“SER MUJER NEGRA ES RESISTIR Y SOBREVIVIR TODO EL
TIEMPO”
por Mariana Pitasse
La concejala de Rio de Janeiro Marielle
Franco (PSOL) tuvo una de las elecciones más celebradas de los últimos tiempos
en la ciudad. Mujer, negra, nacida, criada en el Complejo da Mares, defensora
de los derechos humanos y socióloga, ella fue la quinta candidata más votada a
la Cámara Municipal en 2016, acumulando 46 mil electores. Luego de su posesión,
en enero de este año, Marielle ya presentó proyectos que buscan fortalecer los
derechos de las mujeres. Uno de ellos es el proyecto de ley “Para hacer valer
el Aborto Legal”, que tiene por objetivo cualificar profesionales para informar
y garantizar la atención de las mujeres que tienen el derecho de abortar, en
casos de anencefalia, riesgo de muerte y violación. El 8 de marzo de 2017,
cuando la activista comenzaba su mandato como concejala de la ciudad de Rio de
Janeiro, Brasil de Fato conversó sobre los desafíos que
enfrentaba y la necesidad de debatir sobre el feminismo y algunas propuestas de
su mandato.
¿Por qué hoy aún es importante discutir
el feminismo?
Para garantizar que
las mujeres no estén en posiciones secundarias. Para evitar el estatus de
invisibilidad en que muchos quieren colocarnos. Para que podamos ocupar
espacios en que seamos protagonistas. El 08 de marzo es importante ir a las
calles, volver público nuestro discurso, porque en la medida en que hay mujeres
hablando, el debate sobre feminismo, género, racismo está en juego y hace la
diferencia.
Recientemente usted relató en su página
de Facebook el caso de racismo que sufrió en el aeropuerto con
una revista abusiva. ¿Cómo es ser mujer negra en Brasil?
Ser mujer negra es
resistir y sobrevivir todo el tiempo. Las personas miran nuestros cuerpos
disminuyéndonos, investigan si debajo del turbante tenemos drogas o piojos,
niegan nuestra existencia. Eso que pasé en el aeropuerto fue una vivencia por
la que muchas mujeres negras ya pasaron. Podríamos hacer una investigación
objetiva preguntando a cuantas mujeres y hombres blancos les revisaron sus cabellos,
la respuesta sería ninguno. Estamos expuestos y somos violentados todos los
días. Para que la discusión se amplíe es fundamental comprender que estamos en
un lugar de trato diferente. Es necesario reconocer el racismo.
Las mujeres trabajan una media de 7,5
horas más que los hombres por semana, según investigación divulgada esta semana
por el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA). Aún así, la reforma de
las Pensiones propone que trabajen la misma cantidad de años para jubilarse.
¿Cómo evalúa esta propuesta?
¿Cómo quieren tratar
a las mujeres de manera igual para jubilarse si somos tratadas de manera
desigual todos los días? Nosotras las mujeres estamos en la base de la
pirámide, con los menores salarios, trabajando en doble jornada y así quieren
tratarnos de forma igual para la jubilación. Es un discurso de igualdad sólo
cuando sirve a los intereses de ellos. Tenemos que recordar que estamos en
condición subalterna, no sólo por en lo simbólico. Los datos objetivos de las
investigaciones están mostrando eso. Desgraciadamente las mujeres aún están en
situación vulnerable.
En la Semana Internacional de la Mujer,
usted realizó varias actividades de conversación sobre feminismo en las calles
de Rio de Janeiro, ¿cómo ha sido la receptividad de esas conversaciones?
Repartimos folletos,
realizamos clases públicas y conversaciones. La mayoría de las veces tuvimos
buena adhesión, pero siempre hay un nivel de resistencia, desgraciadamente.
Creo que, en general, las personas están muy recelosas sobre la política más
ampliada. Entonces hay un rechazo a los folletos sobre partidos y posiciones
políticas. Pero, sobre el feminismo, cuando hablamos de la eliminación de los
derechos de las mujeres, hay una identificación. Si nos detenemos a pensar,
¿quién sufre más con la reforma de las Pensiones, por ejemplo? Son las mujeres
más pobres, quienes más están haciendo trabajos tercerizados y manuales.
Entonces, cuando conversamos sobre eso, son temas por los cuales las mujeres
paran y prestan atención. Conseguimos dialogar.
¿Cómo funciona en la práctica el
proyecto de ley propuesto por usted en la Cámara Municipal “Para hacer valer el
Aborto Legal”?
Es un programa que
trae un tema polémico, pero no estamos defendiendo la legalización del aborto
en el ámbito municipal, a pesar de que esa es una de las banderas del PSOL
nacionalmente. Lo que estamos proponiendo aquí es la garantía del servicio
público de atención a las mujeres. En caso de ser víctima de violación, estar
en riesgo la vida, estar embarazada de feto anencéfalo, la mujer tiene derecho
al aborto por eso debe recibir asistencia adecuada. Queremos hacer que los
profesionales reciban calificación para que no criminalicen más a las mujeres,
independientemente de la opinión individual que tengan. Necesitamos romper con
esa lógica. El Estado tiene que garantizar que la mujer reciba atención
adecuada, si no, ella tendrá que sentir un doble sufrimiento al abortar. Ya
tenemos más de 8.300 firmas apoyando el proyecto.
¿Qué otros proyectos de su mandato
están dirigidos a las mujeres?
El espacio lechuza,
que es cuidado infantil extendido al horario nocturno. No es un proyecto sólo
para las mujeres, es para las familias, pero sabemos que la responsabilidad de
los hijos aún recae casi exclusivamente sobre las mujeres en Brasil. Avanzamos también
en el debate sobre la visibilidad de las mujeres trans, al exigir el
reconocimiento de la identidad social de una de nuestras asesoras
parlamentarias en la Asamblea Legislativa. Estamos haciendo un estudio para
identificar las demandas y poder hacer más por las mujeres. El mandato está
apenas comenzando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario