EPÍLOGO
Jeremiah Abrams (2)
Junto
a nuestras más creativas aptitudes se ocultan también nuestras potencialidades
más destructivas. Nada cambiará en nosotros mientras no reconozcamos que
nuestro enemigo más siniestro se agazapa en el interior de nuestro psiquismo.
Este reconocimiento constituye así un acto de contricción que jalona el inicio
del cambio psicológico. El trabajo con la sombra constituye la condición
indispensable del camino de la integración psicológica.
Pero,
por mucho que hablemos de totalidad, nadie puede abrazar a la totalidad, al
menos de un modo consciente. Nuestro conocimiento es esencialmente fragmentario
y no resulta posible ser conscientes de todo en todo momento.
Cualquier
intento de conocer completamente a la sombra es tan infructuoso como pretender
plenamente los misterios de la creación ya que nuestro conocimiento siempre
será limitado. Sólo podemos servir al principio de la realidad, aspirar a una
vida auténtica y seguir buscando conscientemente los niveles más profundos de
la verdad, recuperando a nuestro tramposo -a nuestro loco- recuperando lo que
ha sido reprimidio o negado y, de ese modo, descubrir su sentido personal. Así
pues, sólo estaremos en condiciones de encontrar la sabiduría cuando estemos
dispuestos a aceptar nuestra locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario