domingo

DON McLEAN Y VINCENT VAN GOGH


ATMÓSFERA DE ATARDECER EN EL MAIZAL


por Helen Brown

Bajo el suelo del museo Van Gogh de Amsterdam reposa una cápsula del tiempo que contiene un juego de pinceles del artista, y la hoja de música de la canción Vincent (Starry Starry Night) de Don McLean. El equipo de trabajo del museo hace sonar la canción para los visitantes cada día, aunque no exista peligro alguno de que la olviden. De hecho es como si el poderoso retrato del cantante estadounidense sobre el genio malinterpretado fuese lo que en primer lugar llevara a los visitantes al museo. Esto seguramente ocurre igual con los miles que a diario se agolpan para ver la gran exhibición popular de la Royal Academy, El Van Gogh Real-El Artista y sus Cartas, la cual toma forma como uno de los espectáculos del año.                                                                                        

Lanzada en el álbum clásico American Pie de 1971, Vincent se convirtió en un número 1 en el Reino Unido en 1972 y ha influenciado a un extraordinario número de músicos, de todos los estilos desde los metal punks NOFX hasta la dama Julie Andrews y Rick Astley. El cantante irlandés Brian Kennedy la interpretó en el funeral de George Best y un rapero de pandillas Tupac Shakur adoraba tanto la canción, que luego de ser fatalmente herido en un tiroteo en 1996, su novia deslizó una cinta en el reproductor al lado de su cama en el hospital para asegurarse de que Vincent fuera lo último que oyera.

Pero ¿qué hay del hombre que la escribió? American Pie fue quizás el punto cumbre de su carrera, pero McLean todavía está fuerte a los 64 años, va a lanzar un álbum nuevo en abril y hará una gira por el Reino Unido a partir de mayo. Me puse en contacto con él vía telefónica en su hogar de Maine para descubrir cómo se inspiró para escribir Vincent y cómo se sentía con el gran impacto de la canción.                                                                          

“En el otoño de 1970 yo trabajaba cantando en el sistema escolar, tocaba mi guitarra en los salones de clase”, dice él. “Una mañana estaba sentado en la baranda, leía una biografía de Van Gogh, y de pronto supe que tenía que escribir una canción para expresar que él no estaba loco. Él tenía una enfermedad igual que su hermano Theo. Esto es diferente, en mi parecer, al jardín de variedades de ‘locuras’, porque él fue rechazado por una mujer, como se pensaba comúnmente. Así que me senté con una impresión de Starry Night (Noche Estrellada) y escribí la letra en una bolsa de papel”. Con su paleta agridulce de acordes mayores y menores, la melodía profunda de Vincent tiene una gran emoción recopilada en tranquilidad. La gama de colores líricos, “swirling clouds in violet haze” (“nubes oscilantes en violeta silente”), los ojos de “China blue” (“azul de China”), el “snowy linen land” (“campo nevado de lino”), evoca un recorrido mental por el trabajo del artista. Lo entrecortado de la humilde entrega de McLean rinde tributo a las pinceladas entrecortadas de su protagonista y captura el sentido de espontaneidad de las pinturas, apunta hacia el momento de gran drama romántico, el rasgueo, cuando el artista toca su propia vida. La canción empieza abruptamente, como si McLean respondiese a una voz inexistente. No hay introducción instrumental: la voz y la guitarra comienzan simultáneamente: “Starry starry night / paint your palette blue and grey / look out on a summer’s day / with eyes that know the darkness in my soul.”

Cuando McLean canta sobre el pintor muerto mirando hacia la oscuridad de su propia alma, está demarcando un vínculo de creatividad, una sensibilidad compartida por la belleza y el dolor de la vida. Van Gogh pintó la oscilante, hiper real Starry Night, luego de ingresar por si mismo a un asilo en St. Remy en 1889. Le escribió a Theo que él a menudo sentía que la noche tenía “más riqueza de colores que el día”. Él creía que las almas de los muertos flotaban en los cielos. “Así como tomamos el tren para ir a Tarascon o Rouen, tomamos la muerte para ir a una estrella”. Pero como en el asilo, él no podía salir afuera de noche tuvo que pintar su Starry Night de memoria. Como en mucho de los trabajos de Van Gogh, Starry Night mantiene una tensión eléctrica ente el éxtasis y la melancolía. “Esa pintura te alegra de ser infeliz”, dice McLean, quién trató de transmitir el mismo estado de ánimo con su canción. “No importa cuan feliz o esperanzado sea yo, siempre trato de regresar a eso. Está debajo de toda la música que he escrito… Un artista trata de decirte cómo se siente. Y si eso accidentalmente se hace entretenido, se convierte en una carrera”.

McLean revela que cuando escribió su tributo a Van Gogh: “Yo estaba en un mal matrimonio que me torturaba. Estaba torturado. No estaba tan mal como Vincent, pero yo…yo no estaba aterrado, digámoslo de esa manera”. Él ha descrito mucho de su vida previa como “inevitablemente triste”, después de la muerte de su padre cuando el sólo tenía 15 años. Donald McLean padre había regañado a su hijo por un reporte escolar deficiente temprano en la noche cuando falleció. Luego de su colapso, el joven Don fue enviado a casa de unos amigos, atravesando la “tierra nevada de lino”. Era una noche clara, helada y muy estrellada. McLean me dice que si su padre hubiese vivido él no se habría convertido en músico, no hubiese querido disgustar a su padre. “Herman Melville estaba supuesto a ser contador. Van Gogh debió haber sido un negociante de arte. Yo debí haber tomado un tren hacia Nueva York para trabajar en un banco. Para ser artista tienes que decirle adiós a tu familia”.

McLean tomó el camino de la carrera menos transitado, y en el álbum American Pie expresó su desencanto con un mundo en el cual el rock’n’roll y JFK estaban muertos, y centenares seguían muriendo en Vietnam. Es una colección de canciones profundamente referencial. McLean me dice que cuando los escuchas hacen sonar la balada de amor Empty Chairs, él quiere que ellos vean a la pintura de una silla de Van Gogh. Y en la noche estrellada de Vincent, alcanzamos un eco de la Stars and Stripes que tanto ha maravillado y disgustado al cantante. Vincent gravita alrededor del hecho de que el trabajo de Van Gogh no fue apreciado mientras estuvo vivo. Que aunque él tratara de liberar a su audiencia, “ellos no escucharían, no sabrían como”. Aquellos quienes aman a Vincent seguramente se han sentido subestimados por el mundo. Quizás hasta muy frágiles para este. Por esa razón, McLean a su vez se convirtió en inspiración. “Él escribió como si me conociera en todo mi oscuro desespero”, escribieron Charles Fox y Norman Gimbel en su canción de 1971 Killing Me Softly, la cual dramatizó la cantante folklórica Lori Lieberman en respuesta fluida a un concierto de Don McLean. “He was strumming my pain with his fingers / Singing my life with his words” escribieron ellos. Roberta Flack la convirtió en éxito en 1973 igual que los Fugees en 1996. Desde entonces ha sido grabada en 20 idiomas diferentes. “Pensé que era hermosa”, dice McLean. “Me hizo sentir humilde. Estoy contento de que mi música haya ayudado a otras personas como me ayudó a mí. Me alegro de haber hecho lo que hice con mi vida”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.
(29 / 7 / 2015)

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