martes

SUPLEMENTO DEL TALLER LITERARIO DE LIVERPOOL F.C. (16)


IVONNE DÍAZ PREMIADA EN LA “12 MUESTRA LITERARIA”
DE LA BIBLIOTECA COMUNITARIA PACO ESPÍNOLA

Anunciamos con orgullo que dos textos ya publicados en Suplementos del Taller Literario de Liverpool F.C., el relato Las cuatro estaciones de Don Quijote y el poema XII, acaban de recibir distinciones especiales en la 12 MUESTRA LITERARIA DE LA BIBLIOTECA COMUNITARIA PACO ESPÍNOLA.

Felicitaciones a la compañera por este reconocimiento a la fineza y la humildad de su trabajo, construido con la conciencia de que la causa de la belleza no admite la menor demora.

Cada escritor de raza alimenta imprescindiblemente a su pueblo.


FEDERICO RODRIGO

AL HAMBRE DE PÚA

La noche tenía una soledad muy oscura. Yo me mentía sentir frío para no saber que tenía miedo.

Manya vive en la noche, (y duerme bajo el sol), calza descalzo y no mira a los ojos. La vida lo golpeó hasta demostrarle que nunca nadie podría confiar en él. Aquella noche revolvía obstinado ex alimentos en un contenedor de basura. Me preocupaba su actitud sospechosa.

Me miró y cruzó: preocupado por mi inquietud.  Me ofreció su nombre (lo poco que le queda), me tranquilizó y se fue. Antes, sin embargo, sutilmente rogó alguna moneda para comer.

Ante mi negativa volvió al contenedor. Aun sabiendo que nadie tiraría oportunidad de comida a plena madrugada, sus manos escarbaban desesperadas.

Allí sentí su hambre en el rugir de mis tripas. Lo sentí mi hermano y sentí vergüenza por no haberlo sentido antes. Tomé el único billete que llevaba (solo suficiente para comprar efímero alivio) y se lo di.

Pero se le cayó: su mano extendida desconfió de mi confianza. Lloró gracias y se quedó a la sombra de la incredulidad hasta que la siniestra oscuridad se encandiló de sinceras sonrisas.


ARIEL AZOR

ESTRELLAS APAGADAS

Tirados en el silencio de la noche, entre suaves ruidos de agua de arroyo que corre y olores a viento limpio, mirábamos el cielo con Mariana y le poníamos un nombre a cada estrella.

-Mirá aquella… -me decía con voz triste señalándola con sus delicados dedos y nos quedábamos viendo cómo se apagaba. Sabíamos que eso significaba que un niño había muerto en alguna parte del mundo, sin poder cumplir su sueño, atropellado por ambiciones de otros más grandes.

Fue contemplando el cielo y las estrellas con Mariana tirada al lado mío que sentí la inspiración de empezar a escribir.

Ya no viaja conmigo, su luz se apagó hace un tiempo en su corazón. Dicen que ahora brilla más allá, en otra parte del cielo, lejos de donde nuestros sueños unían las dos estrellas.

Ahora camino y duermo solo y no recuerdo lo que sueño ni cómo se llama cada estrella. Ya ni siquiera encuentro a la que lleva mi nombre y antes era la más brillante para Mariana.


JOSÉ LUIS MACHADO

7 HAIKUS

I

vibra el sereno

y los pétalos de agua
y las candelas



II

el río índigo

la mitad del poblado
sube a la barca



III

día de lluvia
en el cáliz las voces
del arco iris 


IV

el sol despierta

en la cama dos cuerpos
siguen amando



V

antes que nada

la vida es sólo un síntoma
de que no hay muerte





 VI

las plumas huecas
son como un legado
de vuelos vacíos



VII

los dos amantes

miraron a la Dios

y se anhelaron

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