jueves

HACIA UN TEATRO POBRE (33) - JERZY GROTOWSKI

  

 EL DOCTOR FAUSTO: MONTAJE TEXTUAL (*) (4)

 

EUGENIO BARBA

 

(*) Ni una sola palabra del texto original de Marlowe ha sido cambiada, pero el script se ha rehecho mediante “montajes” en los que la sucesión de escenas fue modificada; nuevas escenas se añadieron y algunas de las originales fueron omitidas. Existen notas de esta producción que Eugenio Barba grabó. Este texto ha sido publicado en la Tulane Drama Review (Nueva Orléans, t. 24, 1964) y en Alla ricerca del Teatro Perduto (Marsilio Editori, Padua, 1965).

El Doctor Fausto fue producido por Jerzy Grotowski. Los trajes diseñados por Waldemar Krygier y la arquitectura escénica por Jerzy Gurawski. Fausto: Zbigniew Cynkutis; Mefistófeles el Andrógino: Rena Mirecka y Antoni Jaholkowski; Benvolio: Ryszard Cieslak.

 

Escena diecisiete: Fausto es transportado al Vaticano por dos dragones: el doble Mefistófeles.

 

Escena dieciocho: Fausto, invisible a los pies del Papa, está presente en un banquete en San Pedro. La mesa del banquete está construida por los cuerpos del doble Mefistófeles que recita los Diez Mandamientos. Fausto golpea al Papa despojándolo de su vanidad y de su orgullo y lo transforma en un hombre humilde: este es el milagro de Fausto.

 

Escena diecinueve: En el palacio del emperador Carlos V, Fausto realiza milagros dentro de la tradición de las leyendas populares. Divide la tierra y saca de ella a Alejandro el Grande. Después, Fausto se burla de Benvolio, un cortesano que pretende matarlo. La ira de Benvolio va dirigida contra las mesas: en realidad quita los manteles y tira las mesas, pero cree que está desmembrando a Fausto. Faustyo convierte a Benvolio en un niño pequeño.

 

Escena veinte: Regreso al presente: la última cena de Fausto. Fausto empieza su conversión con sus huéspedes. Ante las súplicas de un amigo que le pide que conjure a Elena de Troya, desenmascarando mediante alusiones cómicas las funciones biológicas de la mujer, Elena empieza a hacer el amor con él, dando de inmediato a luz un niño. Luego, mientras se mantiene en esta posición erótica, se convierte en el niño que llora. Finalmente se transforma en un niño que mama vorazmente.

 

Escena veintiuno: El doble Mefistófeles muestra a Fausto el Paraíso. Hubiese sido suyo si hubiese seguido los preceptos de Dios: su muerte calmada, buena y piadosa. Luego, ve el Infierno que le espera: una muerte violenta y convulsiva.

 

Escena veintidós: Fausto no tiene más que unos minutos de vida. Un largo monólogo que representa su última, su más terrible provocación a Dios.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+