domingo

CONFIESO QUE HE MORIDO (15) - HUGO GIOVANETTI VIOLA



ISABELINO PENA detective de almas 3 / 4

primera edición WEB

DOS: LA REPÚBLICA DE LOS PINGÜINOS (2)

(el corralito secreto de los nuevos mafiosos)


17

Isabelino Pena sugirió retocándose la estrella floral del panamá:

-Mejor que los esbirros no nos vean.

Perales sale corriendo hasta el borde de la piscina donde el Bambino atiende a la prensa.

-Aguantá -pidió Pablo. -Quiero saber si salta algo nuevo de la película.

-Sí. Estamos preparando una verdadera bomba para Gran boludo -cabecea el ex-periodista deportivo transformado en megashowman. -Pero lo más seguro es que lo larguermos después de Semana Santa.

-¿Y qué opinás de la interna peronista? -desconcertó a todo el mundo el Chancho Cluzeau, con los sobacos anubarrados por lamparones que parecían de aceite.

Cardetti ni siquiera contesta y el ex-Jefe de Redacción entrenado para escandalizar machaca:

-¿Ya no te subsidia Menem?

Durante unos segundos quedó sonando nada más que la fuente de la piscina, hasta que el productor se apantalló la risa para gritarle a un chef imaginario:

-Te olvidaste de ponerle la manzana en la trompa a este lechón, Carlitos.

Y hay una carcajada general tan compacta que apenas se oye la explosión de la botella que parte el hombre-bicho contra el murete:

-Ahora vas a entender lo que es tomarle el pelo a un yorugua, cagón.

-Ojo. Está loco en serio -se llevó del brazo el detective a Pablo mientras los escoltas del Bambino se ganaban el sueldo y algunas suturas provocadas por la panza sangrante de un Don Pascual.

-Habitación 202 -suda todavía pálido el botija en el ascensor. -La cosa es que esté sola.

Pero antes de golpear escucharon el jadeo caligulesco de Barletta:

-Es cuando yo quiero, yegua. Eentendé de una vez. O vas a terminar colgando al lado de tus pilchas.

Y enseguida que nos escondemos en el pasillo pega un portazo y baja.

-Calma y fe -ordenó el viejo tanteándose el chichón. -Porque somos muy pocos.


18

Isabelino Pena anunció:

-Room-Service de Los redentores de Liverpool, mademoiselle.

Shirley demora mucho en pedir que pasemos: nos recibe envuelta en un toallón y uno siente que Barletta acaba de violar el paraíso.

-Qué precisás, mujer -le agarro una rodilla el viejo.

Y ahora mira a Pablo como si fuera su Hijo:

-El chiquilín que apareció en la Mansa es de la Gabi. Se lo vendió a un brasuca enseguida que abrieron la casa de masajes. Lo supimos por la estrellita roja.

-¿Y no podría ser otro con el mismo tipo de marca?

-Imposible. A la Gabi hoy la encuentran en el crucero. Pero miren que todo esto es peligrosísimo. Todavía no sé muy bien por qué los llamé, además.

-Nos llamaste porque creés en las órdenes del Espíritu Santo -se sacó el jazmín de la solapa Isabelino Pena.

-Yo creo en todo.

-Tomá: guardá esta flor. Y si te toca pasar a la otra dimensión cometelá. ¿Entendido?

-Ta. Ahora piquenselás.

Y al bajar encontramos a Piculín mariposeando en la piscina y lo encaro sin saludo previo:

-Aceptamos el contrato en el show del crucero. Pero nos tendrías que alcanzar hasta el puerto, man.

El empresario se miró el reloj con menos fastidio que diversión:

-Estamos organizando la megafiesta de la temporada. ¿Me dan cinco minutos?

-Dale -sonríe el querube. -Te esperamos afuera. ¿Cuánto tiempo le calculás a la actuación?

-Media horita.

Isabelino Pena señaló el manchón sobreviviente al desparramo armado por el Chancho y gruñó:

-Bienaventurados los escándalos que no ensucian la tierra.


19

Isabelino Pena explicó:

-Nos contrataron para actuar en el kinder. Fue divertidísimo.

Los ojazos de la muchacha color té espejan humosamente el lucerío de la península:

-Yo acabo de llamar a la Shirley para contarle que estuve en la morgue.

-Y qué se investigó.

-Nada. Me dan tanto asco que ni siquiera les conté que yo no lo parí deforme. Se ve que lo prepararon.

-Para qué.

-Para vendérselo a la Fundación, por ejemplo. La Fundación precisa guachos de todo tipo.

Gabi escrutó el salón casi desierto del barco y agregó:

-No se metan con estas bestias. Nadie puede hacer nada. Acá hay prostitución de guachos y venta de órganos hace mucho. Y a nadie le interesa.

-¿Y Piculín está metido en la Fundación?

-Piculín está metido con Renzo.

-Y Renzo con la Shirley.

-A la Shirley la adora todo el mundo. Es Gardel.

Entonces veo venir la lanchita y le froto la espalda a Pablo:

-Tendríamos que arrancar, querube.

La opulenta modelo-acompañante de pelo rasta y mirada amarilla viajó con ellos en el ascensor y al llegar al embarque se abrazó a sí misma y sonrió.

-Y cuánto les pagó este hijo de puta por actuar en el kinder.

-Cincuenta dólares.

Gabi vuelve a espejar los collares titilantes del balneario-paraíso y murmura:

-Lo peor es que al gurí mío parece que lo hubieran usado de carnada en la pesca mayor. Está hecho pomadita.


20

Isabelino Pena estornudó treintaidós veces frente al televisor. La megafiesta organizada por Piculín Romay a beneficio de la Fundación Gladiators se basa en una cena servida por más de cien famosos disfrazados con un delantalito.

-Uau. Cien dólares el ticket -bostezó lacrimosamente Mariana. -Vas a terminar reventando de la alergia, don Coso. Y mirá la fallutería de Cardetti, el Bin Laden y el Pingüino. Esos ya ni se tragan.

Entonces la conductora de Verano desnudo esperó el final de un paneo celestísimo y entrevistó a Renzo Barletta.

-Esta no es la piscina del Six Stars -se le descontrola la jeta-tripa al mulato. -Este es el baño de la resurrección con el que le contestamos al crimen de la Mansa. Y aquí está la delegación de karatekas formados en el cante que traemos todas las semanas a la península para probar que el odio no pasará.

Pablo se sirvió vino:

-¿Sabés que me da vergüenza odiar tanto a esta basura?

-No te preocupes que ahora desfila Shirley y se te va todo. Ves tu alma y te curás.

-Eso quiere decir que no sigas soñando con cojértela -echa mucho humo Mariana.

-Lo que no puedo creer es que mi alma pueda ser tan divina y estar tan jodida al mismo tiempo -ignoró Pablo a la madre.

-Esa es la cruz, botija.

-Y tampoco puedo creer así nomás que la vida sea la cruz. Aunque Leonardo siempre decía que la vida es la cruz y la resurrección.

-Tal cual. Pero el Peteco de Punta del Este no resucitó un pomo -chista y bosteza la mujer con las facciones muy acalaveradas.

-Por la felicidad -brindó el detective, manso.

-Okey. Yo me voy a soñar con el infierno mientras ustedes payan y la farándula disfruta, muchachos.

-Por qué no te morís -sonríe Pablo.

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