domingo

LECCIONES DE VIDA (85) - ELISABETH KÜBLER-ROSS Y DAVID KESSLER


10 / LA LECCIÓN DEL JUEGO (9)

DK (5)

En una ocasión aprendí una lección de Emma, mi ahijada de cuatro años. Estaba jugando con su amiga Jenny a un juego llamado Candyland. Cuando Jenny estaba a un paso de ganar, Emma saltó con entusiasmo y dijo: “¡Oh, Jenny, espero que ganes!”

Emma no comprendía el concepto de vencer al otro jugador. Para ella, la diversión consistía en jugar. Todavía no era consciente de que si su amiga ganaba, ella perdía. Era feliz simplemente jugando. Todos deberíamos aprender de su inocencia.

Las celebraciones constituyen oportunidades evidentes de diversión, pero no debemos reservar nuestra alegría sólo para las ocasiones especiales: debemos celebrar todas las ocasiones que se nos presenten. Ya concedemos bastante tiempo a los sucesos negativos; debemos dedicar un tiempo igual o mayor a los positivos. Podemos celebrar la visita de un amigo, una buena comida o que es viernes. Podemos celebrar la vida. Y también podemos acicalarnos porque sí o utilizar la vajilla de los domingos para comer con la familia. En general, no dudamos en cocinar una buena comida para unos desconocidos, pero para nosotros nos preparamos una lata de atún, el abrelatas y un trozo de pan. Los funerales son un ejemplo especialmente interesante. Todo el mundo se arregla y se reúne en la casa del difunto, donde se sirve la comida en la vajilla de porcelana y se sientan en el salón que nunca se utiliza. Pero ¿llegó a disfrutar el difunto de todo esto en vida?

Por último, debemos dedicar cierto tiempo a nosotros mismos. Casi todos estamos de acuerdo en que es necesario compartir un tiempo de calidad con nuestros seres queridos. Pero también tenemos que dedicar un tiempo a estar solos; un tiempo que sea sólo para nosotros y que no consista simplemente en los ratos que nos quedan cuando todo el mundo se ha ido o esos momentos en los que por casualidad nos encontramos a solas, sino un tiempo que hemos reservado para nosotros, un tiempo que dedicaremos a nuestra persona y a nuestra felicidad. Durante ese tiempo no debemos comprometernos a ver una película determinada, comer ciertos alimentos o hacer algo concreto. Debemos dedicar ese tiempo a nosotros mismos y a estar con nosotros mismos; a hacer lo que queramos, cuando queramos y de la forma que queramos.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+