domingo

CONFIESO QUE HE MORIDO (12) - HUGO GIOVANETTI VIOLA



ISABELINO PENA detective de almas 3 / 4
primera edición WEB

DOS: LA REPÚBLICA DE LOS PINGÜINOS (2)
(el corralito secreto de los nuevos mafiosos)


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Isabelino Pena no tuvo más remedio que autopresentarse en la mesa redonda de la radio:

-Soy detective de almas y escritor de mis propios casos. Tengo dos novelas publicadas: El tesoro de Ronaldinho (Terrorismo en Francia ’98) y No te olvides de verme (Avistamientos suprafísicos en el cementerio). Integro Los redentores de Liverpool desde esta mañana.

El otro invitado al programa de Renzo Barletta es Piculín Romay, el productor de la megafiesta que se organiza la semana que viene en el Six Stars del lago a beneficio de la Fundación Gladiators: ni siquiera me toma el pelo, porque lo único que le interesa es tener buena onda y mantener a raya a una homosexualidad infantil que le refresca empalagosamente los cuarenta pirulos.

-Los redentores de Liverpool son dos -explicó al aire el mulato, dirigiéndose a la modelo veinteañera que acompañaba a Piculín. -Un detective-novelista-predicador y un cantante extraordinario que hoy actuó para la gurisada en el asentamiento. Al Pato lo conocés, por supuesto.

Shirley está sentada al lado mío: tiene el pelo rubio muy corto, ojos muy maquillados y una brevísima boca turgente que parece entreabrirle la desnudez del esqueleto.

-Claro -se agatunó. -Y quisiera que me dedicaras el Andante de la Fonte.

Entonces me doy cuenta que Pablo debe estar enamorado de Shirley hace tiempo y bajo la cabeza para concentrarme, pero apenas empieza a sonar el arpegiado la muchacha me electrocuta apoyándome una mano en la pierna y siento que nos tocó ser la Virgen y el Hijo hasta el final de la aventura.

-Todo para ti, nada para mí -murmuró Isabelino Pena cuando terminó el Andante.

Al salir de la radio Barletta se entera que mañana nos vamos a Punta del Este y se ofrece a llevarnos ahora mismo en la camioneta. Los redentores de Liverpool aceptaron y el viejito pidió para pasar un momento por Brecha y Reconquista. Prometemos volver a vernos con Piculín y Shirley en la península, y al llegar a la pieza meto el traje blanco y el 32 corto en el bolso de mano.


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Isabelino Pena se acodó en la ventana que daba a la ex-Plaza del Recreo y contestó:

-No, gracias. Dejé de fumar. Este lugar es mágico.

-Yo ya no veo ni la Torre del Vigía -me arponea la madre de Pablo desde atrás. -Lo único que veo es mierda. Por todos lados. Y ahora que van a hacer esa película veo más mierda que nunca. ¿Un vinito?

-Un vinito.

La mujer treintañera y de pelo atirabuzonado trajo una caja de tinto Santa Teresa y desembuchó:

-¿Por qué no lo dejás tranquilo al Pato, don Coso? ¿Cómo es que te llamás?

-Isabelino Pena. El Pato vino a buscarme para que lo acompañara a la conferencia de prensa. Y el trabajo es sagrado.

-Sagrado como Leonardo y la banda y el disco y mi concha y Dylan Thomas. Todos hechos bolsa.

-Lo único que interesa es la felicidad.

La mujer se sirvió medio vaso pero prensó los ojos y se quedó tallada entre la flotación donde parecía olerse un jazmín del país invencible y remoto.

-No me hinchen con Peteco. Por favor. Yo no quiero creer.

-El problema es que si quisieras creer te sería casi imposible sacarte la sábana de arriba, morocha. Estás toda tapada.

Y apenas vuelvo a acodarme frente al estrellerío escuchamos llegar a Pablo con la pizza y ella prende otro bastón blanco y pestañea:

-Gracias por lo de la sábana, loco. Me hizo acordar a cuando volvía muy salada del queco y Leonardo me frotaba el asco como si fuera el Peteco de Punta del Este en serio y yo me dormía posta. Puro paco pero sirve. Voy a escribir un poema.

-Paco tu madrina, Darling -le pegó un sacudón tan grande el brazo izquierdo al viejito que el vino mojó el techo y terminaron por retorcerse de la risa.


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Isabelino Pena le explicó a Paco:

-Es otra forma de alergia. O estornudo como una ametralladora o me da el sacudón.

El querube me presenta a una pareja formada por una muchacha de mi estatura que está a punto de parir y un gigante casi negro con suavidad de santo.

-Che, Lourdes -sirvió la pizza sin dejar de fumar Mariana. -¿Cuánto fue que demoraron en terminar el disco, al final?

-Tres años y ocho meses.

-¿Y cuántos llevan vendidos?

-Ciento veinte, me parece -abrió una cerveza Doble Uruguaya Tiago. -Tenemos gráficas para mandar a hacer trescientos y sabemos que hay gente que quiere conseguirlo, pero ni te lo piden.

-Y arriba cuando filmen el Peteco inventarán una bandita trucha que se va a cobrar todo -se quema con la muzzarella la mujer amortajada. -Me cago en Dios, carajo. Pero no te preocupes que ahora el Pato predica con ayudante y todo en el 121.

-Mi hijo escucha todos los días a la Banda del Pez -sonrió Lourdes contemplando su montañosidad.

-Ustedes ya son pescado hace rato, mijita. Ma qué pez. Y ahora con la película se tendrían que jubilar de cornudos.

-Y vos tendrías que haber seguido changando en lugar de echar mierda por la trompa, hermana -salta Pablo.

-No me digas hermana. Y no te olvides que vos también sos machaje. Y Dios también. Y ya los dejo en paz porque las enfermeras no predicamos pero tenemos horario para curar a los infelices por cuatro pesos putos en lugar de soñar con la resurrección. Que duermen bien, gurises.


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Isabelino Pena esperó que el muchacho apagara la luz del dormitorio para carraspear:

-Mañana será otro día, querube.

Y cuando pienso que ya se durmió oigo trepar una especie de jadeo de nácar:

-Mi madre escribió cuatro letras del disco, tiene terminados dos libros impresionantes y le regaló un Padrenuestro ampliado y hecho en computadora a Mimí unos días antes que se muriera.

-Y qué pasó con el quilombo de Mimí.

-Lo compró el productor uruguayo de Jesús de Punta del Este y edificó una casa de masajes con timba VIP y todo.

-¿El Sultán?

-Ahora también le dicen el Bin Laden.

El viejito se rio fuerte:

-¿Timba VIP?

-De alto riesgo. Parece que apuestan minas y todo.

-¿Y Barletta y Piculín andan en ese curro?

-Puede ser. Aunque la Fundación debe ser un lavadero de guita grosa y un super de merca chica. Y lo que más le importa a Piculín es llegar a ser el rey de una farándula uruguaya que ni siquiera existe.

-Y qué pasa con Shirley.

Y recién entiendo que son las cejas altas y depiladas y la nariz suavemente larga de la chiquilina lo que hace que los labios le rebrillen más acá y más allá de este mundo.

-Shirley curtía strip-tease -explicó Pablo Ventura. -Después se enganchó con el modelaje y ahora está ahorrando para poner un gimnasio, creo. Es ninfómana desde muy chica, pero una vez se desnudó en el quilombo y enseguida se puso un tocado de novia y se casó con el Andante de la Fonte de fondo.

-¿Se casó?

-Ella dice que con Jesús.

Y al rato ya no puede llorar sin hacer ruido.

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