lunes

ENCUENTRO CON LA SOMBRA (El poder del lado oscuro de la naturaleza humana)


Edición a cargo de Connie Zweig y Jeremiah Abrams

DECIMOCTAVA ENTREGA

PRIMERA PARTE: ¿QUÉ ES LA SOMBRA?


3. LA SOMBRA EN LA HISTORIA Y LA LITERATURA (2)


Anthony Stevens                   

La ansiedad que conllevan todas estas historias no es tanto el temor a ser descubiertos como a que el aspecto oscuro escape de nuestro control. Todos los relatos de ciencia ficción -cuyo prototipo hay que buscarlo en el Frankestein de Mary Shelley- pretenden despertar el desasosiego del lector. En El Malestar de la Cultura, Freud ilustra claramente su profunda comprensión de este problema. Sin embargo, la época y las circunstancias vitales que le rodearon -clase media vienesa de fines del siglo XIX- le llevaron finalmente a concluir que la tan temida maldad -reprimida tanto por los hombres como por las mujeres- era de naturaleza estrictamente sexual. Su sistemático análisis de este aspecto de la sombra y el simultáneo declive del poder del superego judeocristiano terminaron expurgando a los demonios eróticos de nuestra cultura y allanaron el camino para que muchos contenidos de la sombra pudieran integrarse en la personalidad total del ser humano sin exigir a cambio el tributo del sentimiento de culpabilidad que tanto había afligido a las generaciones anteriores. Este excepcional ejemplo colectivo ilustra claramente el valor terapéutico que Jung atribuía al proceso psicoanalítico de reconocimiento e integración de los distintos componentes de la sombra.

No obstante, todavía nos resta exorcizar de la sombra un elemento tan poderoso como el deseo sexual pero de consecuencias mucho más devastadoras: el ansia de poder y destrucción. Resulta, cuanto menos, sorprendente que Freud -testigo de la Primera Guerra Mundial y de la posterior emergencia del fascismo- ignorase este componente. Mucho nos tememos que su omisión fuera la consecuencia de su firme determinación de que la teoría sexual terminara convirtiéndose en el concepto fundamental del psiconaálisis. (¨Mi querido Jung: Prométame que nunca abandonará la teoría sexual. Se trata del punto central de nuestra teoría. De él debemos hacer un dogma, un baluarte inexpugnable.”) Antonhy Storr hace la interesante sugerencia de que esta omisión también pudiera deberse al sentimiento de culpa de Freud respecto de la defección de Alfred Adler que precisamente había abandonado el movimiento psicoanalítico debido a su convicción de que en la etiología dela psicopatología humana el instinto de poder jugaba un papel mucho más importante que el deseo sexual.

En nuestro siglo, la necesidad de afrontar los componentes más brutales y destructivos de la sombra se ha convertido en el destino inexcusable de nuestra especie. Si no lo hacemos así no nos queda esperanza alguna de supervivencia. Ese es realmente el problema de la sombra en la actualidad, esta es -y con motivos- el verdadero origen de la “ansiedad universal” que nos queja. “Aun estamos a tiempo de detener el Apocalipsis -declara Konrad Lorenz- pero nuestra acción debe ser inmediata”.

Nuestra época está atravesando un momento crítico de la historia de la humanidad y, si no nos aniquilamos a nosotros mismos y a la mayor parte de las especies de la faz de la tierra, la ontogenia terminará triunfando sobre la filogenia. Hacer la sombra se ha convertido en nuestro imperativo biológico fundamental. El peso moral que conlleva esta inmensa tarea es mucho mayor que el que ha podido afrontar cualquier generación pretérita. En la actualidad, el destino del planeta y de todo nuestro sistema solar (ahora sabemos que somos los únicos seres sensible en él) se halla en nuestras manos. Jung es el único de los grandes psicólogos de nuestra época que nos ha proporcionado un modelo conceptual útil para poder afrontar con éxito esta tarea. Su concepto de sombra sintetiza el trabajo de Adler y de Freud y su demostración de la tendencia del Yo a actualizarse los trasciende a ambos. Sólo podremos evitar la hecatombe si llegamos a un acuerdo consciente con la naturaleza y, en articular, con la naturaleza de la sombra.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+