arena. Va a caer -antes de que ni siquiera sea construida caerá y se convertirá en ruinas. Tú siempre estás temblando porque estás firmando sobre el agua -antes de que la hayas completado ya ha desaparecido. Tu ansiedad es debido a que estás comprometido con el reino de la muerte y no has mirado hacia la vida. Y en cada cama están durmiendo dos -y el otro es sólo un testigo.

Préstale más atención a eso, gira hacia eso más y más -eso es lo que quiere decir conversión. Conversión no quiere decir que un hindú se vuelva un cristiano, o que un cristiano se vuelva un hindú. Esto es tontera. Simplemente cambias de etiquetas. Nada se ha cambiado, porque el hombre interno permanece siendo el mismo, el antiguo molde. Conversión significa el cambio en la dirección de la atención, del reino de la muerte al reino de la vida. Es un giro de ciento ochenta grados: mirar al observador, llegar a ser uno con el observador, perderte en el observador, en la consciencia, y entonces sabes que aquello que va a morir, morirá. No produce problemas, y sabes que tú no vas a morir -no hay temor.

Jesús dijo: "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá".

Y depende de ti. Si quieres permanecer en problemas, nunca prestes atención a lo interno; si quieres permanecer siempre en angustia, entonces permanece en la periferia, no mires hacia adentro. Pero si quieres reposo, una eternidad en paz, verdad, las puertas del cielo abiertas para ti, entonces mira hacia adentro. Es difícil -es difícil porque es muy sutil. Donde lo invisible y lo visible se encuentran, donde la materia y el espíritu se encuentran, es muy sutil. Puedes ver la materia, no puedes ver el espíritu, no puede ser visto. Puedes ver lo visible, donde termina; no puedes ver lo invisible, no puede ser visto.

Entonces, ¿qué hay que hacer? Simplemente permanece en el límite de lo visible, y no mires a lo visible, mira en la dirección opuesta. Gradualmente, lo invisible puede ser sentido. Es una sensación, no es un entendimiento; no lo puedes ver, sólo puedes sentirlo. Es tal como una brisa: viene, la sientes, pero no la puedes ver. Es tal como el cielo: está ahí, pero no puedes decir dónde, no lo puedes señalar, no lo puedes tocar. Siempre está ahí, tú estás en eso, pero no lo puedes tocar.

Permanece en el límite de lo visible mirando en la dirección opuesta. Esto es lo que es toda la meditación. Cada vez que puedas encontrar un momento en paz, cierra tus ojos, deja tu cuerpo atrás y todos los asuntos corporales y el mundo de la muerte; el mercado, la oficina, la esposa, los niños -déjalos a todos. No sentirás nada adentro la primera vez.

Hume ha dicho que: "Mucha gente ha hablado de ir adentro y mirar. Cada vez que miro, no encuentro nada -sólo pensamientos, deseos, sueños, flotando aquí y allá- sólo un caos". Tú también sentirás lo mismo. Y si concluyes que no hay nada que valga la pena, en ir una y otra vez para ver este caos, entonces lo perderás. Al principio verás esto, porque tus ojos sólo pueden ver esto -necesitan un giro. Permaneces simplemente ahí mirando a los sueños flotando. Flotan como nubes en el cielo, pero entre dos nubes, a veces verás lo azul; entre dos sueños, dos pensamientos, a veces habrá un vislumbre del cielo de atrás. Sólo que no estés de prisa. Por eso es que dicen que si te apuras lo perderás.

Hay un dicho Zen que dice: "Apúrate lentamente". ¡Eso es correcto! Apúrate, eso está bien porque vas a morir -en ese sentido apúrate. Pero adentro, si estás en demasiada prisa, lo perderás, porque concluirás demasiado pronto, antes de que tus ojos se hayan sintonizado. No concluyas demasiado pronto.

Apúrate lentamente. ¡Sólo espera! Anda ahí, siéntate y espera. Poco a poco, un nuevo mundo de lo invisible se hace claro, llega a ti. Te sintonizas con él, entonces podrás oír la armonía, la melodía, el silencio comienza su propia música. Siempre está ahí, pero es tan silencioso que son necesarios oídos muy bien entrenados. No es como un ruido, es como el silencio. El sonido de adentro es como el silencio, la forma de adentro es sin forma. No hay tiempo ni espacio adentro, y todo lo que sabes está en el espacio o en el tiempo. Las cosas están en el espacio, los eventos en el tiempo, y ahora los físicos dicen que estas dos cosas no son dos; aún el tiempo es sólo una cuarta dimensión del espacio.

Tú conoces sólo el tiempo y el espacio, el mundo de las cosas y de los eventos. Tú no conoces el mundo del ser que presencia. Está más allá de ambos, no está confinado en ningún espacio y no está confinado en ningún tiempo. Hay una duración dentro del tiempo, hay un espacio pero sin altura ni largo ni ancho -es un mundo totalmente diferente. Necesitarás sintonizarte con él, así que no seas impaciente -la impaciencia es la barrera más grande. He sentido que cuando la gente comienza a trabajar hacia lo interno, la impaciencia es la barrera más grande. Una paciencia infinita es necesaria. Puede suceder al momento siguiente, pero una paciencia infinita es necesaria.

Si eres impaciente, puede ser que no suceda por muchas vidas, porque la propia impaciencia no permitirá el reposo del cual habla Jesús, la tranquilidad. Aún la expectativa será una perturbación. Si estás pensando que algo va a suceder, algo extraordinario, entonces no sucederá nada. Si estás esperando que suceda la iluminación, lo perderás. ¡No la esperes! Todas las expectativas pertenecen al mundo de la muerte, a la dimensión del tiempo y del espacio.

Ninguna meta pertenece a lo interno. No hay forma de hacerlo -tan sólo esperar, una paciencia infinita. Jesús dice: "Observa y sé paciente". Y un día, repentinamente estarás iluminado. Un día, cuando la sintonía correcta suceda, cuando estés listo, de pronto estarás iluminado. Toda la oscuridad desaparecerá, estarás desbordante de vida, de vida eterna, que nunca muere.

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